Alberto Vaccarezza | Raúl de los Hoyos
«Atorrante» y «El conventillo de la paloma»
El tango «Atorrante» con música del pianista saladillense Raúl de los Hoyos (1898-1989) y letra del talentoso dramaturgo Alberto Vacarezza (1886-1959) fue estrenado por Libertad Lamarque en el papel de Doce Pesos, en la función inaugural del sainete «El conventillo de la Paloma», de Alberto Vacarezza, presentado por la compañía del empresario Pascual Carcavallo, en la sala del teatro Nacional, que éste dirigía, el viernes 5 de abril de 1929. Esta obra alcanzó las mil representaciones entre 1929 y el jueves 29 de mayo de 1930. Un récord difícil de igualar y superar. Y esta marca, es otro de los registros indelebles que el teatro de la ciudad de Buenos Aires. Que ostenta, además, el récord mundial de 400 obras en cartel en una temporada. Contabilizando teatros oficiales, cooperativos, privados, y a la gorra.
El conventillo de la Paloma | Más de 1000 representaciones (1929/1930)
«El conventillo de la Paloma» es un sainete festivo en un acto con tres cuadros, escrito por el dramaturgo argentino Alberto Vacarezza.
A lo largo de los años, de los siglos XX y XXI, fue representado por diversos elencos en numerosas oportunidades tanto en teatro como en televisión y en 1936 se realizó una película del mismo nombre basada en la obra y dirigida por Leopoldo Torres Rios.
Hay que señalar el inusual éxito de «El conventillo de La Paloma», que a partir de su estreno superó largamente las mil representaciones continuas, pero en la milésima representación, el 29 de mayo de 1930, decidió renunciar la actriz que personificaba a la «Doce Pesos», porque adujo, entonces, que su carrera debía buscar otros caminos, y tuvo razón. Se trataba de Libertad Lamarque, quien fue reemplazada por la actriz, bailarina, vedette y cantante Tita Merello.
El sainete fue uno de los mayores éxitos de todos los tiempos del teatro argentino.
El diario La Nación dijo en 1929, año del estreno de El conventillo de la Paloma: “ese hombre (Alberto Vaccarezza) con ese ingenio debería dedicarse a escribir sobre cuestiones más nobles”, desmereciendo la calidad de su obra. Palabras que el tiempo sepultaría tan despreciable apreciación.
Libertad Lamarque
Libertad Lamarque nació en la ciudad de Rosario, Provincia de Santa Fe, Argentina, 24 de noviembre de 1908. Falleció en la ciudad de México, el 12 de diciembre de 2000. Fue una actriz y cantante argentina que vivió gran parte de su vida en México.
Sus inicios en la actuación ocurrieron a la edad de siete años en obras vinculadas a la militancia anarquista de su padre. En 1924, instalada en Buenos Aires, fue contratada para actuar en el Teatro El Nacional y grabar discos con la compañía RCA Víctor, convirtiéndose en una de las primeras cantantes de tango surgidas en la década de 1920 que crearon la modalidad vocal femenina en el rubro.
En la década de 1930, es cuando su nombre se suma a la corriente principal del tango, conocida como la década de los cantantes. Y entre las mujeres, un selecto grupo de cancionistas ocupa el centro de la escena: Rosita Quiroga, Azucena Maizani, Mercedes Simone, Ada Falcón, la actriz Tita Merello, y Libertad Lamarque. Diferentes estilos para el tango que ya se destacaba en las marquesinas de los teatros del mundo.
Su debut en cine ocurrió en también en 1930 cuando protagonizó un filme mudo, «Adiós, Argentina», de Mario Parpagnoli, mientras que en 1933 intervino en la primera película sonora argentina, «¡Tango!», junto a Tita Merello. Calificada como «la reina del tango», al año siguiente fue elegida «Miss Radio» por votación popular en la revista Sintonía. Su consagración como actriz melodramática ocurrió luego de que protagonizara «El alma del bandoneón» (1935), tras la cual fue contratada por el director de cine José A. Ferreyra para encabezar el lenco del filme «Ayúdame a vivir» (1936).
