EL GENIO INNOVADOR
ROBERTO FIRPO Y RAÚL DE LOS HOYOS
Roberto Firpo graba, entre 1926 y 1928, cinco creaciones del genio saladillense Don Raúl De los Hoyos. Éstas son registradas para la empresa fonográfica argentino-alemana Disco Nacional-Odeón (International Talking Machine Company de Berlín, Alemania) con su orquesta típica.
Roberto Firpo, destacado pianista, director de orquesta y compositor argentino, nació el sábado 10 de mayo de 1884 en la ciudad de Las Flores, Buenos Aires, Argentina. La ciudad que dio también al músico, destacado compositor, pianista, violinista Agustín Bardi (1884-1941).
En este 2021 se cumple 137 años del natalicio de este músico relevante de la historia del tango a nivel mundial. Ícono de «La primera revolución musical popular del siglo XX» y uno de los estandartes del tango que es «Patrimonio Cultural de la humanidad». Don Roberto Firpo es toda una institución, indiscutida, en el tango.
Video-«ANOCHE A LAS DOS»- (VERSIÓN INSTRUMENTAL)-ROBERTO FIRPO- es otro de los éxitos tangueros de la década de 1920 que recreó el arte popular desde la orillas continentales del estuario del rio de la Plata, en el conosur de América. RAÚL DE LOS HOYOS recibe la colaboración para bellísima creación, «ANOCHE A LAS DOS», del letrista de tangos, periodista, empresario teatral, comediógrafo ROBERTO LINO CAYOL (1887-1927). Este otro de los grandes nombres del arte popular. ROBERTO LINO CAYOL no solo fue un exitoso autor teatral sino que además se erigió en una figura insoslayable del escenario tanguero rioplatense. Grabación realizada por Roberto Firpo el 8 de noviembre de 1926.
La ciudad de Las Flores está ubicada en el centro-oeste de la provincia de Buenos Aires a 80 km de la ciudad de Saladillo, cuna de Raúl de los Hoyos y a 227 km de la capital federal de Argentina, la ciudad autónoma de Buenos Aires (CABA).
Roberto Firpo murió en Buenos Aires el sábado 14 de junio de 1969 a los 85 años de edad. Fue un músico innovador, fue el talento que incorporó el piano al formación tanguera, pianista, director de orquesta, compositor argentino, arreglador de “La Cumparsita” tango fundamental de la carrera de la carrea del uruguayo Gerardo Hernán Matos Rodríguez. Roberto Firpo estrenó este tango en 1916 en el café “La Giralda” de Montevideo, en 1916.
Es indiscutible que Roberto Firpo fue uno de los primeros músicos en hacer evolucionar el tango desde sus formas primitivas. Compuso también las bandas musicales de varias películas. Sus tangos emblemáticos son «Alma de bohemio» (1913) y “El amanecer” (1910). Realizó más de 3000 grabaciones ubicándose como el músico que más registros fonográficos realizó después del uruguayo-argentino Francisco Canaro que alcanzó el número, inigualable, de 3784 hasta 1973.
En 1930, sorpresivamente abandonó por un tiempo el tango. Él mismo explicó el motivo a los historiadores argentinos Héctor y Luis Bates: «Con el dinero que recibí por las grabaciones me sentí ganadero. Todo lo que tenía lo invertí en hacienda. En un año solamente llegué a ganarme un millón de pesos(…) Después vino aquella tristemente célebre crecida del Paraná que diezmó mi hacienda; quise resarcirme de tanta pérdida e intenté suerte en la bolsa. Allí perdí todo lo que me quedaba. Tuve que volver al trabajo de antes, formé mi orquesta y empecé de nuevo».
Roberto Firpo es el músico bonaerense que más registros fonográficos realizó en la República Argentina. Al que no se le ha dado la dimensión exacta de su importancia para el tango, ni los monumentos necesarios a su memoria.
Video-«UN TROPEZÓN (HE TENIDO UN MAL MOMENTO)»-(VERSIÓN INSTRUMENTAL)-ROBERTO FIRPO Y SU ORQUESTA-es otro de los éxitos tangueros internacionales del binomio RAÚL DE LOS HOYOS y LUIS BAYÓN HERRERA (1889-1956). Dos grandes de la década de 1920 que recrearon el arte popular desde la orillas continentales del estuario del rio de la Plata, en el conosur de América. Roberto Firpo graba esta obra de Raúl de los Hoyos para la compañía discográfica argentino-alemana DISCO NACIONAL-ODEÓN, el 17 de junio de 1927
Su familia | Sus primeros pasos
Don Roberto Firpo fue hijo de Nicolás Firpo, un almacenero del pueblo de Las Flores y Celestina Verdessi.
Desde niño comenzó a trabajar en el almacén de su padre y si bien sintió atracción por la música y la pintura a edad temprana, su progenitor no pudo costearle estudios artísticos. En Las Flores aprendió las primeras letras, a la par que trabajaba con su familia.
A los catorce años, su padre lo ubicó en Buenos Aires para que el muchacho trabajara en una almacén de Santa Fe y Callao. Luego, volvió al campo a tra-bajar en la estancia «Nacional» de Casimiro Gómez, como fichador de las es-quilas. A los diecisiete años regresó a Buenos Aires, para trabajar en una fá-brica de calzado. Con 19 años ingresó a los Talleres de la Fundición Vasena, en el límite de Parque Patricios con Boedo (CABA), manejando el «pescante eléctrico». Deja esta actividad para ser repartidor de leche (lechero). También se desempeña en otros oficios como pintor de brocha gorda, albañil y emplea-do de comercio. Viaja hasta Ingeniero White, una localidad y puerto de la pro-vincia de Buenos Aires, ubicada en el partido de Bahía Blanca, a 10 kilómetros de la ciudad de Bahía Blanca de apuntador de muelle. De noche frecuenta un cafetín (ese bar estaba ubicado en la avenida empedrada Guillermo Torres al 4000) y se pasa las horas oyendo tocar el piano del local. Y con un permiso del patrón, en los momentos que no hay nadie, aprende a ejecutar. La condi-ción con el dueño era que lo hiciera en los momentos que no había nadie; «no era cuestión de espantar a la clientela. Firpo progresa aceleradamente en su manejo del teclado, tanto que el patrón del local propone contratarlo. Se ahorra unos pesos, y cuando llega a Buenos Aires, lo primero que hace es comprarse un piano -doscientos pesos, asegura Firpo- me costó el día más feliz de mi vida».
