LOS MUCHACHOS DE ANTES

VIEJO RINCÓN, EL TANGO INMORTAL

LOS MUCHACHOS DE ANTES Y RAÚL DE LOS HOYOS

El tango inmortal, renace desde el trío Los Muchachos de Antes, de Panchito Cao, que grabaron «Viejo rincón» de Raúl de los Hoyos rescataron la instrumentación básica desplazada por el bandoneón, el piano, de la denominada «guardia vieja» la guitarra, la flauta y el clarinete.

En la historia inicial del tango, 1880 y 1900, la cantidad de músicos que se ganaban la vida brindando música en los lugares como el «María La Vasca,  «Café de Adela», los cafés de la Boca, Palermo, Parque Patricios, Barracas y el Centro, entre otros, no fueron muchos y tuvieron en común, ser guitarreros, violinistas o flautistas/clarinetistas, que se ganaban la vida en ese oficio, o sea, eran profesionales o semi profesionales, que lograban reunir por día hasta dos pesos o algo más, tocando en varios lugares cada tarde o noche, o en ambas, dependiendo de la demanda.

Por eso, sus «repertorios» debían tener un número mínimo de veinte composiciones, para poder cobrar por pieza brindada $ 0,10, pasando el plato o el sombrero, que era la forma de recibir la retribución. No todos los bailarines y oyentes pagaban, por no tener la moneda necesaria.
Al terminar de brindar el repertorio, se dejaba el lugar a otro u otros músicos, para dirigirse a un nuevo local donde se repetían las composiciones del repertorio. Esto se repetía tres o cuatro veces por noche, logrando que al amanecer, se hubieran reunido 2 a 5 pesos

Esta fisonomía del tango es la que pudo rescatar fehacientemente Panchito Cao y su agrupación «Los Muchachos de Antes».

Francisco Cao Vázquez , dirigió el trío Los Muchachos de Antes, en 1958, junto a Horacio Malvicino en guitarra y Aldo Nicolini en contrabajo, donde adoptó el tango «La payanca», como su caballo de batalla popularizándolo. Con este grupo presentó decenas de tangos por más de tres décadas.  Panchito Cao sostenía como objetivo recrear las interpretaciones de grupos similares de principios de siglo XX de Buenos Aires.

El porque de un trío o terceto

La euforia tanguera de los años cuarenta del siglo XX, no solo es un momento histórico de la música popular  de Argentina, sino la consolidación cultural de esta revolución artística, musical rioplatense.

La impronta porteña había eclipsado todo lo imaginable en materia de propuesta musical.

La potencia del tango siempre referencia el nomenclador que legaron las diferentes artes que convergieron en el en esa década de oro.

Que paso después, de que el tango se impusiera contra vientos y mareas desde el siglo XIX, generando su momento de oro. Es la gran pregunta que podríamos hacernos. Y lo mejor para respondernos es contar los hechos tal como fueron presentándose.

Repasemos, las reiteradas crisis de  económicas en nuestro país no dejaron afuera del caos a las formaciones musicales las que a principio de siglo eras dúos o tríos en la década de de 1910  vivieron una transformación fundamental al integrar el bandoneón, el piano y otros instrumentos generando así “la nueva guardia”.

La sociedad de la década de 1950 no fue la misma que la de 1920, 1930 o la de 1940.

En ella convergieron muchos factores ajenos al tango que redundaron sobre las orquestas, cantores, compositores, espectáculos y lugares de esparcimiento, reduciendo la cantidad de músicos por orquesta, cerrando lugares y disminuyendo la concurrencia.

El proceso político-social que inició en 1945  impuso el cumplimiento de muchas leyes que estaban sancionadas pero no se cumplían, protegiendo al obrero u empleado; a ello hay que agregar el proceso de inflación desatado, al fracasar la política de estatización. Entonces llega noche. La frustración invade a millones de mujeres y varones, abuelos y niños, rodeados del dolor y la tristeza  que presenta el nuevo escenario con el liberalismo/conservadorismo impuesto por las autoridades, que asumieron,  tras el cruento golpe cívico-militar, de 1955.

