ALBERTO CASTILLO
EL MÉDICO CANTOR Y RAÚL DE LOS HOYOS
Alberto Castillo grabó tres tangos del pianista, compositor, autor, saladillense Raúl De Los Hoyos. El primero «Noches de Colón» con música de Raúl De Los Hoyos y letra del revistero, periodista, dramaturgo Roberto Lino Cayol (1887-1927) realizando una versión de antología, gran interpretación del éxito de 1926, registrada el jueves 14 de agosto de 1941, cuando iniciaba su carrera profesional junto a Ricardo Tanturi. Grabando su versión para RCA Víctor (Hoy Sony-BMG). Luego, «El carrerito (Chiche, Moro, Zaino)», composición exitosa internacionalmente, de Raúl De Los Hoyos con el aporte del letrista, escritor, poeta, sainetero, dramaturgo Alberto Vaccarezza (1886-1959). Este tango fue creado en 1928 y grabado por Castillo, el viernes 6 de julio de 1945 para Discos Odeón (Hoy EMI-Universal) con la orquesta dirigida, por el bandoneonista nacido en Mar Del Plata, Enrique Alessio (1918-2000). Por último, «Un tropezón (He tenido un mal momento)» exitoso tango de 1927, cuya música es de Raúl De Los Hoyos y la letra del director de cine, dramaturgo y guionista Luis Bayón Herrera. Esta creación fue grabada por Alberto Castillo, con la orquesta dirigida por el bandoneonista Eduardo Rovira, el 22 de abril de 1949 para Disco Odeón de Argentina (Hoy EMI-Universal). El exitoso tango dio titulo a la película «Un Tropezón cualquiera da en la vida» protagonizada por Castillo, siendo parte central de la banda de sonido de la misma.
Video – «NOCHES DE COLÓN» – ALBERTO CASTILLO con la orquesta de RICARDO TANTURI, con música de Raúl De Los Hoyos (1898-1989) y letra del revistero, periodista, dramaturgo Roberto Lino Cayol (1887-1927)
Video – «EL CARRERITO (CHICHE, MORO,ZAINO)»- ALBERTO CASTILLO con su orquesta típica dirigida por el bandoneonista ENRIQUE ALESSIO, composición exitosa internacionalmente, de Raúl De Los Hoyos con el aporte del letrista, escritor, poeta, sainetero, dramaturgo Alberto Vaccarezza (1886-1959)
Su vida, su historia
Alberto Castillo, cuyo nombre real es Alberto Salvador De Lucca, nació el 7 de diciembre de 1914 en el barrio de Villa Luro, en la calle Juan Bautista Alberdi al 4624. Era el quinto hijo de un matrimonio de inmigrantes italianos: Salvador De Lucca y Lucía Di Paola. Nacido en el seno de una familia acomodada del barrio porteño de Floresta, siguió el mandato de las primeras familias inmigrantes “m´hijo el dotor”. Estudió Medicina, se recibió de Ginecólogo en la UNLP (Universidad Nacional de La Plata – Buenos Aires, Argentina). Pero decidió ser cantante, cantor de tangos, estudió violín, pero su pasión era cantar en cuanta oportunidad se le presentaba durante su adolescencia. Sobresalió en la década del ’40 por su estilo arrabalero y por su modo de frasear. Falleció el 23 de julio de 2002, a los 87 años, se encontraba internado en el Sanatorio Bazterrica de la ciudad de Buenos Aires, a causa de una neumonía, según informaron médicos de la institución. Sus restos fueron velados en la noche en el Salón Dorado de la Legislatura porteña (CABA).
Video – «UN TROPEZÓN (HE TENIDO UN MAL MOMENTO)» – ALBERTO CASTILLO con su orquesta dirigida EDUARDO ROVIRA –Fragmento de la película «Un tropezón cualquiera da en la vida» de 1949.
Su hogar de nacimiento, en 1914, se localiza en la Avenida Provincias Unidas 4624 (actual Avda. Juan Bautista Alberdi) casi esquina con la calle Mozart, en Villa Luro lindante con barrio Parque Avellaneda y Mataderos. En ese año, esa zona se denominaba Floresta. En ese solar se colocó una placa el día 7 de diciembre de 2003, recordando su nacimiento. Es homenaje surgió por iniciativa del curso Nº 14 de tango y folklore de la escuela de danzas Nº 1 de la zona.
Villa Luro, es uno de los 48 barrios en los que se encuentra dividida la Ciudad de Buenos Aires, en Argentina. Se lo ubica en la Comuna 10, que esta integrada por los barrios de Villa Real, Monte Castro, Versalles, Floresta, Vélez Sarsfield y Villa Luro. El barrio se caracteriza por ser fundamentalmente residencial donde predominan las casas, y en menor medida los edificios de altura.
Cantó en sus comienzos con las formaciones de Armando Neira (1934) debutando como profesional en LR3 Radio Belgrano, pasa luego por la orquesta Julio De Caro (1934). En 1935, es convocado al teatro Maravillas para integrar la orquesta de Augusto Berto (Autor del tango «La payanca») y en la de Mariano Rodas en (1937).
Castillo recordaba una anécdota que se produjo en el ámbito familiar. En una oportunidad su padre escuchaba Radio Cine París, donde él cantaba con la orquesta de Mariano Rodas, don Salvador, estaba frente al receptor de radio y le comentó a su esposa «..¡canta muy bien ese muchacho tiene una voz parecida a la de Albertito!..»
En 1938, estudiante de medicina organizan una fiesta estudiantil, que fue animada por la orquesta típica «Los Indios» de Ricardo Tanturi, sus compañeros le pidieron al maestro que le diera una oportunidad de cantar con el acompañamiento de la misma. A lo que Tanturi accedió.. La carrera universitaria estaba en primer lugar, pero su ingreso al conjunto que dirigía el dentista (Odontólogo)-pianista Ricardo Tanturi, llamó inmediatamente la atención de todos y todas, con un nuevo estilo interpretativo para el repertorio, nada igual, fue totalmente revolucionario.. Era su marca, su manera novedosa de interpretar el tango, a la que unía, en lo musical, una perfecta afinación dejando así un nuevo hito en la historia del dos por cuatro.. Posteriormente le propuso tomarle una prueba y al poco tiempo,se formalizó un contrato y debut en Radio El Mundo.
En 1938, abandonó la orquesta y se dedicó por completo a su carrera de medicina. Pero el tango le seguía llamando y un año antes de recibirse integró nuevamente la misma.
Su ingreso definitivo, en 1941, a la Orquesta Típica Los Indios de Ricardo Tanturi lo lleva a adoptar su seudónimo definitivo, propuesto por el número uno de los locutores de radio el mundo en ese momento: Pablo Osvaldo Valle.
Así nació Alberto castillo para el tango, y la canción popular rioplatense.
Para muchos ese es el mejor momento musical de su carrera, esto «le permite ir puliendo recursos como la certera prolongación de vocales, algunas leves exageraciones, y juegos con la coloratura y la intensidad de su voz. Hasta pareciera que por momentos se independizase del tempo del conjunto que lo alberga”, analizaba Jorge Göttling.
Castillo admitía que terminó la carrera para casarse con Ofelia, madre de sus tres hijos, porque los padres de ella no querían que la “nena se case con un cantor de tangos”. Lo hace un año después de su incorporación a la orquesta e instaló su consultorio en la casa paterna.
El ídolo popular contrajo matrimonio, el miércoles 6 de junio de 1945, con Ofelia Oneto, del que nacerían Alberto Jorge (ginecólogo y obstetra), Viviana Ofelia (veterinaria e ingeniera agrónoma) y Gustavo Alberto (cirujano plástico). Uno de sus once nietos, Juan Pablo De Lucca, orgulloso de su abuelo, se dedica al tango moderno y es un destacado pianista que reside en Alemania y realiza giras por Europa.
De tarde en tarde, el doctor Alberto Salvador De Lucca abandonaba su consultorio de señoras y corría hacia la radio para convertirse en el cantor Alberto Castillo. Contó que «…todo se complicó cuando la sala de espera de su consultorio ya no daba abasto para tantas mujeres, en su mayoría, jóvenes». Había una explicación: el cantor atraía increíblemente al sexo débil y como corría la noticia de que era ginecólogo, las que averiguaban donde quedaba su consultorio corrían a hacerse atender por él.
Castillo recordaba la anécdota que develaba la imparable afluencia de damas a su consultorio: «-¿Está lista, señora?-, preguntó a una paciente que se desvestía tras el biombo, y ella respondió en el colmo de la desfachatez: -Yo sí, doctor. ¿Y usted?-«, «Esas insinuaciones no me gustaban demasiado», confesó, y terminó por abandonar la profesión para dedicarse de lleno al canto.
Jorge Göttling escribió sobre Alberto Castillo
Jorge Göttling (1936-2006) «el poeta del periodismo porteño» e inolvidable periodista, guionista, profesor universitario, describió así, lo que resulto del vínculo Tanturi – Castillo : “Lo que encuentra Castillo junto a Tanturi es la forma de cantar en función de los bailarines. Hoy puede resultar insólito, pero hasta la aparición de Castillo muy pocos vocalistas habían advertido semejante necesidad. Más extraña aún resulta si se tiene en cuenta que esa es la época en que florecieron las orquestas de corte bailable. Comienza a grabar el 8 de enero de 1941 (miércoles), dejando el vals “Recuerdos”, de Alfredo Pelaia.
Esta obra es su debut fonográfico y primer disco con Tanturi. El vals «Recuerdos», es una creación romántica con música y letra del guitarrista y compositor italo-argentino, radicado en Mendoza (Argentina), Alfredo Ángel Pelaia (1888-1942). Esta versión fue grabada el 8 de enero de 1941, por Alberto Castillo como estribillista de la orquesta de Ricardo Tanturi, para la compañía norteamericana RCA VICTOR, disco Nº 68-0527.
Video – «RECUERDOS» – (VALS) – ALBERTO CASTILLO – Con orquesta «Los Indios» dirigida por el pianista y director de orquesta RICARDO TANTURI – Compañía discográfica RCA Víctor – 1941.
