LA NEGRA
UN TROPEZÓN | RAÚL DE LOS HOYOS
Sofía «La Negra» Bozán, estreno cuatro creaciones de Raúl De Los Hoyos «El hijo de la música», dos en 1927, el tango «Un tropezón (He tenido un mal momento» con letra de Luis Bayón Herrera, en la revista «Estampas Iluminadas del Teatro Sarmiento», el tango «Purrete de mi amor», con letra de Luis Bayón Herrera en la revista «Mientras las hojas caen» y en 1928 el tango «Deja que la gente diga» con letra de Luis Bayón Herrera, en la revista «El telar Maravilloso» y el tango «Quemá esas cartas» con letra de Manuel Romero en la revista «Nueva York en Buenos Aires». Todos estos tangos fueron estrenados por en el Teatro Sarmiento, propiedad de Luis Bayón Herrera.
Sofía «La Negra» Bozán (María Sofía Isabel Bergero), nació el 5 de noviembre de 1904 en Buenos Aires, y falleció el 9 de julio de 1958 en la misma ciudad. Fue una actriz argentina de vodevil, teatro, cine y cantante de tango entre 1925 y 1958. Era una auténtica estrella porteña desaparecida en plena carrera. Figura mítica del espectáculo porteño (Buenos Aires), «La Negra» Bozán está unida al Teatro Maipo donde trabajó entre 1934 y 1954. La llamaron «El alma del Maipo».
Se inició en el teatro a instancias de su prima la actriz y cantante Olinda Bozán, debutando en el coro de la compañía Vittone-Pomar.
Con la compañía de teatro Muiño-Alippi hizo su debut en carácter de intérprete vocal, estrenando en tal ocasión el tango «Canillita» y recibió su espaldarazo en la pieza de Contursi «Saltó la Bola». También en esta obra canto el tango «Un tropezón (He tenido un mal momento». Desde entonces prosiguió su trayectoria artística como cancionista de actuación prolongada en compañías de revistas de los teatros Buenos Aires, San Martín, Sarmiento y Maipo.
El periodista, escritor, poeta e historiador del tango uruguayo, nacionalizado argentino Horacio Ferrer, cuyo nombre completa era Horacio Arturo Ferrer Ezcurra, la definió así: «…intérprete de indudable talento, creadora del tango festivo».
La escritora, poetisa, cantautora, dramaturga y compositora argentina María Elena Walsh, en su poesía «Viejo Variete» la inmortaliza, dice: «…Apáguense / las nuevas luces del viejo varieté / No volverán / ni Fidel Pintos ni la Negra Bozán. / Hoy no es ayer / pero lo mismo buscamos el placer / De oír a los cantantes / (qué manga de farsantes) / que al fin nos hacen rejuvenecer.» Seguramente no volverán, pero rescatar a «La Negra Bozán», su mística porteña, es fundamentalmente para enmarcar la labor de Raúl De Los Hoyos, junto a ella, en los escenarios de la atrapante ciudad de Buenos Aires.
Hoy, es difícil dar una idea de lo que significó Sofía Bozán para el tango y para el porteño. Quizá algunos datos sirvan para entender los motivos de su éxito. La Negra Sofía era comunicativa, pícara y divertida, eso fue lo que cautivó al porteño. Se encargó de quitarle la tristeza al tango. Era desenfadada. Cantaba tangos reos. Se desenvolvía en el escenario con total soltura. Era muy popular y el público solía pedirle que repitiera varias veces sus temas y ella lo hacía gustosa. Se mostraba muy solidaria con la gente . Arrabalera y femenina. Era auténtica. Sofía se inició en teatro formando parte del coro en la compañía Vittone-Pomar, en la revista de Manuel Romero «Los pronósticos de 1922» en el Teatro Opera, donde trabajaba su prima hermana, Olinda Bozán.
En 1927, comenzó a grabar, dando inicio a su carrera fonográfica en la casa Electra, propiedad de Alfredo Améndola, tío de Juan D´Arienzo, pionero de la fonografía de Argentina. Para la grabaciones contó con el acompañamiento de la orquesta de Francisco Pracánico con quien hizo “Un tropezón”, “Canillita”, “Nicanora”, “Gabino”, “Carro viejo”, “Cobarde”, “Esta noche me emborracho” y “Engominado”, todos éxitos, que se convirtieron en clásicos del cancionero popular rioplatense.
Grabó también con acompañamiento de guitarras algunas obras conocidas como «piezas criollas», la ranchera “Mis quejas” y la zamba “Traicionera”, en 1928.