Doce pesos
En 1929, Pascual Carcavallo (Teatro Nacional) la convocó para protagonizar el sainete «El conventillo de la Paloma», de Alberto Vacarezza, donde recreó a la muchacha que llaman «Doce Pesos» y cantó el tango «Atorrante» de Raúl de los Hoyos y Vaccarezza, en el tercer acto de la obra.. De acuerdo a Lamarque, «no fui feliz cuando me asignaron… Me daba vergüenza hablar y comportarme en forma burda, arrabalera, pero a mi pesar, mi personaje dio que hablar y hasta hoy se recuerda». La presencia de Lamarque en la obra continuó hasta 1930, momento en que fue reemplazada por Tita Merello.
¿Qué es un conventillo?
Hay que imaginar un barrio y en el una casa, constituída en una espacio múltiple, con muchas habitaciones. Algunas con plantas baja y alta , un patio central, y un aljibe para extraer el agua almacenada como único medio para obtener agua potable. Pensemos que un conventillo común albergaba a quinientas o setecientas personas. Uno de los más
chicos tenía alrededor de ciento sesenta personas. Hacinamiento, problemas con el agua, serias dificultades por
convivir todos apretados. En el patio del inmigrante sobresalían las piletas para el lavado y las sogas en las que flameaba la ropa al sol. La gente muy pudiente cuando vio la urgencia de vivienda que demandaba la inmigración
aprovechó para hacer su negocio y convirtió su casa grande en conventillo. Dividió habitaciones para crear nuevos espacios y a la vez, los que venían, agregaban más piezas. A veces las construían con chapa o cualquier otro elemento. Trataban de vivir, como podían. Así eran los conventillos de Villa Crespo, Barracas o el centro de la ciudad de Buenos Aires. Los de la Boca, eran construidos por los mismos italianos, según un estudio realizado sobre la arquitectura de los conventillos. Así fue como muchos conventillos fueron construidos con tal finalidad. ¿Con que elementos? Restos de chapa y madera provenientes de los barcos, astilleros y pintura sobrante de los mismos para dar color a las paredes. De allí que no fuera suficiente para pintar una vivienda de un mismo color. Ésta es la postal actualmente representa la calle Caminito, en el barrio de La Boca. Entre esas paredes confluían las más diversas pasiones, todo tipo conflictos humanos. Riñas, dialectos, crisol de idiomas, credos, versos, cantos. Cuna del lunfardo y vertiente del tango.
Historia real del «Conventillo de la Paloma»
En 1886 abrió, en el barrio de Villa Crespo (Buenos Aires) la fábrica de zapatos «La Nacional» y en el complejo de habitaciones para los trabajadores de la empresa vivían en su mayoría varones, inmigran- tes que llegaron solos al país en busca de trabajo.
De la memoria viva del barrio trasciende la historia que, un empresario llevó allí, a una joven que, vestida de blanco, atendía en su pieza a los muchachos que buscaban recibir un poco de afecto.
El lugar pronto fue conocido como «El conventillo de la Paloma» y el nombre inspiró el sainete que se transformó en una pieza fundamental de las tablas argentinas, un clásico que superó el paso del tiempo.
El conventillo de la Paloma (o El Nacional) en ese entonces contaba con 110 habitaciones en la vivienda colectiva de Villa Crespo. Era tan grande que había autos que podían surcarla de Serrano a Thames, porque la edificación iba desde una cuadra hasta la otra. Vivían unas cuatro o cinco personas por pieza. En total, y en años de furor demográfico, cuando ya los hombres habían traído a sus mujeres e hijos de sus tierras, llegaron a vivir 400 personas. Había solo dos baños para todos ellos. Había más pendencia en la cola del baño que en el balcón de la deseada Paloma,, que también trabajaba en la fábrica «Nacional de Calzados». Y había pocos criollos nativos.