Desde mediados de los años cincuenta la persecución de todos los artistas, músicos, escritores, locutores, animadores, cineastas, pintores, escultores, periodistas vinculados o simpatizantes del peronismo, las listas negras fueron el pan de cada día y superaron ampliamente las generadas en años anteriores, inclusive durante el peronismo, la década infame (años treinta).

La pregunta que siempre me hice es si fue una cuestión ideológica o la aplicación de un plan estratégico de los actores económicos. Ejecutando un intento de erradicar  esta manifestación popular ciudadana que se había transformado en la expresión cultural cabal de un pueblo que iba emergiendo del colonialismo, logrando su identidad, frente al mundo, con el tango.

Porque esta claro que a lo largo de la historia de la humanidad, la conquista de los pueblos siempre llevó consigo la consigna clara de hacer desaparecer todo vestigio cultural, religioso, inherentes a su identidad.

Así los nuevos conductores culturales y espirituales imponen por cualquier medio lo que desean plasmar como parte de su pensamiento, ideologia, y sociedad.

Este cambio drástico en la vida de los argentinos repercutió en las fuentes laborales que redujeron las nóminas de empleados y obreros, iniciando una etapa de despidos, trabajos mal pagos, incumplimiento de leyes sociales y laborales que a su vez, influyeron negativamente en los salarios y sueldos.

Al mismo tiempo, el mercado argentino se vio invadido por músicas extranjeras (centroamericanas, europeas  y de jazz) que a través de las películas y la persistente difusión radiofónica fueron influyendo en el gusto del público. La transculturización estaba en marcha.

Paralelamente las casas grabadoras lanzaron a la plaza, las producciones de discos conteniendo esas músicas de casa matrices o filiales de otras naciones  siendo estos «productos»  amortizados en sus costos en origen influyendo negativamente en el mercado del tango, y degradando a los artistas locales.

El auge de la música folklórica, entre 1952 y 1954, hizo que las placas vendidas de esta última modalidad artística hubieran superado o igualado a las grabaciones vendidas de tango.

La nueva crisis desatada produjeron al arribo de los años sesenta, que las  orquestas fueran insostenibles para un mercado que iba reduciendo el consumo.

Los amantes, del tango en el país, fueron perdiendo de vista músicos y voces que migraron o tuvieron  que adaptarse, y ahí aparecen solistas, dúos, tríos, cuartetos.

Se logró algo muy importante, frenar al tango. Pero mas que nada restarle, identidad y pasión popular. Fue un golpe mortal a su natural vidriera la radio y los discos.

LOS MUCHACHOS DE ANTES, dirigido por Panchito Cao  estaban integrados por:

 

 

Francisco Cao Vázquez más conocido artísticamente como Panchito Cao nació en San Telmo, Buenos Aires, Argentina, el viernes 3 de diciembre de 1920. Fallece en esa ciudad el  viernes 14 de setiembre de 1979. Se destacó   en la música, fundamentalmente en el tango, como clarinetista, director y compositor.

Hijo de Francisco y Rosario Vázquez, participó como clarinetista en orquestas de jazz e incluso llegó a acompañar a la vedette y bailarina norteamericana  Josephine Baker.

En la década de 1940, armó un conjunto de jazz, donde en variadas ocasiones participaron Hernán Oliva, Horacio Malvicino, Ahmed Ratip, René Cóspito o Barry Moral. Sus agrupaciones tocaron en lugares como el Jockey Club, donde también tocaba la orquesta de Osvaldo Fresedo.

En 1943 forma el Santa Anita Sextet con Juan Salazar en trompeta, Chino Ibarra en saxo tenor, Mono Villegas en piano, Tito Krieg en bajo y Adolfo Castro en batería.

En la pantalla grande argentina hizo una aparición en la película de 1949, «Otra cosa es con guitarra», con dirección de Antonio Ber Ciani y guion de César Tiempo, junto a Roberto Quiroga.

En teatro integra en 1946 la Gran Compañía de Argentina de Revistas encabezada por Alberto Castillo con quien presentó obras como Los cien barrios porteños, Dove está la papa y Su majestad la cola, en el Teatro Maipo.