A partir de ese registro se perfila como un cantor de extraordinaria originalidad. En 1941, el punto exacto del fraseo lo tenía Fiorentino en la orquesta de Aníbal Troilo. Castillo, en la de Tanturi, dará un paso más con recursos como la certera prolongación de vocales, algunas leves exageraciones, y juegos con la coloratura y la intensidad de su voz. Hasta pareciera que por momentos se independizase del tempo del conjunto que lo alberga. Esto no es así, ya que está siempre perfectamente a compás, pero en su estilo las melodías se hacen más cantábiles, fluyendo con mayor libertad y trasladándose a los pies del danzarín, que “dibuja” siguiendo más a Castillo que a la orquesta. Años después, el cantor explicaba: “Todo el público que bailaba lo tenía pegado a mí. Ahí noté que la gente (…) se movía de acuerdo a las inflexiones de mi voz. Si yo hacía un staccato, la gente hacía cortes y quebradas. Y si hacía un ligado, aprovechaban para acercarse a la pareja. Entonces me dije a mí mismo: ¿Qué estoy buscando…?”.
Jorge Göttling, en su libro «Biografías de Buenos Aires. Sus ciudadanos ilustres y la política», escribe de Alberto Castillo: «A través de su voz y su pregón, Buenos Aires tuvo un catastro apócrifo: una ciudad de cien barrios. Como pocos, Alberto Castillo es toda una entidad representativa de la enorme movilidad de las clases, en ese diseño amasado x la inmigración de allende los mares y la otra, la de los 40. Hijo de tanos de primera generación, médico y cantor. Cantaba bien y tenía estilo. Además, ojo e intuición para advertir que si Gardel había caracterizado al hombre de ciudad, quedaba vacante la voz del carrero. Cuando llega a la orquesta de Tanturi, crea el prototipo basado en la exageración, el atuendo, el repertorio, el ademán. Produce una revolución basada en lograr ciertas complicidades con su público masculino, ser uno más, sin privilegios por estar en el escenario. Su triunfo sería perdurable, más allá que deseos y objetivos de las clases en ascenso habían diferido. Pasados sus 70 años fue convocado por Los Auténticos Decadentes para poner en órbita sus viejos éxitos. Su voz se había cascado pero compuso su propio personaje, alejado de lo grotesco o la caricatura y protegido por su valor simbólico»
En 1944, tras desvincularse de Tanturi, cantó en el Teatro Alvear, la policía debió cortar el tránsito de la calle Corrientes, cosa que no se veía desde los días de la bandoneonista Paquita Bernardo en el Café Domínguez.
Video – «UN TROPEZÓN (HE TENIDO UN MAL MOMENTO» – ALBERTO CASTILLO – Exitoso tango de 1927, cuya música es de Raúl De Los Hoyos y la letra del director de cine, dramaturgo y guionista Luis Bayón Herrera. Esta creación fue grabada por Alberto Castillo, con la orquesta dirigida por el bandoneonista EDUARDO ROVIRA, el 22 de abril de 1949 para Disco Odeón de Argentina (Hoy EMI-Universal). Banda original de sonido de la película «Un tropezón cualquiera da en la vida».
Candombe
En 1947,en plena popularidad Alberto Castillo era reclamado desde Uruguay para que actuara. El Candombe era un baile tradicional entre el pueblo uruguayo, surge en la época del virreinato como el principal medio de expresión de los africanos esclavizados que desembarcaban en los puertos de Montevideo y Buenos Aires. Castillo comenta que el músico, compositor, escritor, periodista, dramaturgo y dibujante correntino Osvaldo Sosa Cordero (1906-1986), le acercó una historia de un negro que se había enamorado de una hermosa rubia, y que eso lo había movido a investigar mas sobre el origen de los negros en América del Sur.
Video – «SIGA EL BAILE» (Candombe Milonga) – ALBERTO CASTILLO con su orquesta típica dirigida por el maestro bandoneonista ÁNGEL CONDERCURI – Es la adaptación de la canción «SIGA EL TANGO» grabada el 2 de mayo de 1928 por el violinista y director de orquesta FRANCISCO CANARO con el cantante CHARLO como estribillista. La letra de la canción fue compuesta por el uruguayo Carlos Warren y la música por el argentino Edgardo Donato.
Como consideró que el candombe estaba íntimamente ligado al origen de nuestro tango, conjuntamente con músicos uruguayos comenzaron a componer música y así nació su primer candombe titulado «Charol», que resultó todo un éxito tanto en Buenos Aires como en Montevideo, lo que lo decidió a seguir incluyendo páginas en ese género rioplatense.
Entre el público de la república Oriental del Uruguay cayó muy bien la incorporación en su repertorio del Candombe.
Queda claro que su olfato para llegar al público una vez más, le dio resultados positivos. Fue tal el impacto logrado en todas sus presentaciones que decidió que no podía estar ausente en su repertorio dicho ritmo cantado por él y adornado con la coreografía de morenos músicos y bailarines, identificándose así con la vertiente madre del tango.
Candombes y sus variantes grabados por Alberto Castillo
Títulos por orden alfabético, género, fecha de grabación, mes y año.
Con Emilio Balcarce
- Charol (candombe) 03-03-1944
Con Enrique Alessio
- Café (milonga candombe) 20-12-1944
- Mariana (candombe) 21-08-1945
- Bronce (candombe) 10-04-1946
- Baile de los morenos (candombe) 11-04-1947
- El aguatero porteño (Agua fresca) (milonga candombe ) 18-06-1947
Con Ángel Condercuri
- El cachivachero (candombe) 25-01-1950
- Candombero (candombe) 23-07-1951
- Estampa del 800 (candombe) 05-03-1953
- Siga el baile (milonga candombe) 28-10-1953
- La pulguita (candombe) 30-07-1954
- El gatito en el tejado (candombe) 05-04-1957
- Candombeando (candombe) 05-04-1957
- Candonga (candombe) 19-12-1958
- Macumba cumba (marcha) 19-12-1958
- Candela (candombe) 03-12-1959
- Quién golpea (candombe) 1960
- No meta la mano (candombe) 1965
- Noches de carnaval (candombe) 1965
- Olvidemos el color (candombe) 1965
Con Eduardo Rovira
- El cachivachero candombe 25-01-1950
Con Jorge Dragone
- Cachumbe milonga candombe 1967
- Candombe candombe 1967
Con el objetivo de visibilizar el “Día Nacional de los Afroargentinos y de la Cultura Afro”, que se estableció por la Ley 26.852, sancionada el 23 de abril 2013 para honrar la figura de María Remedios Del Valle (1766 o 1767-1847), conocida como la «Madre de la Patria», estableciéndose un nuevo hito cultural de la nación Argentina. Esta ley fue promulgada de hecho el de mayo 20 de 2013. María Remedios Del Valle, posteriormente autodenominada como Remedios Rosas, fue una militar argentina conocida como una de las llamadas «niñas de Ayohúma», aquellas que asistieron al derrotado ejército de Manuel Belgrano en la batalla de Ayohúma. Cada año se celebran festejos candomberos en distintos de la Argentina donde el ritmo de la raza de afrodescendientes dejó su huella imborrable, fundamentalmente en Buenos Aires y provincias del litoral argentino.
La historia del candombe de la República Oriental Uruguay (Capital continental del candombe) está relacionada con la llegada de los esclavos de África a este país y el ingreso de nuevos ritmos musicales como forma de mantener sus tradiciones. Montevideo, capital de R.O.U. , también es la capital del Candombe del Uruguay, con el “Desfile de llamadas” como el evento más importante de esta música. El desfile tiene lugar todos los años en el mes de febrero, durante los festejos del carnaval, cuando los grupos salen a tocar el tambor y a bailar por las calles del tradicional barrio Sur
El candombe uruguayo callejero es una fusión de música y letras que componen canciones originales, con un toque de los tres tambores -chico, piano y repique-, vestimenta tradicional, personajes africanos y coreografía.
Uno de los cantantes contemporáneos más famosos y populares de este género musical es Rubén Rada y una mujer es uno de los mitos del candombe montevideano Rosa Amelia Luna «Rosa candombe», ébano puro de la danza y el asfalto. La leyenda construyo estatura artística, nacida en Cuareim 1080 «..allí donde los moreno de mi raza repiqueteaban los tamboriles noche a noche hacía temblar las paredes.. no había almanaque ni fecha para el carnaval» (Rosa Luna). Hija de Luis Alberto «Fino» Carballo compositor, fundador de la murga uruguaya «Araca la cana» y Caferina «La chunga» Luna, Rosa fue la mayor de 14 hermanos.
Rosa Luna será por siempre «la reina del carnaval montevideano» su nombre está grabado a fuego en la historia cultural de la República Oriental del Uruguay. ¡Soy Rosa la candombera! (Rosa Luna)
Grabaciones
El número total rondaría las 348 grabaciones (Tango.info). De su creación un total de 22 composiciones y 7 letras. Castillo como letrista escribió los tangos “Yo soy de la vieja ola”, “Muchachos escuchen”, “Cucusita”, “Así canta Buenos Aires”, “Un regalo del cielo”, “A Chirolita”, “Dónde me quieren llevar”, “Castañuelas” y “Cada día canta más”; y las marchas “La perinola” y “Año nuevo” , también la milonga-candombe «Candonga» con Isusi (Teodoro José Mouzo Ruiz).
Sus grabaciones fueron publicadas por las compañías: la norteamericana RCA Víctor (USA-hoy propiedad de SONY Music), la alemana Odeón (comprada por la inglesa EMI, y luego asociándose para ser distribuido el catálogo por Universal Music Argentina subsidiaria del grupo francés Vivendi, es una de las tres compañías discográficas más importantes del mundo junto a Sony Music y Warner Music), Discos TK (Argentina), Music-Hall (Argentina). Microfón (Argentina) catálogo adquirido por SONY-Music, Magenta (Argentina) licenciando el catálogo Odeón , Parnaso (Argentina), y fuera de Argentina su obra ha sido publicada POR las subsidiarias de las mencionadas en toda América , Europa y Japón y/o licenciadas.