En 1930, firma contrato con la discográfica argentino-alemana Disco Nacional-Odeon llevando al disco obras con las que brilló, como los tangos «Yo soy así», «Yira yira», «Malevaje», «Que querés con ese loro», la ranchera «Pica pica» con el acompañamiento del trío encabezado por el destacado compositor, pianista, director de orquesta y letrista Enrique Delfino (1895-1967).
A continuación cito al periodista Ubaldo «Tuqui» Rodríguez (tango Reporter) porque le dedica renglones muy ricos en conceptos a la «Negra» Bozán:
«Sofía representó en la Revista Porteña, una «vedette» de la canción criolla, aunque como bien dice Jorge Palacio «Faruk» en un artículo sobre ella, la define como una cancionista atípica, mezcla rara de «vedette, cómica, partenaire, actriz». «Sin embargo, se puede afirmar que el género que cultivó Sofía Bozán fue el de «Sofía Bozán». Fue única. Bailaba muy bien el tango y la milonga hecho que ha quedado plasmado en muchas de sus películas. Trabajó junto a los grandes capocómicos de la Argentina: Pepe Arias, con quién realizó muchas temporadas en los primeros años; Luis Sandrini, Alberto Anchart, Carlos Castro (Castrito), Dringue Farias, Marcos Caplán, Vicente Rubino y Gogo Andreu»
Luego de su muerte, en 1958, Pablo A. Hechím compuso el tango «La Negra Sofía», en su homenaje. «Llevabas en tu alma bondadosa y noble / gracia y picardía del tango canción, / tu estampa tanguera paseó por el mundo / y Francia la eterna tu arte aplaudió… / Muchacha Criolla, quedó tu recuerdo / y tu Buenos Aires no te ha de olvidar, / Negrita querida, con honda tristeza / te brinda este tango, responso final.» Fue grabado y publicado en 1959 por Juan D´Arienzo y su orquesta típica con la voz de Mario Bustos.
Los titulares de los diarios de la época demuestran lo que significó la muerte de «La Negra» para el porteño: «Con la Negra Sofía Bozán se va un alegre Jirón de un Buenos Aires, no muy viejo y hondamente querido« (Diario Crítica). «Sofía Bozán estaba en el corazón popular» (Clarín). «Con la ‘Negra’ Bozán se va un poco del tango ‘de oro» (Democracia). «Los transeúntes despidieron frente al Teatro Maipo a la Negra Bozán» (Crítica). «Hondo pesar colectivo por la muerte de Sofía Bozán» (Democracia). «Relieve de popularidad en las exequias de Sofía Bozán» (Clarín) «Murió Sofía Bozán: Fue una Expresión de Buenos Aires» (La Razón) .
Rescatar a Sofía Bozán, es recuperar la identidad cultural del porteño, tango, de los nombres y apellidos que hicieron a la popularidad y vigencia del tango en el mundo.
Esos tangos exitosos que estuvieron, están y estarán, para no olvidar lo que fuimos y para saber quienes somos. Tangos eternos, cantados por esa mina, pebeta o papusa conocida como «La Negra Bozán».
Video – «Un tropezón», tango de los vascos Raúl De Los Hoyos «El hijo de la música» y letra de Luis Bayón Herrera. Estrenado en el desaparecido Teatro «Sarmiento» por SOFÍA BOZÁN «LA NEGRA»
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Es fundamental que los archivos sonoros, gráficos y audiovisuales sean considerados un bien cultural.
La UNESCO ha elaborado recomendaciones para la salvaguardia de estos materiales como parte de la memoria
del mundo. Algunas políticas culturales han permitido tomar cierta conciencia de las pérdidas y cómo poder frenar el deterioro de los archivos sonoros, gráficos y audiovisuales, sobre todo de aquellos que se encuentran en una irreversible obsolescencia como lo son los soportes analógicos, o los que tienen como soporte el papel. (Ver Textos fundamentales de la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Inmaterial 2003: https://ich.unesco.org/doc/src/2003_Convention_Basic_Texts-_2018_version-SP.pdf) La era digital que nos atraviesa permite disponer de novedosas herramientas que podemos aplicar para atesorar y resguardar todo, con la participación de la comunidad y decisiones políticas en la misma dirección.
Cada tango es una historia
En cada tango un pedazo de historia, un renglón de vida que los músicos, poetas y letristas componen bellamente para trenzar los renglones de tinta virtual y quedar mirándonos en este espejo musical del amor y los actos humanos. Y que no falte nunca el abrazo tanguero.
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LuisPerrière