Video – VIEJO RINCON-LOS MUCACHOS DE ANTES-Trío dirigido por Panchito Cao-1960-(Este video incluye línea de tiempo de las versiones del tango  «Viejo rincón» desde 1925 hasta 1927)

 

 

 

 

Aldo Nicolini en contrabajo

Su nombre real Carlos Aldo Nicolini, conocido artísticamente como «El Nene Nicolini» (Argentina, ca. 1925 – 1985) fue un músico argentino, ejecutante de contrabajo y bajo eléctrico. Debuta a los 14 años de edad ( de donde deviene su apodo de El Nene) acompañando a Paloma Efrom ( Blackie ) cuando esta se destacaba como vocalista de jazz antes de ser periodista y conductora de televisión. En 1955 participó de la integración inicial del Octeto Buenos Aires dirigido por Ástor Piazzolla pero no llegó a grabar porque lo reemplazó Juan Vasallo. Integró las formaciones de Oscar Alemán, Rene Cóspito y el conjunto Los Cuatro Amigos, entre otros y fue seleccionado por Dámaso Pérez Prado (el Rey del Mambo) durante su visita a Buenos Aires para realizar una gira con su orquesta por Latinoamérica que culminaría en Cuba. En 1959 formó el trío Los Muchachos de Antes junto a Horacio Malvicino (guitarra) y Panchito Cao (clarinete). A su regreso de los Estados Unidos a la Argentina en 1960 Lalo Schiffrin formó una orquesta de jazz y lo convoca para desempeñarse en ella. Ingresó en la Orquesta Estable de Canal 13 dirigida por Bubby Lavecchia junto a grandes como Pichi Mazzei y Horacio Malvicino, acompañando figuras de la talla de Rolando La Serie, Olga Guillot y otros artistas que desfilaban por Casino Phillips y otros grandes programas musicales en vivo. En 1980 integró el trío Pansera 3, con el que grabó el álbum Pansera 3 (CBS 20.099). Por último, integró la orquesta de Mariano Mores hasta su fallecimiento en Buenos Aires en 1985.

 

Horacio Malvicino en Guitarra.

Horacio Malvicino, guitarrista,  nació en la ciudad de Concordia, Entre Ríos, Argentina. el jueves 20 de octubre de 1929.Horacio estudió guitarra entre los 6 y los 14.

En Concordia, vivió hasta los 18 años, un amigo coleccionista le hizo conocer la música del guitarrista gitano belga Django Reinhardt (1910-1953) y el guitarrista afroestadounidense Charlie Christian (1916-1942). Cuando llegó a Buenos Aires se fascinó con el llamado movimiento bopper, y junto a músicos como el Gato Barbieri, Lalo Schifrin y el Mono Villegas le rindió culto en el Bop Club (en el barrio de Congreso), el lugar donde nacieron los primeros intentos por desarrollar el jazz moderno en la Argentina.

Como miembro de las distintas formaciones de Astor Piazzolla, grabó quince discos. Tocó tango, jazz y bossa nova. Realizó proyectos junto a músicos como Leopoldo Federico y Daniel Binelli. Musicalizó muchas películas. Es considerado pionero del jazz moderno en la Argentina y el primer guitarrista local de bebop.

Piazzolla lo escuchó allí y le pidió que formara parte del Octeto Buenos Aires que tuvo actividad entre 1955 y 1958, y lo siguió convocando hasta la disolución de su último Sexteto.

Recordaba Malvicino «…tuve la satisfacción de que el Tano [Piazzolla] me llamara cada vez que se le ocurría. He entrado y salido diez veces de sus agrupaciones tangueras. Pero yo era la guitarra eléctrica: el objeto maldito dentro del tango. En aquella época recibía amenazas todos los días. Llamadas telefónicas, anónimos, tomatazos, tipos que me puteaban por la calle, sin mucha metáfora: -O dejás a Piazzolla o te reventamos-. […] Me pasé la vida al lado de Piazzolla y su maravillosa influencia que no se me va a ir así nomás.

En el libro de memorias de Piazzolla que recopiló Natalio Gorin se lee la opinión del bandoneonista sobre Horacio Malvicino: «Es el guitarrista que mejor comprendió todo lo que yo escribí, tal vez porque es el más tanguero de los tres (los otros dos guitarristas eran Cacho Tirao y Oscar López Ruiz)»

En los años 60 grabo bajo el seudónimo de Don Nobody (Don Nadie) para el la fonográfica de Argentina, Disc-Jockey, acompañando a Juan Ramón, Rosamel Araya,  Jorge Foster y Tanguito. Fue director musical de la compañía discográfica RCA , por 20 años.. Y paralelamente a su carrera como guitarrista, bajo el seudónimo de Alain Debray grabó numerosos discos LP como director de orquestas de música ligera (easy-listening) integradas por músicos de sesión, como la denominada Des Champs-Elysées, para la RCA. Entre los sucesos logrados con este seudónimo figura la versión de «La cumparsita».