A lo largo de su carrera, abordo una variedad de ritmos populares como Tango, Vals, Candombe, Milonga Candombe, Candombe Pregón, Ranchera, Milonga, Marcha, Vals Peruano, Polca, Galopa, Canción Española, Vals Bulerías, Pasodoble, Canción con las siguientes orquestas:
Ricardo Tanturi «El caballero del tango» con su orquesta típica (1941-1943), registró con Alberto Castillo, como estribillista, 40 (cuarenta) temas del repertorio tanguero para la compañía RCA VICTOR. Ricardo Tanturi nació en Buenos Aires ,Argentina, el 27 de enero de 1905. Falleció en esa ciudad el 24 de enero de 1973- Fue un pianista, director de orquesta y compositor dedicado al género del tango.
Títulos por orden alfabético, género, fecha de grabación, mes y año.
- 4 compases (tango) 4-11-1942
- A otra cosa, che pebeta (tango) 2-03-1943
- Al compás de un tango (tango) 18-03-1942
- Así es la milonga (milonga) 27-05-1942
- Así se baila el tango (tango) 1942–1946
- Así se baila el tango (tango) 4-12-1942
- Bailongo de los domingos (tango) 07-05-1943
- Barajando recuerdos (tango) 07-05-1943
- Canción de rango (Pa’ que se callen) (tango) 04-12-1942
- Cómo se pianta la vida (tango) 15-09-1942
- Con los amigos (A mi madre) (vals) 02-03-1943
- Decile que vuelva (tango) 27-05-1942
- El moro (tango) 27-11-1941
- El tango es el tango (tango) 14-08-1942
- Ese sos vos (tango) 23-12-1941
- Esta noche me emborracho (tango) 14-08-1942
- La copa del olvido (tango) 19-02-1942
- La copa del olvido (tango) 20-07-1942
- La serenata (Mi amor) (vals) 06-05-1941
- La última copa (tango) 29-04-1943
- La vida es corta (tango) 19-02-1941
- Madame Yvonne (tango) 18-03-1942
- Marisabel (vals) 15-09-1942
- Me llaman el zorro (tango) 04-12-1942
- Mi morocha (milonga) 18-08-1941
- Mi morocha (milonga) 18-09-1941
- Mi piba (tango) 16-03-1943
- Mi romance (vals) 1941-07-07
- Moneda de cobre (tango) 1942-12-04
- Mozo guapo (milonga) 19-02-1941
- Muñeca brava (tango) 22-09-1942
- Noches de Colón (tango) 14-08-1941
- Pocas palabras (tango) 16-06-1941
- Que me quiten lo bailao (tango) 29-04-1943
- Qué podrán decir (tango) 02-03-1943
- Recuerdos (vals) 08-01-1941
- Recuerdo malevo (tango) 23-12-1941
- Tango (tango) 19-02-1942
- Un crimen (tango) 22-09-1942
- Ya sale el tren (tango) 16-03-1943
Emilio Balcarce (1943-1944), grabó 23 fonogramas con Alberto Castillo para Discos ODEÓN. Su nombre real Emilio Juan Silano era violinista, bandoneonista, director, arreglador y compositor. Nació el 22 febrero 1918 y falleció el 19 enero 2011, en CABA, Buenos Aires.
Títulos por orden alfabético, género, fecha de grabación, mes y año.
- A suerte y verdad (tango) 09-06-1944
- Al final….. en el café (tango) 01-08-1944
- Amarras (tango) 09-06-1944
- Anclao en París (tango) 19-01-1944
- Charol (candombe) 03-03-1944
- Con un tango así (tango) 03-02-1944
- El pescante (tango) 25-07-1944
- Esta es mi calle (tango ) 08-08-1944
- La que murió en París (tango) 03-02-1944
- Lecherito del abasto (tango) 01-08-1944
- Luna de arrabal (vals) 07-12-1943
- Mano blanca (tango) 07-12-1943
- Muchachita pobre (tango) 16-06-1944
- No comprendes (vals) 25-07-1944
- Nubes de humo (tango) 09-06-1944
- Otra noche (tango) 08-08-1944
- Pajarito (tango) 09-06-1944
- Pincelada (tango) 09-01-1944
- Una menos (tango) 15-06-1944
- Y siempre igual (tango) 29-03-1944
- Y sonó el despertador (tango) 01-03-1944
- Y sonó el despertador! (tango) 03-03-1944
- Yo soy milonga (milonga) 16-06-1944
Enrique Alessio (1944-1947), registró 43 fonogramas con Alberto Castillo. Su nombre real Enrique Carmelo Alessio, nació en Buenos Aires, Argentina, el 8 de enero de 1918 y falleció en Mar del Plata, provincia de Buenos Aires, el 8 de septiembre de 2000.
Títulos por orden alfabético, género, fecha de grabación, mes y año.
- Adiós, pampa mía (tango) 11-04-1947
- Así se baila el tango (tango) 11-07-1946
- Baile de los morenos (candombe) 11-04-1947
- Barrio pobre (tango) 27-02-1946
- Bronce (candombe) 10-04-1946
- Buzón (tango) 06-07-1945
- Café (milonga candombe) 20-12-1944
- Chinita (tango) 1946
- Copas, amigas y besos (tango) 07-03-1945
- Corbatita voladora (tango) 22-10-1945
- Cosas de antaño (tango) 18-06-1947
- El aguatero porteño (milonga) 18-06-1947
- El aguatero porteño (Agua fresca) (milonga candombe) 18-06-1947
- El carrerito (Chiche, Moro, Zaino) (tango) 06-07-1945
- El paseandero (tango) 20-12-1944
- El pibe te llama (tango) 23-05-1946
- Esta noche me emborracho (tango) 11-07-1946
- Estirpe brava (tango) 20-11-1945
- Fea (tango) 13-03-1947
- Idilio trunco (vals) 25-10-1946
- Juan Copete (tango) 27-03-1946
- Juan Tango (tango) 28-11-1944
- La pulpera de Santa Lucía (vals) 24-04-1945
- Los cien barrios porteños (vals) 20-11-1945
- Mariana (candombe) 21-08-1945
- Me gusta un tango así (tango) 29-08-1947
- Menta y cedrón (tango) 24-04-1945
- Mentira (tango) 06-07-1945
- Pialando leguas (tango) 27-03-1946
- Que te digan los muchachos (tango) 10-04-1946
- Recuerdos (vals) 28-11-1944
- ¿Se lustra señor? (tango) 25-10-1946
- Se pasó tu cuarto de hora (tango) 21-08-1945
- Silbando (tango) 22-10-1945
- Soy como luz (tango) 07-03-1945
- Soy porteño y soy varón (tango) 23-05-1946
- Tu pálido final (tango) 29-08-1947
- Unitaria (vals) 25-10-1946
- Violetas (vals) 12-05-1948
- Vestido punzó (milonga) 06-07-1945
- Viento en contra (tango) 18-06-1947
- Yo llevo un tango en el alma (tango) 21-08-1945
- Yo también carrero fui (tango) 13-03-1947
Eduardo Rovira (1949-1950), grabó 11 creaciones con Alberto Castillo – Nació en Lanús, Argentina, el 30 de abril de 1925 y falleció en la ciudad de La Plata, Argentina, el 29 de julio de 1980. Fue un bandoneonista, arreglador y compositor argentino; creador de cerca de 200 tangos y alrededor de 100 obras de música de cámara. Eduardo Rovira es considerado un talentoso creador de tango moderno, considerado el «otro Piazzolla». El estudioso economista, periodista Julio Nudler señalo que «No se puede no indicar una peculiaridad técnica que prueba lo alto que Rovira intentaba volar: por primera vez en el tango..». El locutor y difusor del tango Oscar Del Priore, hizo notar que en una oportunidad el trío de Eduardo Rovira utilizó sus instrumentos con amplificación electrónica, añadiendo un pedal distorsionador de los llamados wah wah para sacarle al bandoneón, gracias a él, sonidos nuevos. El musicólogo Omar Brunelli definió su música así: «Suena fresca y vibrante y permite apreciar la grandeza del tango de Rovira y la originalidad de su legado, ya que basta un par de compases para identificar su particular estilo». Radicado en la ciudad de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, falleció en la puerta de su casa, debido a una insuficiencia coronaria, a la joven edad de 55 años.
Títulos por orden alfabético, género, fecha de grabación, mes y año.
- Alma de bohemio (tango) 06-05-1949
- Con permiso soy el tango (tango) 06-05-1949
- Dónde estás corazón? (tango) 28-04-1949
- El cachivachero (candombe) 25-01-1950
- El huérfano (canción) 22 -01-1949
- Estas chicas se quieren casar (vals) 28-04-1949
- Fangio (tango) 14-07-1949
- Ha pasado (vals) 25-01-1950
- Mi cine de barrio (tango) 28-04-1949
- Sos un artista (tango) 06-05-1949
- Un tropezón (tango) 22-04-1949
Estas grabaciones fueron tercerizadas en la década de 1950, para el sello Allegro, bajo su etiqueta. Fueron publicadas por la empresa Récord S.R.L.
Ángel Condercuri (1951-1965) «El mago del bandoneón», con Alberto Castillo llevó al disco 88 creaciones. Su nombre real Ángel Félix Condercuri, nació en el barrio de Barracas (CABA, provincia de Buenos Aires, Argentina) el 2 de agosto de 1912 cuando sus padres Roque y Rosa Rasso vivían en la calle Daniel Cerri al 1400. Es el tercero de cuatro hermanos varones. Desde chiquito demostró sus inclinaciones musicales, y a la temprana edad de 9 años, doña Rosa, su madre lo inició en el estudio del bandoneón de la mano del maestro Manuel Daponte , prosiguiendo su aprendizaje con el célebre compositor y bandoneonista Carlos Marcucci. Falleció el 15 septiembre 1996 en Buenos Aires. En el año 1948, el maestro Enrique Alessio deja la dirección de la orquesta y Alberto Castillo le propone a Ángel Condercuri que quede como director de su orquesta. Es así que entre el año 1944 y 1968 el maestro Ángel Condercuri, queda al mando de la orquesta como director y arreglador, acompaño permanentemente al cantor de los 100 barrios porteños, participando en todas sus grabaciones discográficas.
Más tarde dirige la orquesta en giras y otras grabaciones el pianista de la orquesta Jorge Dragone.
Títulos por orden alfabético, género, fecha de grabación, mes y año.
