CARLOS JOSÉ PÉREZ DE LA RIESTRA
Charlo el vocalista que más grabó
Charlo ( Carlos José Pérez De la Riestra) es el vocalista que más grabaciones realizó. Carlos Gardel es el que le sigue con relación al número de creaciones de Raúl de los Hoyos que cantó. Nació el 6 de junio de 1907. Unos dicen en la estancia “La Piedad” otros señalan “El avestruz”, ubicada entre las estaciones ferroviarias Guatraché (La Pampa) y Avestruz (Puán-Buenos Aires), en la provincia de La Pampa. Al no existir Registro Civil en el lugar, sus padres recién lo anotaron cuando se instalaron en el partido de Puán.
Falleció en Buenos Aires el 30 de octubre de 1990. Fue cantante, músico, pianista, actor y compositor argentino. El ingeniero Enrique del Ponte, unos de los propietarios, le sugirió el seudónimo Charlo, derivado de Charles (Carlos).
Escribe Vicente Ramón Ciappina, para el diario de Bahía Blanca «La Nueva Provincia»(6/02/1995) «Numerosos investigadores y estudiosos del tango coinciden que su nombre era Carlos José Pérez De la Riestra. Habiendo llegado a nuestro poder su partida de nacimiento, constatamos que su padre lo inscribe como Carlos José Pérez. El Jefe del Registro Civil, escribió que ´ante mí está el declarante que dice llamarse Carlos Fidel Pérez de 28 años y que a su vez es hijo de José Pérez e Ignacia Barrientos.´ Su esposa -la madre del cantor y autor- figura como Teresa Urdinola (Fredenoso) de 33 años. ¿De dónde salió De la Riestra?» Es improbable, y no tiene sentido, que su padre lo hubiera seccionado para quedar simplemente Pérez. «Quienes conocieron a Charlo, sin dejar de admirarlo, comentaron que le gustaba alardear y no es extraño que por cuenta propia transformara su apellido simple en compuesto» (…) «En síntesis: hasta que alguien pueda rebatir esa partida de nacimiento, Charlo se llamó Carlos José Pérez Urdinola.» «Quizás insatisfecho con la humildad de su apellido, Pérez, le añadió un pretencioso «de la Riestra», erróneamente dado por bueno en reseñas y biografías.» (Julio Nudler en «Todo Tango»).
Al igual que Raúl de los Hoyos, desde los ocho años, Charlo mostró que estaba dotado para la música, por lo que por indicación paterna realizó los primeros estudios de solfeo y piano en el Conservatorio Santa Cecilia, conducido por Alejandro Leone.
Una vez terminados los estudios primarios fue enviado a un internado de La Plata para cursar el colegio secundario, y en 1922 la familia se instaló en el barrio porteño de Belgrano. Tiempo después se mudan al proletario barrio de San Cristóbal sur.
Fue el vocalista que más grabó, en una parábola discográfica iniciada en 1925 y concluida en 1967. En todo ese período supera las más de 1100 canciones.
Sin embargo, el grueso de sus registros se concentran en apenas cuatro años, de 1928 a 1931. En muchas de esas versiones alcanza un nivel similar al de Carlos Gardel.
El “jailaife” (del inglés high life) o “cajetilla” (del lunfardo –señorito bien-)graba su primeros discos para el sello Electra. Su propietario el señor Améndola, tío de Juan D´Arienzo, donde quedaron registrados veinte temas, entre ellos cuatro con letra y música del propio Charlo, acompañado en guitarras por Vicente Spina y Miguel Correa y «Con alma vida» con música de Raúl de los Hoyos y letra de Emilio Fresedo. Primera versión cantada de la creación del pianista de Saladillo.
Video-«CON ALMA Y VIDA»-CHARLO-(ESTRIBILLISTA)-ORQ.FRANCISCO CANARO-1928
Ese mismo año, 1925, es contratado por el sello Víctor, y en su primer disco dejó registrados dos tangos suyos: Con letra de Celedonio Esteban Flores, «Costurerita», y con letra de Francisco Brancatti, «Pobre varón».
En 1927 el representante Miguel Bucino, le informó que Francisco Canaro quería grabar con él, en el sello Disco Nacional- Odeón, dado que Charlo se había desvinculado de la casa Víctor y ya había grabado para «Odeón» con la orquesta de Roberto Firpo, aunque esos discos nunca salieron a la venta. La propuesta de Canaro, quien -según Charlo- fue a verlo para que reemplazara a Roberto Díaz, como estribillista de su orquesta, le pagarían treinta pesos por cada estribillo cantado, y su nombre no figuraría en las etiquetas, tal como era costumbre hasta los primeros años de la década del ’40. Recién cuando se reeditaron esas grabaciones en formatos distintos a los discos de 78 r.p.m., pudo rescatarse, en algunos casos los nombres de los estribillistas. Charlo también realizó grabaciones con la orquesta de Francisco Lomuto, que era artista del mismo sello.
Es curioso el maltrato que al debían exponerse los cantantes al momento de grabar como estribillistas (cantantes que interpretaban solo el estribillo de una canción).