Anécdota de Ingenio White
En Ingeniero White integra el grupo de socios fundadores de la Asociación Recreativa, Coral y Musical «La Siempre Verde» y participa activamente en los albores de esa entidad centenaria, hasta que un hecho fortuito – y a la distancia, hasta risueño -provoca que sea expulsado de esa asociación cultural. Es que Firpo vivía en una habitación cercana a la entidad y cierto día, habiendo lavado su ropa interior, la cuelga para su secado en la reja que cerraba una de las ventanas. Este proceder fue considerado impropio de un componente de una sociedad, «lesionando principios morales, con una conducta inapropiada» (Argentina de fines del «Siglo XIX»).
Video-«PURRETE DE MI AMOR»-(VERSIÓN INSTRUMENTAL)ROBERTO FIRPO Y SU ORQUESTA- es otro de los éxitos tangueros internacionales del binomio RAÚL DE LOS HOYOS y LUIS BAYÓN HERRERA (1889-1956). Roberto Firpo lo graba para la compañía discográfica argentino-alemana DISCO NACIONAL-ODEÓN el 17 de julio de 1927.
De la evolución del tango
Este músico transformador de la escena tanguera desde principio del Siglo XX que hizo que el piano se agregue definitivamente al tango. Sacudió el mundo tango de entonces con su estilo melódico, y rico en contrastes dinámicos. Fundentes son sus arreglos musicales para las voces en un solo sonido orquestal, en el que se distinguen las diferentes tareas de cada instrumento:
-el piano es el líder del conjunto y provee la base rítmica
-el bandoneón está adelante y en general toca el tema más importante
-el violín como segunda voz complementa este tema y lo refuerza.
Es Roberto Firpo quién delineó los lineamientos básicos, la forma y el modo orquestal que hasta hoy existe: piano y contrabajo en la secuencia rítmica, bandoneones y violines en la secuencia melódica. (Eduardo Protto).
Luis Adolfo Sierra en su libro “Historia de la Orquesta Típica”, dice: “Roberto Firpo y Francisco Canaro monopolizaron el interés del público, precisamente en el momento de estructurarse definitivamente la composición instrumental de la orquesta típica. Las modalidades interpretativas de uno y otro presentaban un marcado contraste. Firpo evolucionaba manifiestamente hacia una tendencia melódica de ritmo pausado, cuidando celosamente los matices y trasmitiéndole cierta atmósfera de compacta sonoridad, aunque perfectamente apta para la danza. En tanto Canaro, muy poco sensible a las influencias de carácter armónico, trataba de imprimirle a su orquesta un ritmo acentuadamente acelerado, y cierta propensión a la estridencia sonora que, en épocas posteriores –aunque atemperados tales perfiles-, habría de mantener como sello característico de su brioso estilo de interpretación».
Julio De Caro supo integrar una de las primeras orquestas de Firpo, en sus memorias reconoce al pianista florense como «el primer evolucionista del tango» y describe a Roberto Firpo y su orquesta: “Este conjunto orquestal, que me cupo la suerte de escuchar en ese momento, era el más completo. Su sonoridad, perfectamente amalgamada, expresaba las interpretaciones con una modalidad desconocida, donde la brillantez de su afiattamento permitía netamente destacar individualmente a cada instrumentista”.
Video-«EL CARRERITO (CHICHE , MORO ZAINO)»-ROBERTO FIRPO- es otro de los éxitos tangueros internacionales de la década de 1920 que recreó el arte popular rioplatense. La creación de Raúl de los Hoyos (música) junto a Alberto Vaccarezza (letra) fue estrenada en el sainete «El Corralón de mis penas» creado por Vaccarezza. ROBERTO FIRPO graba «EL CARRERITO (CHICHE, MORO,ZAINO) con el cantor español TEÓFILO IBAÑEZ, como estribillista, el 1 de junio de 1928, para la compañía argentino alemana DISCO NACIONAL ODEÓN.
Sus primeros tangos y presentaciones
Alrededor de 1904 y 1905 su amigo y bandoneonista Juan Bautista Deambroggio «Bachicha» que estudiaba música con el gran maestro Alfredo Alberto Bevilacqua (1874-1942), reconocido autor, pianista, compositor, director de orquesta y uno de los más grandes exponentes de la la llamada «Guardia vieja» del tango,, anima a Roberto Firpo para que éste también tomara lecciones de teoría y piano, que era el instrumento que lo apasionaba. Antes de ello, como no tenía dinero para comprarse un piano, Firpo había inventado una especie de xilofón con botellas, digamos un botellófono. Llenando de agua botellas de distintos tamaños, se dio cuenta de que podía combinar sonidos similares a los del xilofón. Tenía gran oído para la música y en poco tiempo, aprendió muchísimo. De él obtiene su conocimiento del repertorio y formación musical.
Comienza tocando el piano por los cafetines de barrio, en La Boca, por las calles Suárez y Necochea. Le describe ese momento al escritor, letrista, Francisco García Jiménez: «Era allí habitual improvisar casi siempre y, además, la gente se renovaba mucho, de modo que pasaba como “musiquita del momento , así nació el tango «El amanecer». En algunas ocasiones en compañía de Juan Bautista Deambroggio «Bachicha» en el fuelle o en un trío, junto a quien fuera su gran amigo, el clarinetista Juan Carlos Bazán y Francisco Postiglione al violín. En cierta ocasión tuvieron el ofrecimiento de animar las veladas del famoso Café “La Marina” del barrio de La Boca.
En 1907, fueron llamados para tocar en el famoso café, restaurante, cervecería “Hansen” , de Juan o Hans Hansen, en Palermo. Mítico lugar donde de día era concurrido por familias y por la noche, según los historiadores, por punto de reunión de guapos y malevos.