Discos TK
- Al compás de un tango (tango) 1959
- Aquí hace falta un tango (tango) 05-12-1959
- Candela (candombe) 03-12-1959
- Cucusita (tango) 03-12-1959
- Taximetrista (tango) 14-12-1959
- Declaración de amor milonga 1959
- Lo que no fue (vals) 05-12-1959
- Los rascas (tango) 1960
- Pa’ la muchachada (tango) 1960
- Por pecadora vals 1960
- Quién golpea (candombe) 1960
- Un regalo del cielo (tango) 1960
Disco TK –Texto contratapa «Yo soy Alberto Castillo»
«Los años pasaran, seremos viejos, y la voz de Alberto Castillo seguirá rondando la memoria de esta ciudad, que, desde hace más de una docena de años, viene reconociéndose en su voz, vibrando con su ritmo, emocionándose con las penas que canta y riendo con su limpia carcajada de muchacho sencillamente alegre. Pregunte usted en cualquier calle de la ciudad; pregunte a cualquier barra esquinera y le repetirá sus versos con su acento. Pregunte cómo es su voz a cualquier chica argentina y verá cómo derrama su amor sobre la voz predilecta. Trate de averiguar adónde no ha llegado con su acento, averigüe si, averigüe si las barrios de Buenos Aires no siguen siendo trajinados por su voz popular llena de vida. Pida tan sólo que le repitan su nombre y verá como las respuestas se hacen sonoras con sólo decir «Alberto Castillo».
Es curioso, pero no nació en las orillas. No viene del suburbio ni de los techos bajos del arrabal. Nunca usó el sombrerito requintado ni el pañuelo en el pescuezo, ni cantó sus primeros versos infantiles bajo la luz del Palermo o la Balvanera. No necesitó de ninguno de estos símbolos para que lo entendieran mejor. Su adolescencia fue repartida entre guardias de hospitales y fatigadas aulas de la Facultad de Medicina. Pero el arrabal lo imantó y la voz del suburbio decidió en él su vocación. Entonces comprendió que su pasión por la canción popular le había sido dictada por la ciudad, no una ciudad que está hecha de un centro confuso y ruidoso, sino de una ciudad, que está hecha de barrios, que conservan fresca e incontaminada, la mejor, la más limpia herencia del arrabal. Barrios donde persisten el almacén rumoroso y la mateada a la caída de la tarde; el piropo feliz y los malvones florecidos, las mañanas domingueras llenas de sol, caminadas de lustrosos botines y los vendedores ambulantes con el clavel enrojecido en la oreja; el patio que es como la proyección del campo o el retazo de campo del que la ciudad se apiadó y el venerable zaguán confidente de parejas de enamorados; el canto del gallo al amanecer y el silencio nocturno que los dolidos faroles se cuidan de alterar, el cansado tranvía y el hombre cansado. Barrios que son mucho más que esto todavía, porque cuando la ciudad quiere reencontrarse con su espíritu auténtico, con el verdadero ritmo de sus latidos, con sus mejores hijos, se vuelve hacia sus barrios.
De aquí y no de otra parte salió la substancia, el jugo nutricio con que se amasan los cantos puestos en labios de Alberto Castillo. Pero esto no es todo aún, porque rastreando en nuestra tradición musical ciudadana, Alberto Castillo logró hacer resurgir, con toda su fuerza, las expresiones que atronaron nuestras calles en labios de los morenos desde los tiempos de la Mazorca, y que luego se trasladaron a los bailongos populares de Montevideo, la hermana de Buenos Aires en el amor y en la preservación de la laberíntica milonga y del vertiginoso, candombe.
Pocas veces, el público de nuestra música ciudadana -un público- que es todo el país, ha mostrado tanta fidelidad a un intérprete durante tanto tiempo. Hay dos razones que han contribuido poderosamente a ello. Primero, la autenticidad de las fuentes y de los recursos que Alberto Castillo pone en juego para sus expresiones y que hace que el oyente se reconozca en él, aunque él se renueve constantemente. (Esto también ha influido en el hecho de que otros pueblos, un tanto alejados de nuestra sensibilidad, lo comprendieran cabalmente y lo celebraran hasta el delirio). Y segundo, porque el acento tan característico de Alberto Castillo no sólo configura un estilo personal, sino que por su intención, por el clima de que rodea a sus canciones y por su tan particular entonación es un estilo eminentemente ciudadano; un estilo que le viene como anillo al dedo a la música siempre viva de Buenos Aires». (Autor anónimo)
Títulos por orden alfabético, género, fecha de grabación, mes y año.
- A España (pasodoble) 31-01-1956
- A media luz (tango) 05-03-1953
- Amigos y mujeres (vals) 05-03-1953
- Año nuevo (marcha) 31-01-1956
- Aquí estoy de vuelta Buenos Aires (tango) 21-01-1953
- Así canta Buenos Aires (tango) 29-11-1955
- Así fue Betinotti (vals) 1959
- Cada día canta más (tango) 1965
- Canchero (tango) 15-06-1951
- Candombeando (candombe) 05-04-1957
- Candombero (tango)23-07-1951
- Candonga (candombe) 19-12-1958
- Castañuelas (tango) 05-10-1954
- Che Bartolo (tango) 01-07-1953
- Che, Pituco (tango) 1965
- Chorra (tango) 05-10-1954
- Cipriano (tango) 12-05-1948
- Cuando no se quiere más (tango) 31-01-1956
- Cuándo volverás (tango) 29-11-1955
- Cuando yo no tenía (vals) 1959
- De mi barrio (tango) 15-06-1951
- Dónde me quieren llevar (tango) 31-01-1956
- Dos años (vals) 1959
- El cachivachero (candombe) 25-01-1950
- El choclo (tango) 01-07-1953
- El gatito en el tejado (candombe) 05-04-1957
- El hijo cruel (tango) 05-10-1954
- Enfundá la mandolina (tango) 1965
- Engañada (vals) 06-11-1956
- Estampa del 800 (candombe) 05-03-1953
- Estampa del ochocientos (candombe) 05-03-1953
- Estampa rea (tango) 26-07-1956
- Estrellita del sur (vals) 11-05-1951
- Gacho gris (tango) 05-10-1954
- Garufa (tango) 11-05-1951
- Ha pasado (vals) 25-01-1950
- Illimani (tango) 1959
- Inocencia (tango) 05-03-1953
- La barra de la esquina (tango) 11-05-1951
- La canción de Buenos Aires (tango) 08-01-1948
- La cigüeña (tango) 07-08-1958
- La copa del olvido (tango) 29-11-1955
- La cumparsita (tango) 18-11-1955
- La perinola (tango) 23-11-1956
- La pulguita (candombe) 30-07-1954
- La vieja serenata (vals) 15-06-1951
- Macumba cumba (marcha) 19-12-1958
- Margot (tango) 11-05-1951
- Mentiras (tonada) 1965
- Mi noche triste (tango) 18-11-1955
- Muchachos escuchen (tango) 07-08-1958
- Muñeca brava (tango) 23-07-1951
- Ninguna (tango) 08-01-1948
- No es más que yo (tango) 21-01-1953
- No me dejes nunca (tango) 27-11-1958
- No meta la mano (candombe) 1965
- No sueñes más (tango) 27-11-1958
- No vale la pena (tango) 1959
- Noches de carnaval (candombe) 1965
- Olvidemos el color (candombe) 1965
- Pato (tango) 28-10-1953
- Petitero (tango) 26-07-1956
- Pituca (Che pituca) (tango) 1965
- Que bonitos ojos (polca) 15-06-1951
- Qué lindo es volver (tango) 30-07-1954
- Que me mate la bebida (tango) 1965
- Que nadie sepa mi sufrir (vals) 28-10-1953
- Qué vachaché (Que va cha che!) (tango) 1965
- Quién te ha visto Buenos Aires (tango) 1965
- Siga el baile (candombe milonga) 28-10-1953
- Soltero o casado (marcha) 23-11-1956
- Son sueños (tango) 28-10-1953
- Tortazos (milonga) 1965
- Y te seguiré queriendo (tango) 1965
- Yira, yira (tango) 29-11-1955
- Yo soy de la vieja ola (tango) 1959
Video – «NINGUNA» – TANGO – ALBERTO CASTILLO – Grabó el tango «Ninguna» con música de Raúl Fernández Siro y letra de Homero Manzi el 8 de enero de 1948, para Disco Odeón de Argentina. Contó con el acompañamiento de su orquesta típica dirigida por el bandoneonista ÁNGEL CONDERCURI. Este tema es parte de la banda de sonido de la película «El tango vuelve a París»,en blanco y negro, dirigida por Manuel Romero sobre su propio guion que se estrenó el 16 de enero de 1948, con Alberto Castillo y la orquesta de Aníbal Troilo «Pichuco»
Del escrito de Julio Lagos contratapa de Lp «Pa´ la muchachada»
“El cronista que escribe esta nota es un hombre jo ven. Por eso es que sus primeros recuerdos de Alberto Castillo están inevitablemente unidos a la memoria de aquellos mediodías domingueros de Radio Belgrano, hirvientes de calor popular. La mesa gene rosa reunía a toda la familia, y era ritual que el apa rato de radio presidiera el almuerzo, Por eso, uno jamás podrá olvidarse de estos versos ingenuos y descarnadamente puros:
Yo soy parte de mi pueblo y le debo lo que soy. ¡Hablo con su mismo verbo, y canto con su misma voz!
Uno es joven, si, pero ya tiene recuerdos. Y entonces repasa con amor aquellos años hermosos (más hermosos ahora, que son más comprendidos…) en los que papá peonia en el tocadiscos los tangos de Alberto Castillo, esos discos de pasta de 78 rpm. que hoy son un trofeo. Por eso, de entre los personajes de la infancia, uno puede rescatar a Mariana, al lecherito del Abasto, a aquel cantor frustrado porque sonó el despertador, al huérfano que en un portal dormia, al mano blanca, a la madre querida. Y por supuesto, en cada fiesta que había en la casa, uno cantaba «como Alberto Castillo», copiándole la voz yel gesto para delicia de parientes y vecinos. Y en Carnaval, claro, se disfrazaba «de» Alberto Castillo.