La casa esta ubicada en el corazón del barrio de Villa Crespo (CABA). Fue construida a comienzos del siglo XX por pedido de Salvador Benedit, gerente de la «Fábrica Nacional de Calzados» para que los obreros vivieran cerca de la empresa. Con una superficie de 1900 metros cuadrados de parcela, el predio tiene dos entradas, una sobre la calle Thames 145, 147, 149, y la otra sobre Serrano 152, 156, 158.
En abril 2004 contaba con 16 unidades de vivienda, ocupadas por 80 inquilinos. Esto representa el ala izquierda tomando como frente la calle Serrano, pues la otra mitad fue destinada a uso comercial.
Norberto Barruti
Este director de teatro de la ciudad de La Plata (Capital de la provincia de Buenos Aires) es el creador del Taller de teatro de Universidad de La Plata. Y desde ese lugar conformó un elenco para representar durante tres temporadas, desde el 2003, «El conventillo de la Paloma», con gran suceso.
En un nota que le hiciera Nélida Buscaglia (Picadero) dice “Tal vez el género sea ese lugar donde el teatro encuentra su poesía…”, reflexiona Norberto Barrutti, director del Taller de Teatro de la Universidad Nacional de La Plata, dispuesto a una charla sobre el sainete.
“El género es la forma, más allá de la temática. El sainete es una de esas formas fuertes, decididas, definitivas, provocadas por ese fenómeno excepcional que los inmigrantes aportaron a esta Argentina” (Barrutti).
Tantas culturas acompañadas de tantas lenguas, en un solo lugar -hay fotos que registran hasta inmigración india, bajando de los barcos con sus turbantes y atuendos- dieron cuenta de un fenómeno donde nada podía quedar inmune. El teatro, como corresponde, se hizo cargo.
“–El conventillo de la Paloma- es la obra más representada del teatro nacional. Las compañías siempre
la tenían preparada, si la boletería de la pieza que estaba en cartel no andaba bien, subía «El conventillo… » y la
taquilla crecía y se recuperaba”, recuerda Barruti.
Alberto Vaccarezza dijo: “Hay que hacer el conventillo y luego contar la historia con dieciséis personajes”.
El contador de historias populares, sufrió con la llegada del movimiento peronista, fue relegado, y murió en 1959 en la absoluta pobreza. El sainete todavía sigue siendo considerado un género «menor» en la idea y el pensamiento de quienes establecen «escalas» en las artes populares.
“En lo personal –cuenta Norberto Barruti–, me encontré con un género muy difícil.
Al sainete hay que ponerle algo del corazón y el espíritu atorrante del que hablaba Roberto Arlt. Son muy difíciles los tonos y los gags, los chistes. Deben ser contados muy bien, con el tiempo exacto porque si no pueden perderse”.
“El sainete es musical. Uno debería disfrutar el texto con sólo cerrar los ojos, y esto también es complejo porque la
imagen, a veces, engaña. El sainete debe tener mucha musicalidad.»
Atorrante
Según el Lunfardo / Atorrante : Abacanado, presuntuoso,vago.
Después de mucho andar con esta palabra, que su origen es incierto, satisfice en algo mi inquietud al lograr estas apreciaciones.
En el principio fue el verbo (atorrar), sostiene el poeta y letrista Ricardo Ostuni.
La referencia impresa más antigua que se tiene del vocablo atorrante, es la cita del verbo atorrar que aparece en un artículo de Benigno Baldomero Lugones -Los caballeros de industria- publicado en La Nación de Bs.As. el 6 de abril de 1879.
En la estafa el «gil» (sinónimo de otario: persona considerada lenta) ve los objetos con que va a ser robado, pasea con los lunfardos, a veces morfila (come) y atorra (duerme) con ellos.