Postiglione fue reemplazado por Alcides Palavecino, otro legendario violinista del tango. Así el “Trío Firpo”, se lanzó desde 1908 por los cafés de Buenos Aires. Actuó en el bar “La Castellana” de la Avenida de Mayo junto a Bachicha. Y también junto al trio que a veces integraba David «Tito» Roccatagliatta (violín) en lugar de Palavecino, y siempre con Bazán, lo hacían en las casas de baile famosas como “El velódromo”, “El tambito” y el cabaret “Armenonville”. De esa época, data el tango «La Chiflada» de Bazán.
–1907 , en este año llegan sus primeros tangos como compositor: “El compinche”, “La chola” y “La gaucha Manuela”. Estos dos últimos, ejecutados por Juan Maglio «Pacho» y luego, grabados en Discos Columbia por Maglio, le granjean en los años 1910-1911, una distinguida popularidad en el medio porteño.
–1910, Jorge Andrés (Diario «La Nacion» de Argentina) cuenta que hacia 1910 el café Centenario era un elegante punto de reunión donde las familias -especialmente españolas- concurrían a tomar el té, mientras un joven engominado con raya al medio ejecutaba al piano piezas de música clásica, valses, czardas y otros perendengues que daban un aire distinguido al establecimiento ubicado frente al solar donde luego se erigió el Barolo. Pero resulta que el émulo de Chopin no era otro que Roberto Firpo, que un día tuvo la idea de proponerle al dueño incorporar un bandoneón como acompañamiento y suma a Juan Bautista Deambroggio «Bachicha». Según refirió años más tarde a Francisco García Jiménez el propio Firpo, el problema fue que, atraídos por la música, empezaron a frecuentar el local otros muchachos de malos modales que pedían los tangos a gritos, llamaban a los mozos con apodos indecorosos como Taka Taka –mote que le endilgaron a un mozo japonés- y otras inconveniencias, por lo que las severas familias empezaron a ralear y el patrón les sugirió que se fueran con la música a otra parte. Bachicha metió el bandoneón en la jaula y Firpo agarró las partituras, porque lógicamente el piano no se lo podía llevar, y rumbearon a la otra cuadra, al café La Castellana que abría sus puertas en el 1141 de la Avenida y se extendía hasta Lima. Luego actuaron -los dos solitos- nada menos que en el Armenonville y el Palais de Glace.
–1912 y 1913, Firpo formó un trio con el «Tano» Genaro Spósito en bandoneón y David Roccatagliatta en violín, actuando en el café “El Estribo” de la avenida Entre Ríos, donde antes actuara Vicente Greco con Francisco Canaro. El vasco Casimiro Aín, era el bailarín del lugar.
También formó otro trio junto a Eduardo Arolas en bandoneón y Leopoldo Ruperto Thompson en guitarra. Este conjunto luego sería cuarteto con Tito Roccatagliatta en violín y quinteto con Roque Biafore como segundo bandoneón. Thompson pasó de guitarrista a contrabajista.
–1916, es contratado para actuar en la ciudad de Rosario, en los carnavales del Gran Teatro Colón-Politeama que fueron animados por la unión de las orquestas de Firpo y Canaro. Lo mismo ocurrió en los dos carnavales siguientes. La gran orquesta estuvo integrada por Roberto Firpo, José Martínez (pianos), Eduardo Arolas, Osvaldo Fresedo, Pedro Polito, Juan Bautista Deambroggio «Bachicha» (bandoneones), Francisco Canaro, Agesilao Ferrazzano, Julio Doutry y Alejandro Scotti (violines), Juan Carlos Bazán (clarinete), Alejandro Michetti (flauta), Leopoldo Thompson (contrabajo). En 1918, se suman el violín de Cayetano Puglisi y el bandoneón de Minotto Di Cicco.
–1916, viaja a Montevideo para presentarse en el entonces Bar «La Giralda», que estaba emplazado donde hoy se encuentra el Palacio Salvo. Famoso porque allí realizó los arreglos que inmortalizarón el tango “La cumparsita”. La orquesta estaba formada por Bachicha (bandoneón), Agesilao Ferrazzano, Tito Roccatagliata (violines), Firpo (piano).
Después lo contrató el cabaret Armenonville de Buenos Aires y formó otro conjunto al que denominó Rondalla Criolla Roberto Firpo, luego cambió a Típica Criolla Instrumental, aunque muchos la conocieron como la Orquesta Armenonville. La misma estaba formada por Tito Roccatagliata, Agesilao Ferrazzano, luego Cayetano Puglisi (violines), Alejandro Michetti (flauta), Firpo (piano).
–1917 a 1921 el conjunto se integró con Pedro Maffia, José Servidio (bandoneones), Cayetano Puglisi, Adolfo Muzzi (violines), Alejandro Michetti (flauta), Luis Cosenza (armonio), Ángel Corleto (contrabajo) y Firpo (piano).
–1923, la orquesta se integraba con Ángel Corleto (contrabajo), Juan Bautista Guido, José Schumacher , en 1927, José Nieso (violines), Luis Cosenza, luego Miguel Nijensohn (hasta 1929). En 1929, Gabriel Clausi (bandoneones), Elvino Vardaro, Cayetano Puglisi, Octavio Scaglione, después Antonio Rossi , alternando con otras orquestas, Rafael Giovinazzi hasta 1930 (piano), ya Firpo solamente a cargo de la batuta.
Fueron muchos los músicos que pasaron por sus formaciones. Algunos estuvieron de modo circunstancial, otros en períodos más extensos: Julio De Caro(1899/1980-violinista) tuvo un paso breve en sus comienzos, Rafael Tuegols (1889/1960-violinista, guitarrista), Enrique Cantore (1905/1982-violinista), Osvaldo Pugliese (1905/1995-pianista )también tuvo un paso efímero en el año 1926, Horacio Salgán (1916/2016-pianista) en 1936 (pianistas), Alfredo Corleto, hermano de Ángel (contrabajista); Ricardo Brignolo en el Bar Iglesias. en 1914, en lugar de Genaro Espósito, Ciriaco Ortiz, (bandoneonista) en 1920, para presentarse en Córdoba, con sólo 15 años, remplazando a Pedro Maffia que estaba enfermo, Eduardo Del Piano (bandoneonista) en el año 1930 para tocar en el Palace Teatro, Alberto Mancione (bandoneonista) a fines de la década del 30 (bandoneonistas).