Después, al paso de la vida, uno se enteró de la existencia de los teóricos. De los pontífices de gabinete. De los eternos negadores de las puras razones del pueblo. Los que cuando se trató de Alberto Castillo, dijeron: ”Es un payaso”, “Nunca supo cantar”, “No sirve”, “¡Que vergüenza!”.. Pero hay más, los que hablan así de Castillo no lo han escuchado. ES UNO DE LOS MEJORES CANTORES QUE HA DADO EL TANGO ARGENTINO. Y si no me creen a mí, a lo mejor le creen a Aníbal Troilo, que dijo: «Castillo es el único cantor de tangos a quien nunca oí desafinar…»
También dicen que grita ¿Si? Los remito a dos creaciones antológicas «Amarras» y «Ninguna». De esta última, dice Edmundo Rivero: «Después de que lo haya cantado Castillo, a ese tango no puede atreverse a cantarlo nadie más».
Primero que Alberto Castillo siempre fue en serio. Que nunca fingió nada. Jamás se propuso ser lo que es: ¡un creador!. Nunca conocí un cantor de tangos que cantara letras tan profundas y tan renovadoras como las que siempre cantó Castillo. No le tuvo miedo a ningún tema y prefirió DECIR COSAS antes que caer en los convencionalismos remanidos. ¿O acaso hay que repasar el testimonio de “Bronce”, y de “María” y de “¿Se lustra señor?” ? Yo diga y repito Alberto Castillo es un artista insustituible porque viene del pueblo y al pueblo le canta. Siempre dio algo: fuerza, ternura…Y alegría, mucha alegría, y es un capítulo único en la música Argentina”.
Según parece los mercaderes de la angustia han descubierto que la nostalgia y la melancolía son dos pecados síquicos. Uno (que tiene nostalgia y tiene melancolía) no puede menos que aconsejarles que escuchen este disco. Que les servirá -para usar terminología que les es grata- de terapia de apoyo.
A usted, en cambio, que es hombre del pueblo, no hace falta recomendarle nada. Porque ya sabe que en cuanto empiece a oír la voz de Alberto Castillo cantando «Candela» y «Al compás de un tango» y «Los rascas», estará oyendo la increíblemente fresca y firme voz de uno de los mas grandes creadores de la cultura popular, que es lo mismo que decir de la cultura nacional.
Y uno de puro nostálgico y melancólico, nomás, seguirá recordando a muerte esos versos tremendos:
«Yo soy parte del pueblo
Y le debo lo que soy
Hablo con su mismo verbo
Y canto con su misma voz”
(Julio Lagos –Periodista, locutor – Contratapa del disco long-play “Pa´la muchachada” publicado por Music-Hall reeditando el catálogo de grabaciones de discos TK)
Jorge Dragone (1967), grabó 12 (once) temas con Alberto Castillo. Músico, pianista, director, compositor y arreglador nacido en la localidad de General Villegas, provincia de Buenos Aires, el 12 de Febrero de 1927. Falleció en CABA el 31 de mayo de 2020. Entre 1954 y 1960 integró la orquesta de Ángel Condercuri que acompañaba a Alberto Castillo. En 1956 realizó una gira por Europa como músico acompañante del cantor de «los cien barrios porteños». Su debut como director de la orquesta típica de Alberto Castillo fue en España.
Títulos por orden alfabético, género, fecha de grabación, mes y año.
- A chirolita (tango) 1967
- Abuelita Dominga (Rosa Morena) (milonga candombe) 1967
- Engañada (vals peruano) 06-11-1956
- Cachumbe (milonga candombe) 1967
- Candombero (candombe) 1967
- En el bar (tango) 1967
- Muchachas de Madrid (Canción española) 1967
- Moneda de Cobre (tango) 1967
- Patria (milonga) 1967
- Talán, talán (tango) 1967
- Tamboriles (milonga candombe) 1967
- Una carta (tango) 1967
Osvaldo Requena (1974-1976), participó de la dirección 34 grabaciones de Alberto Castillo para la discográfica Microfón de Argentina. Osvaldo Requena nació en Buenos Aires, el 29 de junio de 1931. Falleció en esa capital el 25 de marzo de 2010. Fue un pianista, arreglador, compositor y orquestador de tango argentino.
Títulos por orden alfabético, género, fecha de grabación, mes y año.
- Adiós, pampa mía (tango) 1976
- Al compás de un (tango) tango 1975
- Alma de moreno (canción) 1975
- Así se baila el tango (tango) 1974
- Buzón (tango) 1974
- Candombeando (candombe) 1975
- Con permiso, soy el tango (tango) 1975
- Cucusita (tango) 1976
- El beso (pasodoble) 1975
- El tango es el tango (tango) 1974
- Ella (candombe) 1974
- Flor de fango (tango) 1974
- Garufa (tango) 1974
- La que murió en París (tango) 1975
- La vieja serenata (vals) 1975
- Ladrillo (tango) 1974
- Los cien barrios porteños (Vals) 1975
- Mano blanca (tango) 1976
- Menta y cedrón (tango) 1976
- Mi piba (tango) 1974
- Moneda de cobre (tango) 1976
- Muchachos, escuchen (tango) 1975
- Muñeca brava (tango) 1976
- Ninguna (tango) 1975
- Nubes de humo (tango) 1975
- Por cuatro días locos (marcha) 1975
- Recuerdo (vals) 1974
- Se acabó tu cuarto de hora (tango) 1975
- Siga el baile (candombe milonga) 1974
- Todavía hay otarios (tango) 1975
- Tomo y obligo (tango) 1974
- Violetas (vals) 1974
- Volver (tango) 1976
- Yo llevo el tango en el alma (Tango) 1976
En 1993, reedita «Siga el baile» (Milonga Candombe) uno de su grandes éxitos con la banda de ska, de Argentina, Los Auténticos Decadentes.
Además, se produjeron siete discos de estudio: “Con permiso, soy el tango” (1991), “Así se baila el tango” (2001), “Tangos y valses” (2002), “De mi barrio” (2002), “Recuerdo” (2002), “Los esenciales” (2003) y «Copas, amigas y besos” (EMI-2004).
El tema «Siga el baile» es un candombe-milonga compuesto por el violinista argentino Edgardo Donato (14 abril 1897 – 15 febrero 1963) y la letra del pianista y compositor uruguayo Carlos Warren (11 marzo 1891 – 21 octubre 1953). La primera versión salió en el disco De mi barrio (1945), con la voz de Castillo. Según cuenta la historia, originalmente se llamó “Siga el tango”, pero años después de su composición tuvo un cambio de estilo, donde tomó preponderancia el candombe. Rápidamente se convirtió en un éxito y se sumó al cancionero popular.
Letra
Siga el baile, siga el baile
de la tierra en que nací;
la comparsa de los negros
al compás del tamboril.
Siga el baile, siga el baile
con ardiente frenesí;
un rumor de corazones
encendió el ritmo febril.
Ven a bailar,
te llevaré en las alas
de mi loca fantasía,
quiero olvidar
con besos nuestras penas,
torbellino de alegría.
Siga el baile, siga el baile
de la tierra en que nací;
la comparsa de los negros
al compás del tamboril.
Siga el baile, siga el baile
con ardiente frenesí;
un rumor de corazones
encendió el ritmo febril.
Dulce cantar,
caricia arrulladora,
embriagante, tentadora,
son musical
repica ya en los parches
con su ritmo tropical.
Siga el baile, siga el baile
de la tierra en que nací;
la comparsa de los negros
al compás del tamboril.
Al compás del tamboril,
¡opa,opa!
al compás del tamboril,
¡opa, opa!
al compás del tamboril…
La interjección «¡Opa!» es muy usada en el Uruguay. El término opa, como se usa en Argentina, viene del quechua y es sinónimo de ingenuo, asegura Katia Gibaja, directora de La Academia Quechua Qollasuyo. Pero en la República Oriental del Uruguay es una interjección que se usa como previo al saludo (¡opa!, que tal?) o también cuando a uno lo sorprende un regalo o una noticia ; en este último caso, en vez de ser un opa! seco, es entonado, con las vocales alargadas: «¡oooopaaaaa!»
Martín Damián “La Mosca” Lorenzo, percusionista de Los Decadentes contó que sugirió el tema,mientras grababan su tercer disco. “Le interesó al resto del grupo. Lo fuimos a buscar a Alberto a su casa y le llevamos la grabación que teníamos para el álbum. Si a él no le gustaba, la dejábamos afuera. Por suerte le encantó y aceptó participar”.
Su personalidad y estilo cautivó a los jóvenes músicos que estaban preparando los instrumentos en el estudio. “Apareció con una campera de cuero, con anteojos oscuros, parecía Elvis Presley. Un capo total. Fue todo muy divertido”, recordó Gastón “El Francés” Bernardou, miembro fundador de la banda en 1986.
Cine
A mediados de los años cuarenta sumó a su carrera intervenciones en el cine. Entre 1946 y 1960 participó en una docena y media de películas, que por encima de sus valores cinematográficos, tuvieron la atracción de su presencia:
1946 – “Adiós pampa mía” – Debuta en este filme de Argentina en blanco y negro dirigida por Manuel Romero según su propio guion que se estrenó el 27 de diciembre de 1946 y que tuvo como protagonistas a Alberto Castillo, Perla Mux, Alberto Vila y María Esther Gamas. Primera película de Alberto Castillo y gran repercusión popular.
1948 – “El tango vuelve a París”, junto a Aníbal Troilo es una película en blanco y negro de Argentina dirigida por Manuel Romero sobre su propio guion que se estrenó el 16 de enero de 1948 y que tuvo como protagonistas a Alberto Castillo, Elvira Ríos, Severo Fernández, Fernando Lamas y Lilian Valmar.
Aníbal Troilo «Pichuco» sostuvo que Alberto Castillo era el único cantor de tangos que nunca desafinó. Uno de los mejores cantores que tuvo «Pichuco «como Edmundo Rivero, no cantaba el tango “Ninguna”, letra de Homero Manzi, porque Castillo la había entonado inigualable decía, justamente con la orquesta del «Bandoneón Mayor de Buenos Aires» en la película “El tango vuelve a París” (1948), continuación de uno de los films más taquilleros del cine argentino protagonizado por Alberto, “Adiós, Pampa Mía” (1946).