VIDEO-LA CUMPARSITA-1916-ALAIN DEBRAY Y SU ORQUESTA CHAMPS-ELYSEES-1969

 

 

 

 

Malvicino cuenta como fue que se incorporó como ejecutivo artístico a la RCA. «Rodríguez Luque, hombre de radio y productor excelente hizo mucho por mí para que llegara a director del sello Víctor. Un día, la RCA de Francia me propone producir un disco instrumental con temas originales de toda América del Sur y que de la Argentina fueran dos tangos. Elegí “La cumparsita” y “El choclo” y, además, que fuera una versión más for export, europea en definitiva. Hice los arreglos y algunos detalles como reemplazar el bandoneón por el acordeón, poner algo de percusión, también los palitos esos que se usan en la música tropical, los violines al unísono y bronces. Se grabó y se envió. Era Horacio Malvicino y su orquesta.

Me olvidé, pasaron dos años hasta que un publicista encontró en la RCA una apertura musical para la campaña de un producto en la televisión (Combinado Motorola BGH el slogan  era «Donde vive la orquesta»). Fueron dos minutos y, muy pronto, las disquerías comenzaron a pedir al sello esa versión de “La cumparsita”, muy solicitada por el público. Rápidamente, se fabricaron discos en 45 rpm con ese tango y en la otra faz la música del film francés Zeta. La etiqueta rezaba: -por Alain Debray y la orquesta de Champs-Élysées. Resultó que mi apellido italiano no había gustado y entonces juntaron Alain, por el actor Delon y el apellido Debray, por el periodista francés que había realizado un reportaje al Che Guevara, Régis Debray. Se editó en 26 países, fueron dos millones de unidades las vendidas pero aquí, cuando supieron que no era un francés sino un simple músico argentino, las ventas bajaron muchísimo».

                                                               Algunos long-plays (vinilos) de ALAIN DEBRAY

Entre estos discos como  bien señala Malvicino se cuentan algunos de tangos interpretados «a la europea». En contra de lo esperable estas versiones fueron éxitos de venta en Argentina y Uruguay.

Es habitual en la industria fonográfica que los músicos, cantantes, cambien su identidad. En el mundo del tango, José Basso se escondió detrás del rótulo «Pepe y su cuarteto loco» y también supo ser José de Alto, en los mismos años en que Roberto Rufino circulaba cantando boleros como Bobby Terré y aparecían discos por Don Goyo, en la vida real René Cóspito, supremo pianista melódico. También hubo un Frank Ferrar, protagonista de singles y acompañante del grupo vocal Los Santos, que se transformaba en Frankie para conducir Clave boys o Cha-cha boys y no era otro que Waldo de los Ríos en la época de sus colosales experimentos folklóricos.

No puedo dejar de mencionar al santafesino Santos Lipesker (1918-1978). Director artístico de la compañía Philips, desde los comienzos de la misma, fines de la década de 1950. Durante los años que me desempeñé en esta compañía holandesa , su nombre  estuvo siempre presente para los recuerdos cotidianos de la historia de esta fonográfica y los nombres que pasaron por ella, en cuanto a Santos a logros y actos fallidos. Santos Lipesker fue sin lugar a dudas es el mayor exponente en esta materia, estableciendo una cantidad de artistas fantasmas que nadie dentro de la industria superó ni superará.  Por ejemplo grabó como: Orquesta Vincent Morocco, Valentino, André y su conjunto, Roy Best, Chico Mendoza, Pascal Valenti, Gasparín, Jean-Pierre, Ronald Bonn, Jacinto W, Los soldaditos de Johnny, Cuarteto los Porteñitos, Conjunto Maracangalha, Orquesta Estudio A, Trío Balvanera, The rockers o Tabac´s Musicum y Los Tururú Serenaders.