Juan Cambareri (1916/1992-bandoneonista) conocido como «el mago del bandoneón» estuvo mucho tiempo al lado del maestro Roberto Firpo. Firpo le pagaba el sueldo sólo para conservarlo hasta que se hiciera realidad un proyecto, que fue un notable éxito tiempo más tarde. Esto se lo contó al periodista e invetigador Néstor Pinsón (Todo Tango) el propio Cambareri, en su domicilio de la calle Aranguren. Se trataba de la formación del Cuarteto los de Antes, con Juan Cambareri (bandoneón), acompañado por José Fernández (violín), Fernando Porcelli (contrabajo) y Juan Rizzo (piano). Comenzaron el 19 de diciembre de 1936 y se extendieron hasta el 22 de octubre de 1956. Aunque a partir de 1945, Cambareri formó su propio cuarteto. Grabaron para el sello Odeon. Ya retirado Cambareri, Firpo forma un nuevo cuarteto, esta vez con la inclusión de vocalistas, fueron ellos Américo Podestá, Alberto Casares y Héctor Berardi.
Roberto Firpo es autor de más de 200 tangos entre ellos: «El amanecer»(1910), «Argañaraz» (Aquellas farras/1914), «Alma de Bohemio» (1914), «Fuegos artificiales» (con Eduardo Arolas-1913), «Honda tristeza», «Didi», «El rápido»(1931), «El apronte» (Tango Milonga-1914), «El talento»(Tango Milonga-1914), «De mi arrabal», “Vea vea”, “Homero”, “Curda completa”, “Marejada”, “El apronte”, “Fuegos artificiales” (con Arolas), que son los mejores, y también “El compinche”, “La gaucha Manuela”, “De mi flor”, “Triste memoria”, “El horizonte”, “Montevideo”, “De madrugada”, “De tal palo tal astilla”, “Noche de farra”, “Indiecita”, “La despedida”, “Lo que está bien, ta’ bien”, “Barógrafo”, “El ahorcao”, “Las carreras”, “De pura cepa”, “La cocinera”, “Boca negra”, “El solitario”, “Tallada”, “Indio sacale el pelo”, “Una partida”, “La caravana”, “El gallito”, “En la brecha”, “La murra”, “El pajarito”, “Alma gaucha”, “El ricotero”, “Viviani”, “El bisturí”, “Bravo porteño”, “El paraíso de los locos”, “De vuelta al pago”, “La canción del cabaret (Mala)”, “Honda tristeza”, “La muchacha del arrabal”, “La cachetada”, “La carcajada”, “Los creadores”, “Por buen camino”, “Benguria”, “La perrerita”, “El talento”, “De aquellos tiempos”, valses como «Ondas sonoras», «Pálida sombra», «Noche calurosa» y «Horizonte azul».
Video – «QUEMA ESAS CARTAS»-ROBERTO FIRPO Y SU ORQUESTA TÍPICA- es una de las logradas creaciones de que recreo el arte popular con la colaboración del comediógrafo, letrista de tango y director de cine argentino, MANUEL ROMERO, uno de los creadores del teatro de revista y otro de los grandes nombres de la escena tanguera. ROBERTO FIRPO lo graba en 1928 con la participación del cantor español TEÓFILO IBAÑEZ EL 8 DE MARZO DE 1928.
Cantores
Aunque no fueron empleados, por una imposición de los sellos grabadores, la orquesta de Roberto Firpo acompañó, en 1925, al cantor y guitarrero uruguayo Mario Pardo en seis temas. Y una vez a a Ignacio Corsini. Lo mismo sucedió con las cancionistas Carmen Moreno, Mercedes Alfonso y Las Porteñitas.
El primer vocalista contratado para su orquesta fue el pamplonés Teófilo Ibáñez (1907/1986- también compositor, nacido en Pamplona, Navarra, España), incorporado en 1928, quien dejó alrededor de 140 versiones. Un número similar de grabaciones realizó Carlos Varela (1909/1996) . Varela comenzó a fines del año 1929, aunque el registro y aparición de los discos datan de unos meses más tarde. El debut fue el 27 de febrero de 1930, con los tangos “A Montmartre” y “Qué querés con ese loro”.
También fueron sus cantores Príncipe Azul (con varios dúos junto a Dorita Davis), Amanda Las Heras, Carlos Viván, Roberto Díaz, Luis Díaz, Francisco Fiorentino (sólo un tema el 28 de septiembre de 1929, de Francisco Lauro, “Tal vez mi nena”). Como una curiosidad, podemos mencionar que el violinista Enrique Forte dejó su lugar junto al atril para ser la segunda voz de varios cantores, incluso en un par de versiones canta todo el estribillo sin compañía. Finalmente, sus dos últimos cantores: Alberto Diale (1939/41) e Ignacio Murillo (1941/44).
LR3 Radio Belgrano (fundada en 1923) fue la primera emisora en transmitir en cadena desde la década del 30, bajo la dirección de Jaime Yankelevich. Asociada con la empresa fabricante del jabón Federal, produjo un programa especial, todos los jueves, las Noches de Gala de Federal. En 1938, incorpora a Roberto Firpo como número central.
Registros fonográficos
Entre 1911 y 1912, colaboró como pianista en la casa fonográfica ERA, perteneciente al «Gaucho Relámpago», Domingo Nazca. Acompañó intérpretes y también grabó solos de piano y dúos con el violinista Muñecas. Antes de pasar a la casa Max Glücksmann (Disco Nacional), grabó algunas placas para el sello ATLANTA, de la casa Améndola y Cia.
Sus grabaciones superaron los tres mil temas en los sellos ERA, ATLANTA, COLUMBIA, DISCO NACIONAL-ODEÓN, y VÍCTOR, la mayoría con su orquesta y otros con quinteto y cuarteto. La mayor parte de su catálogo fonográfico se encuentra en la marca ODEÓN.