1949 – “Alma de bohemio”, es una película argentina del género de comedia y musical filmada en blanco y negro dirigida por Julio Saraceni sobre un guion de Rodolfo Sciammarella y Carlos A. Petit que se estrenó el 24 de agosto de 1949 y que tuvo como protagonistas a Alberto Castillo, Fidel Pintos, Lilian Valmar y Lalo Malcolm.
1949 – “Un tropezón cualquiera da en la vida”, es una película en blanco y negro de Argentina dirigida por Manuel Romero sobre su propio guion escrito sobre el argumento de Fernando Benavídez y Rodolfo Sciammarella que se estrenó el 20 de enero de 1949 y que tuvo como protagonistas a Alberto Castillo, Virginia Luque, Francisco Álvarez y Fidel Pintos. Esta comedia musical de Argentina Sono Film, contó con la musicalización de Rodolfo Sciammarella y Silvio Vernazza con los tangos «Un tropezón (He tenido un mal momento)» con letra de los vascos Luis Bayón Herrera y música de Raúl de los Hoyos que dio título al film «Chorra» de Enrique Santos Discépolo, «Barrio pobre» de Vicente Belvedere y Francisco García Giménez, «Soy porteño y soy varón», «Yo llevo el tango en el alma», de Osvaldo Sosa Cordero y «Candombero» de Luis Alberto Carballo, interpretados por Alberto Castillo.
1950 – “La barra de la esquina” (1950), es una película en blanco y negro de Argentina dirigida por Julio Saraceni sobre el guion de Carlos A. Petit, Rodolfo Sciammarella y Manuel M. Alba según la obra homónima de Carlos Goicochea y Rogelio Cordone que se estrenó el 4 de julio de 1950 y que tuvo como protagonistas a Alberto Castillo, María Concepción César, Pepe Marrone, Iván Grondona y Jacinto Herrera. Hay una nueva versión dirigida por Enrique Carreras titulada «Los muchachos de mi barrio» (1970).
1950 – “Buenos Aires mi tierra querida”, es una película en blanco y negro de Argentina dirigida por Julio Saraceni sobre el guion de Manuel M. Alba y Carlos A. Petit que se estrenó el 2 de mayo de 1951 y que tuvo como protagonistas a Alberto Castillo, Norma Giménez, Jacinto Herrera y Pepe Marrone. El título inicial del filme era ¡Mi Buenos Aires lejano!.
1953 – “Por cuatro días locos” (1953) es una película en blanco y negro de Argentina dirigida por Julio Saraceni sobre el guion de Ariel Cortazzo y Rodolfo Sciammarella que se estrenó el 2 de diciembre de 1953 y que tuvo como protagonistas a Alberto Castillo, Amalia Sánchez Ariño, Francisco Charmiello y Mario Pugliese.
1954 – “Ritmo, amor y picardía” es una película en blanco y negro de Argentina dirigida por Enrique Carreras sobre el guión de Manuel Barberá que se estrenó al año siguiente,el 2 de marzo de 1955 y que tuvo como protagonistas a Alberto Castillo, Amelita Vargas, Alfredo Barbieri y Francisco Álvarez. Una versión posterior se tituló «Un muchacho como yo».
1956 – “Música, alegría y amor” es una película en blanco y negro de Argentina dirigida por Enrique Carreras sobre su guion según la obra Loute, de Pierre Veber que se estrenó el 9 de mayo de 1956 y que tuvo como protagonistas a Alberto Castillo, Amelita Vargas, Beatriz Taibo y Leonor Rinaldi.
1956 – “Luces de candilejas” es una película de Argentina filmada en colores, dirigida por Enrique Carreras según su propio guion escrito con diálogos de Agustín Cuzzani que se estrenó el 11 de septiembre de 1958 y que tuvo como protagonistas a Alberto Castillo, Amelita Vargas, Francisco Charmiello y Luis Prendes. Fue filmada en el Uruguay.
1958 – “Nubes de humo” es una película en blanco y negro de Argentina dirigida por Enrique Carreras sobre su propio guion que se estrenó el 14 de mayo de 1959 y que tuvo como protagonistas a Alberto Castillo, Mercedes Carreras, María Luisa Santés y Francisco Álvarez. El filme, que es el último de Castillo, está dedicado a la memoria del director de cine Manuel Romero.
1976 – “El canto cuenta su historia” es una película de Argentina filmada en GevaColor dirigida por Fernando Ayala y Héctor Olivera sobre el guion de Julio Márbiz según la idea original de César Perdiguero y Manuel J. Castilla que se estrenó el 27 de agosto de 1976 y que tuvo como protagonistas las voces de maestros de la talla de Tita Merello, Carlos Gardel, Alberto Castillo, Mercedes Sosa, Roberto Firpo, Martha De Los Ríos, Jorge Cafrune, Leda Valladares, Julián Centeya, Cayetano D’Aglio, Andrés Chazarreta, Camerata Bariloche, Antonio Tormo, Eduardo y Rosita Quiroga, entre otros.. Por presiones y amenazas desde sectores de la derecha política de Argentina, fue suprimida la participación de Mercedes Sosa, quien se encontraba prohibida por el golpe de estado que encabezaron los militares el 24 de marzo de ese año. Fue filmada parcialmente en Cosquín, Salta y San Antonio de Areco. Una versión resumida fue exhibida en televisión como El tango cuenta su historia.
Al recordar los estrenos de esos filmes, gritaba… “¡qué estrenos!”. “Me rompían el saco y la camisa, se llevaban la corbata, me dejaban hecho un desastre” y la carcajada ponía fin a la evocación. Trabajó con las actrices más encumbradas, desde Tita Merello, María Concepción César, Beba Bidart, Elvira Ríos, hasta Nélida Lobato.
Así se presentaba el cantor de los «Cien barrios porteños»: “ ¡Yo soy parte de mi pueblo y le debo lo que soy… Hablo con su mismo verbo y canto con su misma voz!” era la carta de presentación de Alberto Castillo en clubes, carnavales, teatros y calles a lo ancho de la Argentina.
Video – ALBERTO CASTILLO – «ASÍ SE BAILA EL TANGO» / «CIEN BARRIOS PORTEÑOS» – De la película «El canto cuenta su historia», de 1976.
Premios
Recibió numerosas distinciones, entre ellas fue «Declarado Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires» (1990) y Personalidad Emérita de la Cultura Nacional (1999).
Premio Konex 1995: Música Popular / Mención Especial
Premio Konex 1985: Cantante Masculino de Tango
Recibió numerosas distinciones. Declarado Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires (1990) y Personalidad Emérita de la Cultura Nacional.
Entrevista de la revista 7 DIAS – ALBERTO CASTILLO – 1972
Fue un cantor de vanguardia, un populista que gustaba decir del pueblo: «Hablo con su mismo verbo, canto con su misma voz». La semana pasada, cuando SIETE DIAS lo fue a buscar a su amplio piso de la calle Riobamba al 100, el cantor seguía repitiendo ese slogan con la misma frescura de 30 años atrás. No era, sin embargo, un simple gesto congelado en el tiempo, sino que nacía de la profunda convicción del artista que no tiene nada que reprocharse y que imagina aún, delante suyo, un largo, tentador camino que espera ser transitado.
—¿Cuándo comenzó a cantar?
—Hace 50 años. Cuando cumplí los 7, los muchachos de mi barrio, esos que antes se juntaban en las esquinas, me llevaban con ellos y me hacían cantar. ¿Qué querés que te diga?, a mí eso me ponía loco de orgullo, ¿sabés? Era como si yo, con la edad que tenía, formase parte de la barra. Era el sueño del pibe.
—¿Cómo recibía su familia esa actitud suya?
—¿Y cómo querés que la recibiera? ¿Te pensás que se iban a ofender porque su hijo supiera cantar? Al contrario, se sentían contentos.
—No me refería a sus condiciones vocales sino a sus escapadas con la barra …
—¡Ah! Creí que me hablabas del canto.
—¿A qué medio social pertenecía su familia?
—Eran comerciantes. Aunque no nadaban en guita pudieron hacer frente, holgadamente, a los gastos de mi educación. Yo nunca tuve que trabajar para pagarme el café con leche, como se dijo en algunas oportunidades.
—¿Cómo llegó a convertirse en cantor profesional?
—Mirá, otras; de las mentiras que se hicieron circular es que yo, de muchacho, andaba cantando de club en club y de boliche en boliche. No es cierto: yo únicamente cantaba para mis compañeros. Cuando estaba cursando el último año de Medicina, el director Ricardo Tanturi se enteró, por unos amigos, de que en la Facultad había un muchacho que cantaba de lo lindo y me buscó. Así empezó mi carrera de cantor. Me puse rápidamente de acuerdo con Tanturi y entré a formar parte de la orquesta Los Indios.
—¿Usted ya había cantado ante auditorios numerosos?
—¡Y claro! ¿No te acordás de las descomunales fiestas de la primavera que se hacían en otros tiempos? Esa siempre era una linda ocasión para lucirme, te lo aseguro.
—¿Qué pasó después?
—Después Pablo Valle, entonces director de Radio El Mundo, me mandó llamar para su programa Ronda de ases, donde actuaban Pichuco, D’Arienzo, Fresedo y un montón más de tipos famosos. Era algo extraordinario. Allí el público daba el veredicto y consagraba a los mejores a fuerza de aplausos. Yo fui aceptado de inmediato.
—¿En esa audición actuaba con su nombre propio?
—No, Valle ya me había rebautizado con el de Alberto Castillo; decía que De Luca no le gustaba porque sonaba a vermicelli. Pero no vayas a creer: yo mismo estuve de acuerdo en que me cambiara el nombre. Quería dejar bien deslindado que De Luca era el médico y Castillo el cantor.
—¿Cómo recibió el público sus primeras apariciones?
—¿Pero cómo? ¿No sabés que yo en la radio ganaba concursos que daba miedo? La gente se enloquecía cuando yo cantaba. Para oírme hasta rompían los vidrios de las ventanas. Me llevaban en andas como si fuera un mandarín chino y no dejaban de gritar: «¡Al Colón… Al Colón!». Era la gloria, entendés, la gloria.