Horacio Malvicino dejo un marca importante en el jazz de Argentina. En el 2006 se publicó Horacio Malvicino Jazz Quinteto, por el sello Melopea, disco grabado  en el auditorio de la Radio Ciudad de Buenos Aires en 1963 (donde también tocaron las figuras más representativas de distintos géneros, y por allí pasaron el pianista de jazz Enrique Mono Villegas, los Hermanos Ábalos (folclore) y el pianista de tango Horacio Salgán, entre otros.

Eran audiciones cortas, de quince minutos, pero que tenían una audiencia impresionante. Era todo totalmente improvisado, como corresponde al jazz.

¡Fue tan encantador vivir los encuentros con aquel grupo! Era como jugar en la delantera del seleccionado. Nos conocíamos tanto que con sólo mirarnos ya sabíamos lo que iba a pasar. De más está decir que la grabación está hecha con otra tecnología, se grababa con un solo micrófono y el técnico tenía que tener en cuenta la ubicación de todos los instrumentos. Y todo iba directamente, sin pruebas previas.

Con más de 70 años en la música, este gran guitarrista, compositor, arreglista y director, también presidente de AADI (Asociación Argentina de Intérpretes), fue reconocido en el 2018 como «Personalidad destacada de la Cultura» por la legislatura de CABA.

 

Video-«LA PAYANCA»-TANGO-Tema clave del repertorio del trío instrumental LOS MUCHACHOS DE ANTES, que creó y dirigió el músico, autor, compositor, director de orquesta, clarinetista, PANCHITO CAO, desde 1958. Este tango fue editado en 1917 por Augusto Pedro Berto quien fue guitarrero, bandoneonista. El cuenta que utilizó, en 1906, un viejo gato de autor anónimo que tenía en su repertorio inicial, le cambió el tiempo y lo transformó en la tercera parte de un tango. Cuando llegó a editarlo —recién en 1917— aclaró en la partitura: «Tango milonga sobre motivos populares». También demoró en ponerle un título.

 

 

 

 

 

Tapa y contratapa del disco larga duración (long-play-vinilo) incluyendo 14 obras grabadas para el sello Disc-Jockey con el número de edición 15096 de la serie Estrellas. En el lado”A” figura en el séptimo lugar, última banda de ese lado, el tango “Viejo Rincón”.

 

Fuente: León Benarós |Horacio Ferrer | Todo Tango | Andrés Carretero | Wikipedia

 

*Colaboración en el arte de Selene Perrière

 

RAULDELOSHOYOS.COM-SITIO CULTURAL–SIN  FINES DE LUCRO

Es fundamental  que los archivos sonoros, gráficos y audiovisuales sean considerados un bien cultural.

La UNESCO ha elaborado recomendaciones para la salvaguardia de estos materiales como parte de la memoria
del mundo. Algunas políticas culturales han permitido tomar cierta conciencia de las pérdidas y cómo poder frenar el deterioro de los archivos sonoros, gráficos y audiovisuales, sobre todo de aquellos que se encuentran en una irreversible obsolescencia como lo son los soportes analógicos, o los que tienen como soporte el papel. (Ver Textos fundamentales de la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Inmaterial 2003: https://ich.unesco.org/doc/src/2003_Convention_Basic_Texts-_2018_version-SP.pdf) La era digital que nos atraviesa permite disponer de novedosas herramientas que podemos aplicar para atesorar y resguardar todo, con la participación de la comunidad y decisiones políticas en la misma dirección.

Cada tango es una historia

En cada tango un pedazo de historia, un renglón de vida que los músicos, poetas y letristas componen bellamente para trenzar los renglones de tinta virtual y quedar mirándonos en este espejo musical del amor y los actos humanos. Y que no falte nunca  el abrazo tanguero.

rauldeloshoyos.com es un sitio web NO comercial, por lo que los materiales publicados tienen como único cometido informar sobre la obra de Raúl Joaquín de los Hoyos, conocido artísticamente como Raúl De Los Hoyos, el tango, sus letristas e intérpretes, difundir el Patrimonio Cultural de Saladillo y entretener a toda persona que lee la página.

Raúl Joaquín de los Hoyos es Patrimonio Cultural de Saladillo (2018) y Ciudadano Distinguido Post Mortem (2019).

LuisPerrière

 

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