Al vincularse con Disco Nacional-Odeón el sello se opone a la inclusión del piano, exigiendo que se siguiera utilizando la guitarra. No obstante le permiten hacer una prueba. Las grabaciones son alevosamente arrumbadas, hasta que los discos son descubiertos por un cliente que escucha uno por casualidad. Y se produce el reclamo de personas que enterados de la novedad, lo solicitan. La firma «abre los ojos» y los llaman para grabar nuevamente. Ofreciéndole un contrato de exclusividad por diez años, por lo que cobra un cifra cercana a los 800.000 pesos.La cotización de la orquesta está en alza y comienzan a actuar en los principales escenarios porteños.
Los estudios de grabación de Max Glücksmann (Disco Nacional-Odeón) funcionaban en los altos del cine-teatro Grand Splendid, de la Avenida Santa Fe a metros de Callao (CABA). Los artista de las compañía solía reunirse allí, una vez por semana, para ensayar las creaciones que iban a grabar.
Roberto Firpo pionero de la grabaciones de orquestas
El pianista de Las Flores, tuvo un desempeño destacado en la experimentación de grabaciones de orquesta con el sistema (acústico-con bocinas).
El poeta Francisco García Jiménez, realizó una crónica muy valiosa para comprender como se debía ubicar los músicos y cantantes dentro de los estudios precarios de los primeros años del Siglo XX.
García Jiménez explica cómo se desarrolló el proceso de grabación (cabe pensar en la calidad de esos músicos, que lograron hacerla prevalecer por sobre la extrema precariedad de la técnica, y en no pocos contemporáneos que en vano tienen a su disposición los más sofisticados recursos).
Los intérpretes que intervinieron en las grabaciones fueron Agesilao Ferrazzano en violines, Deambroggio en bandoneón, Alejandro Michetti en flauta y Thompson en contrabajo, Roccatagliata, reemplazado por Cayetano Puglisi (Violín), y Thompson, que no participó.
“La principal dificultad por resolver”, dice el poeta, “fue la concertación de las voces de bandoneón y piano, que se turnan en la función de cantantes o acompañantes de la melodía, debiendo encontrárseles planos apropiados. La habitación donde se ubicaban los intérpretes se defendía de ruidos extraños con unos pesados cortinados sobre las paredes, predecesores simplistas de los bloques aislantes que vendrían muy luego. Tres bocinas receptoras, en abanico, llevaban los sonidos por sendos huecos a la piecita anexa donde funcionaba la máquina que inscribía en la cera”.
Prosigue García Jiménez: “No hubo cambios de sistema con respecto a los violines y la flauta, tocados a la altura de las bocinas y junto a ellas. El problema del bandoneón se había resuelto colocando la silla de su intérprete sobre una pequeña tarima, a mediana altura, para alcanzar a la tercera bocina, de mayor anchura que las otras en toda su longitud”.
Y añade: “En cuanto al piano –eje del intríngulis– para él se agotaron los discurrimientos de aquella gente: se le construyó una corpórea tarima, en la cual fue colocado dominando en altura a los demás instrumentos, pero alejado de las bocinas y dando a ellas el reverso sonoro de la caja”.
Video-«EL AMANECER»-ROBERTO FIRPO Y SU CUARTETO-VERSIÓN DE 1953-Creación del año 1910.
Nace el tango «El amanecer»
Los investigadores Roberto Selles y Néstor Pinsón destacan este tango como «el primer ejemplo de música descriptiva en el género». El poeta, letrista y comediógrafo Francisco García Jiménez (1899-1983) da a conocer en el libro de «Así nacieron los tangos» el relato de Roberto Firpo: «Fue un tango que germinó y se completó en mi mente muchos antes que el público lo conociese con un título cierto. Lo tocaba, de tanto en tanto, en solo de piano, en tiempos de café concierto de La Boca, por Suárez y Necochea. (…) La música, informal aun, era eso: El amanecer, el despertar de la ciudad industriosa que yo, como músico de la noche placentera, conocía, a la inversa, regresando al descanso y al sueño. «Yo volvía desde La Boca a mi piecita de la calle Rioja, en el tranvía eléctrico Nro 43, llamado El Imperial, por su piso alto con bancos largos. Allí arriba, tenía a esa hora un cartelito de ‘Obreros’, el boleto era de cinco guitas y los laburantes, felices, canturreando, viajaban a sus andamios o a sus fábricas. Abajo, con boleto de diez, los calaveras, mal sabor en la boca, demacrados, bostezando junto con nosotros que les habíamos animado la noche, se encaraban con sus vidas vacías en la vuelta de la farra. Quise apresar en mi melodía lo uno y lo otro….pero caminando… podían más…la sinfonía auroral de los pajaritos en los árboles y el primer martilleo de las herramientas del trabajo. Fue la parte más lograda, al principio. Después, agregué a esos trinos claros y notas vivas el bordón grave, para reflejar el dolor mañanero que sobreviene al placer de los noctámbulos».
Roberto Firpo con el tango «El amanecer» terminado, se lo lleva al violonchelista, pianista, trombonista, director y compositor Salvador Merico (1886-1969), quien secundaba al maestro Gaetano D’Alo que tocaba con su orquesta. Merico, al decir de Firpo, «supo apreciar el encanto sencillo de la composición y lo orquestó en una amplia partitura para la banda del Parque» que lo estrenó obteniendo el beneplácito del público. En la primera grabación de este tango, para el sello ERA (Domingo Nazca), Firpo no intervino con el piano y en la etiqueta del disco la pieza -probablemente por error- figura como «Al amanecer». En el segundo registro de la obra, para el sello Odeón, incluyó el canto de los pájaros imitados por los violines.
Roberto Firpo y Gardel-Razzano grabaron juntos, por única vez, en 1917, el tango fue “El moro” para Disco Nacional Odeón (Max Glücksmann) en cuya etiqueta no figuró, el nombre de los cantores, que para ese momento contaban con renombre y popularidad.