Muchos recuerdan que por esa época, una de las maneras que tenía Castillo de contribuir a su propia fama era la de halagar a los sectores más populares de su audiencia. Cuentan, a este respecto, una curiosa anécdota que lo radiografía perfectamente. Durante una de sus giras por América latina llegó a Santiago de Chile, donde se alojó —como era su costumbre— en el mejor y más elegante hotel de la ciudad. Una vez allí, momentos antes de una conferencia de prensa, Castillo pidió al gerente que le hiciera conocer la cocina. Cuando llegó a esa dependencia, la mayor parte del personal se arracimó allí para verlo de cerca. Entonces, espontáneamente, sin que nadie se lo pidiera, A.C. desgranó, entre montones de papas y pilas de cacerolas, algunos de sus más exitosos y colorirlos tangos. Toda la prensa chilena comentó, a la mañana siguiente, el canoro y demagógico gesto del astro argentino, que sabía ganarse admiradores en todo el continente.
—¿Intentó hacer un balance de esa gloria que lo rodeó desde el comienzo de su carrera?
—Ese éxito fabuloso me llenó el corazón y te lo digo orgullosamente: siento que todavía me acompaña, que nunca se apartó de mi lado. Siento que fui un vanguardista de la canción, que rompí con los moldes tradicionales. Fijate que introduje el fraseo y las notas entrecortadas (Castillo se lleva una mano a la altura de las orejas y murmura, a modo de ejemplo: «Esta puerta se abrió para tus pasos / este piano tembló con tu emoción»). ¿Oíste, captaste? Yo con la voz hice algo creativo. En lugar de limitarme a seguir la música fui recreando, a fuerza de inflexiones de la voz, toda la música misma. Te doy un ejemplo: en una de mis primeras apariciones en un night club noté que la gente, al bailar, seguía mis inflexiones de voz en lugar de seguir la música.
—¿Eso lo indujo a formar su propia orquesta?
—Existieron varias razones. En primer lugar, y para qué nos vamos a engañar, yo tenía muchas pretensiones. Como era primera figura y el público me aclamaba, ¿por qué me iba a conformar con un buen sueldito pudiendo ganar mucho más dinero? Además quería estar libre para usar a fondo mi estilo y cantar solamente lo que yo quería. En esa época el gobierno había prohibido el lunfardo del tango y muchos directores modificaban las letras de las canciones para no tener problemas de repertorio. Yo nunca acepté ese temperamento. Era la locura: no se podía decir emborrachar, había que decir embriagar; el tango «La maleva» fue intitulado «La mala». Fijate qué barbaridad: como si mala y maleva quisieran decir lo mismo…
—¿Cómo logró o descubrió su estilo, su famosa modalidad?
—Cuando era chiquito cantaba como cualquiera, pero a medida que fui creciendo me di cuenta de que no podía limitar mi expresión a sólo unos mezquinos movimientos faciales. Sentía la necesidad de expresarme con todo el cuerpo. Por ejemplo, si uno, como en el tango, le dice a la mina que se vaya, que se tome el bondi porque se le pasó el cuarto de hora, y canta al final: Adiós, que te vaya bien… Eso hay que decirlo con todo el cuerpo, porque es la única manera de expresar la rabia que uno tiene ante una situación semejante. Yo canto como me enseñó la calle, el café de la esquina y las guardias del hospital Alvear.
—Usted habló de sus guardias como médico, ¿podría explicar qué pasaba en su consultorio particular? Si mal no recuerdo usted era «médico de señoras», como se decía antes a los ginecólogos. ¿Es verdad?
—Y… qué querés, algunas clientes se tiraban unos lances bárbaros. Yo me daba cuenta en seguida, sabés, yo las pescaba. Cuando junaba que una mina no tenía nada, le daba un raje bastante directo.
—¿No fue usted demasiado agresivo al cantar?
—Cuando interpretaba el tango «Qué saben los pitucos» algunos mamertos se daban por aludidos, pero eso no era culpa mía. Es cierto que a veces hubo buenas broncas y piñas, pero yo jamás busqué roña. Se me criticó porque yo pegaba fuerte, pero te aseguro que soy inocente. Si alguna vez practiqué box fue porque me gustaba como deporte y nada más.
—¿Qué hay de cierto en eso de que usted se sentía más popular que Perón? ¿Lo dijo alguna vez?
—No. Yo al Hombre lo admiro porque fue el primer presidente que sonrió al pueblo. Me gusta como persona y creo que los dos tenemos el don de la simpatía. Canté en Plaza de Mayo porque me lo pidieron y porque me interesaba. Es que ambos sabíamos que no podíamos tirarnos en contra. En su terreno, cada uno era un caudillo.
—Castillo: ¿Cómo es usted realmente?
—¿No te diste cuenta? ¿Qué querés? ¿Que te cuente mi vida privada? ¿Para qué? Mirá, soy un hombre que ama a su familia. Pero estuve muchas veces frente a las locas tentaciones, en el fuego, y es difícil salir de él sin quemaduras. No sé si soy más o menos honesto que otros. Qué querés, mi viejo, yo soy así.
Revista Siete Días Ilustrados 03.01.1972
Alberto Castillo por Julián Centeya
Algún día se escribirá la otra historia del barrio. Entonces, lo que fue San José de Flores será observado en su vida lírica, fijado en «sitios» donde se le demoraban guitarras y elevaban voces. La casa del Teniente General Adolfo Atanasio Arana, dialogador de «peligros que de lo gloria» ubicado en Fray Cayetano 457 donde muriera serenamente el 12 de junio de 1926.
En ese patio abrigador la guitarra de los fortines elevó los aires a los que se le habían asomado, cuando lo pulsara un sargento de kepis requintado, el mismo mangrullo fortinero cuando los horas eran de avanzada sobre las lanzas de Namuncurá. Habrá que conversar de Gabino Ezeiza, que vivía en la calle Azul 92. No se podrá silenciar el recuerdo del cantor Juan Mas y habrá que arrancar del olvido al histórico almacén de Dacharry en Rivadavia y Membrillar donde improvisaban decimas reales el oriental Arturo de Navas y aquel moreno que se llamaba Luis García Morel o quien José Ingenieros consideró en una conversación con el poeta Francisco Aníbal Riù como el más lustrado de los payadores argentino.
Alguien evocara los bailes-polcas y mazurcas que se ofrecieron en la Casa Municipal, el Club Social y el Teatro, los salones de la Sociedad de Socorros Mutuos La Providenza de la calle Necochea 20. Estaban de moda, entonces Dalmiro Costa autor del vals “Nubes que posan» e Hilarión Morena que quiso llamarse Ramenti (enagrama de «mentira). Quien historie este San José de Flores, hablara, sin dudas, de centros recreativos que llamaron «Les Pierrots del norte», «Los mosqueteros de Luis XV» «Los Caballeros de la noche», «Patria y Tradición», «Los hijos de Rosa Celeste”.
San José de Flores tenia, por aquel tiempo, los quintas de Correa Morales, La Casa de Las Animas, la de Dorrego Ortiz Basualdo, la de Portela Terry, Lanús, Sanabria y Lacoste.
Las calles se llamaban de otro modo: Camino de Campaña, Bella Vista, José Bergallo, Constitución, De la Pètrera, Colón, 23 de Mayo, Ferrocarril, San José.
Quedará bien, entonces, memorizar los versos iniciales de aquel soneto de Baldomero Fernández Moreno:
“Oh Flores, barrio de la cabalgata y el tapial agobiado de jazmines, de tres niñas diablesas querubines, cuello de nieve y labios de escarlata”
Su origen está en la cruz de cuatro esquinas de dos calles anchas. Integrando la barra con Roberto Escalada, Rodolfo Díaz Soler y el bueno de Petrosino, a quien no le valió su rostro curtido paro esconder su cálido corazón de hombre bueno.
Acaso fracasado center forward de un equipo del barrio, pero concretado médico (la vida tiene casos de asombro) Alberto Castillo, por sobre todo, cantor. Creador de un estilo que halló en la penumbra de una boite de Mar del Plata, impuso, no sin lucha (que nada le resultó fácil) su personalidad aguda, inconfundible e inimitable. Tiene el frescor esquinero que no se le puede ni debe discutir. El acento de una ciudad de lo cual es un individuo y he aquí dicho claramente, el significado de lo auténticamente representativo En esto línea hay que ubicar a la voz de Ángel Vargas crecido con la muerte, como ha crecido Fiorentino y todos los que no pudieron continuar durando porque Vargas (mas jilguero que ruiseñor de calles porteñas) tiene idéntico mérito.
El acento de Alberto Castillo está en una cordialidad que habla de transparencias. De su ubicación en el plano dramático y en la justeza con que canta -narra- el humorismo dado vuelta de los dramas del tango, que intentan no ser eso: drama. Voz que no se parece a ninguno otra voz. Afinación, que debe señalarse, tanto como admirarse, facultad de compenetración con los temas, es, a la postre, un artista creador.
A espaldas de mi «oficio» (que es ser ácido hasta la crueldad y la crueldad, en este sentido es uno de las formas del bien que se desea para los otros) digo y sostengo lo que sigue, de Alberto Castillo, a quien no me ata amistad, sino antiguo conocimiento:
«Está en la historia de la lírica porteña». Por razón de méritos, por orden de los valores que forman el valor, por su personalidad, donde se apoyó su estilo, y por lo generosidad que suma tres décadas largas -todo un camino y una vida de un darse en tango, sin aportarse un cuarto de su comprometida confesión de hombre y de artista.
«Yo soy parte de mi pueblo y le debo lo que soy” (Alberto Castillo)
«Su voz es la que no se parece a ninguna otra voz»
Julián Centeya
Muchos cantores populares han convocado multitudes a lo largo de la historia de la industria fonográfica. En los primeros 50 años de la misma podemos citar a Carlos Gardel, Agustín Magaldi, Ignacio Corsini, Francisco Fiorentino, Edmundo Rivero, Hugo Del Carril. Sin embargo, ninguno de los mencionados alcanzó el nivel colosal, superlativo de Alberto Castillo, según los cronistas de la época y sus pares del mundo del espectáculo. Solo la orquesta de Juan D´Arienzo podía competir con él. Sus seguidores se conmovieron por la estética de su estilo interpretativo diferente y la simpatía que transmitía. Ningún cantor de tangos fue tan querido como Alberto Castillo, fundamentalmente en los años de las décadas de 1940 y 1950.