La actividad desarrollada fue intensa. Ensayaba todos los días durante cinco horas, y practicaba vocalización con su maestro de canto Enrico Castronuovo.
Su performance fue única grababa con Canaro, con Lomuto y como solista. Tres veces semanales actuaba en radio, y en los fines de semana se presentaba en los principales cines de la Capital y sus alrededores.
Sabía que tenía pinta, y también sabía que había que alimentarla y explotarla. Siempre cuidó el detalle; jamás nadie lo vio descuidado, sin afeitar o despeinado. Fue un precursor en esta actitud, y hoy cualquier foto suya que se tome al azar lo demuestra: Charlo fue imitado, y hasta hubo una moda Charlo, que tenía que ver con el moño, con el saco con traba o «cazadora», el gacho gris, los guantes de cuero y otras prendas del cantante. «Los sastres me pedían mis modelos para incluirlos en sus figurines», recordaba en un ciclo de radio Excelsior, en 1968, en el que historiaba su vida.
A lo largo de su carrera fue acompañado por figuras como el guitarrista Roberto Grela, la orquesta Demare-Vardaro , un trío del que formaban parte el pianista Osvaldo Pugliese y el bandoneonista Federico Scorticati, y orquestas dirigidas por Héctor Stamponi (piano), Roberto Pansera (bandoneón) y Osvaldo Requena (piano).
Uno de los guitarristas que lo secundó fue nada menos que Edmundo Rivero, a quien impulsó en los 30 para que se lanzara como cantor, y quien se convirtió en su gran amigo hasta el final de sus días.
La última actuación de relevancia la realizó ante el público de Buenos Aires, en 1973, con la orquesta de Osvaldo Requena. Interpretó dieciséis obras suyas conocidas, y dos estrenos: «Tango de la ausencia» y «Diquero». Posteriormente, y hasta pocos años antes de su muerte, cantó en café concerts acompañado al piano por el maestro Virgilio Expósito.
A pesar de la intensa labor artística que siempre desarrolló, Charlo encontró tiempo para preocuparse por la suerte de los que dedican su vida al espectáculo, y trabajó en demanda de mejores condiciones laborales para los músicos, los cantantes y demás integrantes del varieté. Esto lo llevó a ocupar la secretaría general de la Unión Argentina de Artistas de Variedades.
Charlo realiza 17 grabaciones de 15 obras de Raúl de los Hoyos:
- “Con alma y vida” tango grabado acompañado por guitarras para el sello Electra (1925).
- “Atorrante” tango, tema central del sainete «El conventillo de la paloma» de Alberto Vaccarezza. que tiene dos grabaciones. Una con Francisco Canaro hecha el miércoles 10 de abril de 1929.
- «Atorrante» La segunda con la orquesta de Francisco Lomuto grabado el lunes 6 de mayo de 1929.
- «Escuchame, che globero» tango con Francisco Lomuto producida el viernes 5 de julio de 1929 con letra del periodista, poeta, director de teatro Pablo Marcelino Suero.
Con la orquesta de Francisco Canaro también grabó:
- “Dejá que la gente diga “ grabado el miércoles 7 de marzo de 1928 con letra de Luis Bayón Herrera
- ”Quemá esas cartas” el miércoles 7 de Marzo de 1928 con letra del comediógrafo Manuel Romero
- “El Carrerito(Chiche ,Moro, Zaino)” grabado el miércoles 25 de abril de 1928 con letra de Alberto Vaccarezza
- “Con alma y vida” el martes 25 de setiembre de 1928 con letra de Emilio Augusto Oscar Fresedo
- ”Bajo el Beso de la Luna” tango grabado el miércoles 21 de noviembre de 1928 con letra de José Eneas Riú
- “Maldonado” dos grabaciones: el martes 10 de diciembre de de 1929 y el viernes 2 de mayo de 1930 con letra de Alberto Vaccarezza
- «Dos ojos negros», tango grabado el lunes 24 de marzo de 1930 con letra de Nicolás Olivari
- “Entre un cubano y un san Martín” fox-trot registrado el miércoles 29 de Octubre de 1930
- «Fondín de Pedro Mendoza» tango grabado el miércoles 5 de noviembre de 1930, con letra de Ivo Pelay y Luis César Amadori
- «Tirá las llaves» tango grabado el miércoles 3 de diciembre de 1930 con letra de Magdalena Hardoy de Rivarola
- «Cartas de amor» vals grabado el viernes 5 de diciembre de 1930 con letra de Luis César Amadori
- “Levante los ojos para mirar el cielo” tango grabado el sábado 12 de diciembre de 1931 con letra del dramaturgo boliviano Mario Flores Velazco.
Video-«ATORRANTE»-CHARLO-(ESTRIBILLISTA)-ORQ. FRANCISCO CANARO-1929
Cada tango es una historia
En cada tango un pedazo de historia, un renglón de vida que los poetas y letristas componen bellamente para trenzar los renglones de tinta virtual y quedar mirándonos en este espejo musical del amor y los actos humanos. Y que no falte nunca el abrazo tanguero.
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Raúl Joaquín de los Hoyos es Patrimonio Cultural de Saladillo (2018) y Ciudadano Distinguido Post Mortem (2019).