Roberto Firpo graba cinco creaciones de Raúl de los Hoyos para disco Nacional-Odeón: «Anoche a las dos», tango, una de las primera grabaciones eléctrica de Disco Nacional Odeón y Roberto Firpo, realizada el 8 de noviembre de 1926, «Un tropezón (He tenido un mal momento)», tango, el 16 de junio de 1927 (versión instrumental), «Purrete de mi amor», -tango- dos versiones instrumentales el 21 y 25 de julio de 1927, «Quemá esas cartas», tango, con letra de Manuel Romero, el 8 de Marzo de 1928 con el cantor Teófilo Ibañez (estribillista), «El Carrerito (Chiche, Moro, Zaino)», tango, con letra de Alberto Vaccarezza, el 1 de junio de 1928 con el cantor Teófilo Ibañez como estribillista.
Video-«ALMA DE BOHEMIO»-ROBERTO FIRPO Y SU CUARTETO-El refinado pianista argentino, nacido en la ciudad de LAS FLORES (Buenos Aires-Argentina) llegaría a su primer y mayor éxito en 1914. con el tango “ALMA DE BOHEMIO”, que compuso para una obra teatral homónima, a pedido del genial actor FLORENCIO PARRAVICINI (1876-1941).Esta versión es la realizada con su cuarteto el 21 de mayo de 1947, para la empresa alemana ODEÓN, (Filial de International Talking Machine Company de Berlín), publicada con número de serie 30.506, lado «B».
Del genio y el talento sin igual: La cumparsita
El tango más universal, el más famoso, el más célebre y popular, el más grabado e interpretado, cuenta ya con cien años de existencia. Evidentemente, hablamos de «La cumparsita», un tango que tiene detrás una historia fascinante, digna de ser contada en detalle.
«La cumparsita» fue inicialmente una marchita, para una mascarada estudiantil, compuesta por el joven uruguayo Gerardo Hernán Matos Rodríguez (1897-1948), estudiante de arquitectura, a principios de 1916, organizada por la Federación de Estudiantes del Uruguay, justamente para los festejos que se avecinaban. Matos Rodríguez, no sabía escribir música. “Como él no sabía escribir, le pide a su hermana —que sí estudiaba música y sí sabía escribir— que por favor escriba una música que él le va a decir, él apoya sus dedos en un piano de cartón y le dice por favor anótame esto”. El pentagrama original era muy rudimentario por lo que se recurrió a la ayuda del pianista uruguayo Carlos Warren, para presentárselo a Roberto Firpo, más prolijamente.
Era abril de ese año, cuando el joven Matos Rodríguez, de 19 años, por intermedio de un amigo, pues el estaba muy enfermo, acerca la música al director y pianista Roberto Firpo, de 32 años, que en esa época, dirigía su orquesta en el bar-café «La Giralda», corazón tanguero de la ciudad de Montevideo (capital de la República Oriental del Uruguay), hoy museo del tango.
Roberto Firpo, que fue quien arregló y estrenó la obra, tal como la conocemos hoy, declaraba: “En 1916 yo actuaba en el café La Giralda de Montevideo, cuando un día llegó un señor acompañado de unos quince muchachos –todos estudiantes– para decirme que traían una marchita y querían que yo la arreglara porque pensaban que allí había un tango. La querían para la noche, porque la necesitaba un muchacho llamado Matos Rodríguez. En la partitura en dos por cuatro aparecía un poco la primera parte y en la segunda parte no había nada. Conseguí un piano y recordé dos tangos míos…«La gaucha Manuela» y «Curda completa» de 1906 que no habían tenido ningún éxito, y «Miserere» de Verdi. Y le puse un poco de cada uno. A la noche lo toqué… con «Bachicha» Deambrogio (bandoneón) y David «Tito» Roccatagliatta (violín), Agesilao Ferrazzano (violín). Fue una apoteosis, a Matos Rodríguez lo pasearon en andas… Pero el tango se olvidó, su gran éxito comenzó cuando le adosaron la letra de Enrique Maroni y Pascual Contursi, «Si supieras», en 1924 y lo graba Carlos Gardel ese mismo año con el acompañamiento de los guitarrista Guillermo Barbier y José Ricardo.” Roberto Firpo graba esta creación en 1917. Le propuso a Matos Rodríguez, firmar la obra juntos pero «Becho», así le decían a Rodríguez, se opuso.
Video – LA CUMPARSITA-(PRIMERA GRABACION ORIGINAL)-ROBERTO FIRPO Y SU CUARTETO-Registro para disco Nacional-Odeón de setiembre de 1916-La primera versión grabada fueron Roberto Firpo al piano, David «Tito» Roccatagliata en violin, Juan Bautista Deambroggio «Bachicha» en bandoneón y Juan Carlos Bazán en clarinete.
Hasta 1924 «La cumparsita» fue un tango instrumental «totalmente olvidado», según el juicio de Juan Carlos Marambio Catán (1895-1973). Esto se debía, a que carecía de letra, las orquestas de entonces, acompañaban el auge del llamado tango-canción, cuyo precursor y máximo exponente fuera Carlos Gardel. Matos, por su parte, había vendido los derechos a la firma Breyer Hnos, representante de la Casa Ricordi en Argentina.
La nueva versión cantada («Si supieras») fue estrenada en un sainete por el actor Juan Ferrari, el 6 de junio de 1924 en el viejo teatro Apolo, en una obra de los argentinos Pascual Contursi (1888-1932) y Enrique Maroni (1887-1957) titulada «Un programa de cabaret» y después la grabó Carlos Gardel ese mismo año en Buenos Aires y cuatro años más tarde en Barcelona. Ambos registros fonográficos para la empresa Odeón.
«Si supieras» es letra del periodista, autor teatral Enrique Maroni y del músico, letrista, dramaturgo Pascual Contursi (Letrista del tango «Mi noche triste»-Creador del tango-canción) cantada y grabada por Carlos Gardel. Años después, Maroni confesaría que la letra le pertenece en su totalidad a Contursi. Debido a que incorporada a la obra de teatro, Contursi no dudo en colocar a los dos como autores.
Si Supieras
Si supieras,
que aún dentro de mi alma,
conservo aquel cariño
que tuve para ti…
Quién sabe si supieras
que nunca te he olvidado,
volviendo a tu pasado
te acordarás de mí…
Los amigos ya no vienen
ni siquiera a visitarme,
nadie quiere consolarme
en mi aflicción…
Desde el día que te fuiste
siento angustias en mi pecho,
decí, percanta, ¿qué has hecho
de mi pobre corazón?