Castillo sostenía que su modo de cantar favorecía a los bailarines: «La gente se mueve gracias a mi modo de cantar», aseguraba.
Alberto Castillo impactó al moverse con gran plasticidad en el escenario, además su modo de tomar el micrófono e inclinarlo de lado a lado, su derecha junto a la boca como un voceador callejero, su pañuelo cayendo del bolsillo del saco, el cuello de su camisa desabrochado y la corbata floja.
Alberto Castillo como otros grandes de nuestro tango de estirpe rioplatense, de identidad argentino-uruguaya, distintos a los esquemas fue denostado por su estilo, lo calificaban de carrero,chabacano,y otros términos peyorativos. Durante mucho tiempo se mantuvo tranquilo no contestando agravios, hasta que un día,cansado de tanto comentario negativo,dijo: «Ahora hablo yo .. han dicho de mí cuanto quisieron, hablaron de mis tangos, de mi forma de cantar, pero les contesto, cuando canto no cuido la pose ni pienso que dirá el público, todo esta pendiente de mi interpretación, y si es necesario golpear una palabra para darle mayor fuerza emotiva, nervios, cuerpo y mente entregan sin cálculos a esa emoción. Yo no imito a nadie, vivo atento a las emociones del pueblo y trato de satisfacerlas, me preocupo por mi repertorio».
«Cuando yo canto un tango lo pongo todo, porque lo siento. No podés hablar de un drama si nunca lo tuviste. Y que me vengan a hablar a mí de dramas, que me pasé cinco años de practicante en el hospital.»
Alberto Castillo, con la orquesta dirigida por el eximio bandoneonista Ángel Condercuri, llega a EE.UU. Los norteamericanos gustaban tremendamente de nuestro tango y permanecen allí durante largos meses trabajando con gran éxito en la calle 42 de Nueva York , para continuar por Marruecos, Francia, y Asia. A Europa fue seis veces, además de realizar temporadas teatrales en Argentina realizó varias giras por sur y centro américa donde era aclamado.
Radio
Alberto Castillo alcanzó un éxito incuestionable como solista, fue arrasador. LR3 Radio Belgrano, que confrontaba con LR1 Radio El Mundo, lo convirtió los martes y jueves a las 21,30 horas en acaparador de una audiencia entusiasta, y fiel que seguía semanalmente el programa denominado «La Voz Triunfadora en el Cancionero Glostora». Era éste el fijador que con Brancato se disputaba la hegemonía sobre el cabello de los jóvenes. También actuó en LR4 Radio Splendid.
Glostora fue una marca comercial de fijador para el cabello, que los varones jóvenes usaban desde la década de 1940. Lo producía en Argentina la Compañía Argentina Sydney Ross S. A. y se lo recuerda también por un microprograma de radio llamado «El Glostora Tango Club» , que auspiciaba el fabricante y ofrecía conciertos de tango en vivo de muy alta calidad, un programa que se transmitió por LR1 Radio el Mundo de Argentina, de lunes a viernes, durante 22 años, de 20:00 a 20:15 entre el 1° de abril de 1946 y el año 1968
Estas eran las frase comerciales del auspiciante Glostora: «Una cita con Glostora, el fijador de la juventud triunfadora», «Él se peina a la moda, luce un peinado Glostora.»
Algo similar se produjo, siempre por LR3 radio Belgrano, en un espacio auspiciado por Jabón Federal.
Además participo de programas de radiales del interior del país:
Publicaciones en el diario «La Nueva Provincia» de la ciudad de Bahía Blanca, Provincia de Buenos Aires
El 1945, la emisora de radio LU 2 AM Radio Bahía Blanca fue adquirida por el Sr. Jaime Yankelevich con el propósito de extender la red nacional de Radio Belgrano, de la que era propietario. Años después, fue licitada por el gobierno y resultaron permisionarios de la onda, la señora Diana Julio de Massot y otros socios, quienes recibieron oficialmente la Emisora el 23 de abril de 1958, en una ceremonia que tuvo lugar en la Biblioteca de «La Nueva Provincia». Los estudios de LU2 habian sido traslados a la calle Donado 25. Más tarde Radio Bahía Blanca S.A., instaló los estudios modernizados en Sarmiento 64, primer piso, de la ciudad de Bahía Blanca, y ampliados desde el 1 de diciembre de 1988. Finalmente se trasladó a la calle Rodríguez 55, en febrero del año 2001.
Otras Publicaciones
Starosta era la principal marca de figuritas en los años 40 y 50. Las primeras colecciones de figuritas, en Argentina, se publicaron en la década del 1910 del siglo XX, cuando estas acompañaban la venta de paquetes de cigarrillos y de chocolates, como si fueran un extra para atraer clientes. Todavía eran épocas, por supuesto, sin televisión, pero también sin radio –el primer partido relatado fue en 1924–, en que las imágenes servían para conocerles las caras a los jugadores. Recién algunos años después comenzaron a venderse de manera independiente, con sus propios paquetes, y entonces llegarían las redonditas, las chapitas y las ilustraciones. Tanto las figuritas como los álbumes se vendían principalmente en kioscos y panaderías y a veces en algunas librerías y peluquerías de barrio. Los sobres, que contenían alrededor de 5 unidades, costaban entre 5 y 20 centavos. En los álbumes se les pegaba por temas y números cuidadosamente. Si se completaba totalmente el álbum, sin que faltara ninguna figurita y se lo presentaba en la distribuidora correspondiente, podrían obtenerse valiosos premios.
Lali era una de las marcas surgidas en la década de 1950. En las colecciones presentadas se encuentra una dedicada a artistas, incluyendo cantantes de tango, en 1952. La figurita numero 115 de esa colección era de Alberto Castillo.
En la década de 1930 surgieron también revistas especializadas en programación radial, dedicada artistas del cine y la cancón, como La Canción Moderna y las reconocidas Radiolandia y Antena comprada a Jaime Yankelevich por Julio Korn, dueño de Radiolandia, en 1937..
Revista mensual «Porqué canto yo» del año 1944, dedicada a Alberto Castillo. suplemento de la publicación «Alas de la canción».
Fragmento de la entrevista novelada de Carlos Villagrán:
«Todas sus respuestas son vehementes y apasionadas en el tono y me lo hace elevar a mi para estar en su textura. En un momento dado, Díaz Soler viene y pregunta:
-¿Están historiando tu vida artística o están discutiendo, ustedes?
Es que Alberto Castillo siente todo lo que dice y lo afirma con gesto y ademán enérgico. Su fuerte personalidad está latente en cada una de sus frases.
Hablamos de su adolescencia, cursaba bachillerato en el Colegio Rivadavia..
(Castillo) – Años lindos e inolvidables aquellos! El niño, poco a poco se estaba convirtiendo en hombre y éste comenzaba a experimentar los anhelos y a soñar con “algo” no definido, pero que poco a poco, debía ir concretándose en realizaciones que lo llevarían a un futuro, futuro que en los entre-sueños juveniles siempre es maravilloso y triunfador.
A los 13 comenzó el bachillerato y a los 17 ya tenía su título. El mañana se le presentaba auspicioso e incitante!
Alberto Castillo el cantor, hace un mutis breve y el hoy doctor Alberto de Lucca deja un rosario de palabras de amable recordación para quienes fueron sus compañeros de estudios.
Vuelve el cantor a retomar el hilo de su relator y lo dejo hablar
(Castillo) ¡A los veinticinco años me recibí de médico!»….
¡Muchas gracias querido cantor de LOS CIEN BARRIOS PORTEÑOS! Don ALBERTO CASTILLO, tu talento de alto vuelo le dieron un toque magistral a tres obras de los años veinte que consagraron al maestro compositor y pianista saladillense RAÚL DE LOS HOYOS.
Fuentes: Wikipedia / Tango Nuestro-Diario Popular de Argentina / Jorge Göttling / Nadie nos invito-Villa Luro / Ministerio de Cultura de la Nación Argentina / Tango.info / Fundación Alberto Castillo / Jorge Dragone / Revista 7 Días / Tango y Folklore Argentino
Homenaje a los médicos /as, enfermeros/as, auxiliares de la sanidad que están siempre exponiendo sus vidas, dando todo de si, frente a la pandemia de Covid-19 en el mundo.
RAULDELOSHOYOS.COM-SITIO CULTURAL–SIN FINES DE LUCRO
Es fundamental que los archivos sonoros, gráficos y audiovisuales sean considerados un bien cultural.
La UNESCO ha elaborado recomendaciones para la salvaguardia de estos materiales como parte de la memoria
del mundo. Algunas políticas culturales han permitido tomar cierta conciencia de las pérdidas y cómo poder frenar el deterioro de los archivos sonoros, gráficos y audiovisuales, sobre todo de aquellos que se encuentran en una irreversible obsolescencia como lo son los soportes analógicos, o los que tienen como soporte el papel. (Ver Textos fundamentales de la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Inmaterial 2003: https://ich.unesco.org/doc/src/2003_Convention_Basic_Texts-_2018_version-SP.pdf) La era digital que nos atraviesa permite disponer de novedosas herramientas que podemos aplicar para atesorar y resguardar todo, con la participación de la comunidad y decisiones políticas en la misma dirección.
Cada tango es una historia
En cada tango un pedazo de historia, un renglón de vida que los músicos, poetas y letristas componen bellamente para trenzar los renglones de tinta virtual y quedar mirándonos en este espejo musical del amor y los actos humanos. Y que no falte nunca el abrazo tanguero.
rauldeloshoyos.com es un sitio web NO comercial, por lo que los materiales publicados tienen como único cometido informar sobre la obra de Raúl Joaquín de los Hoyos, conocido artísticamente como Raúl De Los Hoyos, el tango, sus letristas e intérpretes, difundir el Patrimonio Cultural de Saladillo y entretener a toda persona que lee la página.
Raúl Joaquín de los Hoyos es Patrimonio Cultural de Saladillo (2018) y Ciudadano Distinguido Post Mortem (2019).
Luis Perrière
4 respuestas
Impresionante lo que se puede aprender. Mil gracias!!!!
¡Muchas gracias amigo José Ramón DELUCA! Luis Perrière
不知道说啥,开心快乐每一天吧! No sé qué decir, ¡feliz cada día!
Siempre es muy alentador saber mas de figuras tan relevantes del tango, muchas gracias