Sin embargo,
yo siempre te recuerdo
con el cariño santo
que tuve para ti.
Y estás en todas partes,
pedazo de mi vida,
y aquellos ojos que fueron mi alegría
los busco por todas partes
y no los puedo hallar.
Al cotorro abandonado
ya ni el sol de la mañana
asoma por la ventana
como cuando estabas vos,
y aquel perrito compañero,
que por tu ausencia no comía,
al verme solo el otro día
también me dejó…
Esto enojó a Matos Rodríguez, originando un juicio que recién se resolvió en el año 1948 (Gerardo Hernán Matos Rodríguez ya había fallecido). En 1926 el compositor, Matos Rodríguez, le puso otra letra y obligó a la editorial a su publicación oficial. Esta variante es recogida por el tenor Tito Schipa, quien la graba en el año 1930.
Video-«LA CUMPARSITA»-ROBERTO FIRPO Y SU CUARTETO- SEGUNDA VERSIÓN-1917
El 10 de septiembre de 1948 Francisco Canaro emitió su laudo arbitral al que se habían sometido finalmente las partes, quedando zanjadas las cuestiones referentes a los porcentajes por derechos de ejecución, fotomecánicos, y de inclusión en películas. Gracias a dicho laudo, los beneficios que este tango genera se reparten en un 80% para los herederos del uruguayo Matos y el 20% restante para los herederos de los argentinos Contursi y Maroni. El mismo dictamen también resolvió que quienes quieran registrar futuras ediciones de «La cumparsita» podrán hacerlo empleando sólo alguna de las dos letras referidas, prohibiéndose la utilización de cualquier otra.
Las otras letras destinadas a esta creación
La letra más antigua pertenece a Alejandro del Campo, un cofrade de la Federación de Estudiantes del Uruguay en la que militaba Matos Rodríguez al tiempo de componer su tango. Fue publicada por la revista «El Alma que Canta» en 1926 y se sospecha que es la primera letra escrita para «La cumparsita» por encargo del autor, ante la morosidad de Víctor Soliño (a quien le habría hecho originalmente el encargo).
También «El Alma que Canta» publicó el 19 de noviembre de 1957 una nota del letrista y periodista Antonio Cantó titulada «La historia del tango», en la que transcribe unos apuntes del poeta y escritor Nicolás Olivari sobre «La cumparsita». Olivari hace mención de “la primera letra que se escribió” para este tango, es obra del poeta y hombre de teatro Augusto Mario Delfino.
Ni una ni otra letra tuvieron éxito ni fueron cantadas o llevadas al disco por intérprete de relevancia alguno. Ambas se refieren a una comparsa carnavalera con versos evocativos de los días de la juventud. En realidad todas las letras conocidas transitan lugares comunes y ripiosos.
La quinta letra está escrita en inglés. Es obra de la cantante , compositora Olga Paul y fue publicada, según datos del historiador Roberto Selles, en 1937 por la casa editora Edward B. Marks Music Corporation de Nueva York bajo el título de The Masked One (la enmascarada). Dice Selles que en la partitura consta también el título original de Matos Rodríguez. La letra repite el mismo argumento de «Siga el corso» de Anselmo Aieta y Francisco García Jiménez.
Hasta antes de la celebración del centenario del emblemático tango en 2017, existió una polémica sobre si fue estrenado en 1916 o 1917. Pero fue el periodista, investigador e historiador , jurado Premios Konex, Héctor Mauricio Ernié (1930-1991) ,en «La historia de La cumparsita», revista Tango nº 23, quien en definitiva, le pone claridad a todo este tema. Él descubre que la primera partitura de «La cumparsita» se editó en Montevideo en la casa Arista y Lena, en el año 1916 y al año siguiente en Breyer Hermanos de Buenos Aires. Héctor Ernié fue un agudo y dedicado investigador del mundo del tango durante mas de 40 años de su vida. Reconocido colaborador de otros investigadores y coleccionistas de tango de la Argentina y el mundo.
Video-«LA CUMPARSITA»-ROBERTO FIRPO Y SU ORQUESTA–Tercera versión- Grabada con gran orquesta el 11 de enero de 1928, tambien para Disco Nacional-Odeón, de Max Glücksmann.
Versiones
Entre las más de 2.800 existentes hay que destacar las de:
-Roberto Firpo, registro 4 versiones de «La cumparsita:
- Setiembre de 1916 con su orquesta – Registro para Disco Nacional-Odeón
- Segunda grabación en 1917 con su orquesta -Registro para Disco Nacional-Odeón
- 11 de enero de 1928 con su Orquesta Típica – Registro para disco Nacional-Odeón
- 4 de julio de 1937 con su Cuarteto Típico – Registro para Disco Odeón
-Juan D’Arienzo, realizó siete versiones entre los años 1928 y 1971, son diferentes, destacándose la registrada el 10 de diciembre de 1963, que es la más rítmica y lograda. Todas para RCA VICTOR.
-ÁstorPiazzolla, pese a haberla denostado, la grabó cuatro veces, la primera, en un acetato que no salió a la venta con su orquesta típica de 1946. La segunda, un disco T.K. 78 rpm en 1951. La tercera en 1957 con la orquesta de cuerdas para el sello Music Hall. La última, en el año 1967, con una gran orquesta para el sello Polydor.
Libro «Yo Matos Rodríguez» por Rosario Infantozzi Durán
Rosario Infantozzi Durán que es narradora, guionista, investigadora, uruguaya, cuyas inquietudes la han empujado a dirigir algunos cortometrajes y a incursionar también en el teatro es sobrina nieta de Gerardo Matos Rodríguez. Sus investigaciones le han permitido registrar algunos aspectos peculiares referidos al que sin duda es el tango más famoso del mundo. En su libro “Yo, Matos Rodríguez, el de La Cumparsita” Rosario registra más de 400 películas en las que esa composición fue utilizada en la banda sonora. En esta publicación también relata que «a los 19 años Matos Rodríguez se enfermó de tuberculosis. En una de esas noches donde la fiebre quemaba, escuchó los acordes de lo que sería su mayor composición. Entonces le pidió a su hermana Ofelia «Becha», que le haga la transcripción. Fue ella quien se dió cuenta de que lo que había creado su hermano era un tango». En su libro pone esta palabras en boca de su tío: «Creo que nunca pude hacer otro tango igual… Más adelante compuse otros tangos y otras músicas, algunos quizás mejores que el primero. Pero éste (La cumparsita) encierra un mundo de ilusiones y de tristezas, de sueños y de nostalgias que sólo se viven a los veinte años. Fue un momento mágico. Y mágico fue su destino. ¡Cuántos misterios en torno a él, cuántos pleitos! Ríos de tinta y kilómetros de papel se ha utilizado para enaltecerlo o hacerlo pedazos» El joven “Becho” Matos Rodríguez escribió: “Corto de plata como era mi costumbre, crucé el charco (cruzar el Río de la Plata de Montevideo a Buenos Aires y viceversa)] y me fui a Buenos Aires a ofrecerle mi tango a la Casa Editora Breyer Hermanos. Yo tenía entonces veinte años recién cumplidos”. Fueron veinte pesos oro lo que recibió como pago por los derechos de la obra. Con ese dinero en el bolsillo se fue al hipódromo de Montevideo y se lo jugó todo a un caballo, creyendo poder multiplicar mi fortuna varias veces. El caballo se llamaba Skat y perdió por una cabeza”. Otra vez el relato de Rosario Infantozzi pone una pincelada que retrata al autor del tango que se convirtió en un éxito sin precedentes. Con dos metros de altura, Matos Rodríguez vivió entre Montevideo, Buenos Aires y París. Nunca se casó, adoraba la vida nocturna, las mujeres, la bebida, la juerga y las carreras de caballos, así como a su madre, sus hermanos y sobrinos. La mayor parte de su vida tuvo problemas económicos, a pesar del éxito de su obra. (del libro Yo, Matos Rodríguez, el de “La cumparsita”, de Rosario Infantozzi Durán-Ed. De La Plaza/1992).
«La cumparsita» es el himno popular y cultural de Uruguay, a partir de una ley aprobada, en 1998, por el Poder Legislativo uruguayo.
La República oriental del Uruguay declaró año del centenario de «La cumparsita» el 2017.
Sin duda alguna el tango es de dos orillas y «La cumparsita» resume el sentimiento rioplatense.
Cantada o instrumental «La cumparsita» se lleva en el alma.
¡Gracias Gerardo Hernán Matos Rodríguez !
¡Gracias Roberto Firpo!
Video-«LA CUMPARSITA»-ROBERTO FIRPO Y SU CUARTETO-CUARTA VERSIÓN-1937
Roberto Firpo y la industria fonográfica
La industria fonográfica no ha sido lo suficientemente consecuente con los grandes nombres que enriquecieron sus catálogos tangueros y abultaron sus ganancias en todo el mundo, con este repertorio. Roberto Firpo es uno de los pioneros del género que permaneció más tiempo en actividad, pero señalan los biógrafos e historiadores del tango que un número importante de las grabaciones de la orquesta, no volvieron a reeditarse hasta 1978, nueve años después de su muerte.
Muchas figuras de gran valor del repertorio han sido relegadas. Gracias a los coleccionistas hoy se pueden valorar esas obras que de otra manera estarían «perdidas» y lejos del lugar que merecen dentro del patrimonio cultural argentino, rioplatense y de la humanidad.
La industria del entretenimiento sólo se ocupa del «negocio» y relativiza el valor sustancial, cultural, quitándole potencial al material de «archivo».
No debemos dejar de admirar a este coloso, genial pianista de Las Flores, que dio el arte popular en la primera revolución musical del Siglo XX.
Enrique Cadícamo dice del pianista de Las Flores: «El nombre de Roberto Firpo probaba la valía de su fama a través de ese ‘don’ que poseía y de la didascalia tanguística que le enseñó la calle..y fue decisivo el piano de Firpo a la hora de pensar el futuro del tango».
Didascalia: Del griego antiguo significa enseñanza o acotación.
Video-«LA CUMPARSITA(SI SUPIERAS)-CARLOS GARDEL-1924-Con el acompañamiento de los guitarristas afrodescendientes José Ricardo y Guillermo Barbieri-Grabado en Disco Nacional-Odeón, Buenos Aires-Grabación acústica.
Video-«LA CUMPARSITA» (SI SUPIERAS)-CARLOS GARDEL-Con el acompañamiento de los guitarristas José Ricardo y Guillermo Barbieri-Grabación eléctrica (con micrófono) realizada en los estudios Odeón de Barcelona (España), el 17 de diciembre de 1927.
Fuentes: Todotango.com / Es.wikipedia.org / Lanacion.com.ar / Tino Diez / Orlando del Greco / Néstor Pinsón ! Enrique Cadícamo / León Benarós / Francisco García Jiménez / Rosario Infantozzi Durán
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Es fundamental que los archivos sonoros, gráficos y audiovisuales sean considerados un bien cultural.
La UNESCO ha elaborado recomendaciones para la salvaguardia de estos materiales como parte de la memoria
del mundo. Algunas políticas culturales han permitido tomar cierta conciencia de las pérdidas y cómo poder frenar el deterioro de los archivos sonoros, gráficos y audiovisuales, sobre todo de aquellos que se encuentran en una irreversible obsolescencia como lo son los soportes analógicos, o los que tienen como soporte el papel. (Ver Textos fundamentales de la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Inmaterial 2003: https://ich.unesco.org/doc/src/2003_Convention_Basic_Texts-_2018_version-SP.pdf) La era digital que nos atraviesa permite disponer de novedosas herramientas que podemos aplicar para atesorar y resguardar todo, con la participación de la comunidad y decisiones políticas en la misma dirección.
Cada tango es una historia
En cada tango un pedazo de historia, un renglón de vida que los músicos, poetas y letristas componen bellamente para trenzar los renglones de tinta virtual y quedar mirándonos en este espejo musical del amor y los actos humanos. Y que no falte nunca el abrazo tanguero.
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Luis Perrière