El cotejo de fechas revela que el modo verbal era conocido mucho antes de la utilización de las grandes cañerías en las obras sanitarias de la ciudad. La nota de Lugones es de 1879 y los caños comenzaron a instalarse en 1883/84. Así también lo confirma Miguel Cané en Prosa Ligera (1903) donde asegura que la palabra atorrante es de intro-ducción relativamente reciente en el habla popular:
Dice el escritor y político argentino Miguel Cané: “Después de haber vivido más de un cuarto de siglo, la oí por primera vez en mi tierra, allá por 1884 de regreso de Europa donde había pasado algunos años… Se me dijo entonces (no hay lomo como el de la etimología para soportar carga) que el vocablo tomaba origen en el hecho de que los individuos del noble gremio así denominado, dormían (atorraban) en los caños enormes que obstruían entonces nuestras calles, llamados de tormenta«.
Cané confirma con toda claridad que se les llamó atorrantes porque dormían (esto es, atorraban) dentro de esos caños por carecer de domicilio y de trabajo.
En el libro de la obra «El conventillo de la Paloma» la definición de atorrante es vago.
Momento del tercer acto donde se canta el tango «Atorrante»
Personaje Mariquiña: –Entonces canta tú, Doce Pesos, uno de esos tanguitos tan lindos que hablan de malandrines enjropidos y pircantas imbirritinadas. (Es el pie para para que Doce Pesos se luzca en la interpretación del tango «Atorrante»)
ATORRANTE
1929
Música: Raúl De Los Hoyos
Letra: Alberto Vaccarezza
Atorrante bien vestido
malandrín de meta y ponga
que hoy brillás en la milonga
y la vas de gran señor,
te engrupieron las bacanas
y a la mina santa y pura
que aguantó tu mishiadura
y en la mala te cuartió,
la largaste por baranda
y de pena, ¡pobrecita!,
hoy está enferma y solita
consumiéndose por vos.
¡Atorrante!… Decí si no te da vergüenza
que al verte pasar
piense de vos la gente lo que piensa
y no haga más que hablar.
Propiamente hay que ser más que careta
para hacerse el gran bacán,
mientras está enferma, sin receta
y con dos pibes que le piden pan.
Mas no importa… Cuando el mazo
se te gaste en el baraje
y te amure el bacanaje
por un punto más allá,
ya verás, pobre atorrante,
pelandrún arrepentido,
si el dolor que ella ha sufrido
vos también no sufrirás.
Y en el trance peliagudo
de las últimas boqueadas,
pedirás un vaso de agua
y ni Dios te lo dará…
Video-«ATORRANTE» – ADA FALCÓN – ORQUESTA ENRIQUE DELFINO – 1929
Este tango fue grabado e interpretado por importantes figuras del mundo de la música a nivel nacional e internacional. El peso propio de las creaciones de Raúl De Los Hoyos, de alto vuelo fueron grabadas por artistas como «el primer cantor de música popular del mundo» Carlos Gardel. «Atorrante» tiene registros en Rollo marca «Cóndor» para Pianola-piano, de la cancionista argentina Ada Falcón con la orquesta del pianista Enrique Delfino, Charlo como estribillista con la orquesta del violinista Francisco Canaro, Charlo con la orquesta del pianista Francisco Lomuto, y del cantor Ignacio Corsini, todas producidas en 1929.
El tango y la radio en Estados Unidos
Hacia mediados de la década de los veinte, la radio se integraba a la difusión de los discos e instrumentos de reproducción de sonidos. Como lo hacía notar un informe de 1927, “la radio puede ser utilizada como un medio de publicidad indirecta de discos y puede vender combinados de radios y fonógrafos”. Efectivamente, este era el único
medio que podía publicitarse a sí mismo: los oyentes podían experimentar la radio a la vez que eran seducidos por las publicidades de los modelos, los formatos y las empresas que producían estos aparatos.
En 1927, uno de cada tres hogares de Nueva York y una de cada cinco familias en los Estados Unidos poseían un aparato de radio. A través de ella, las experiencias de difusión del tango se multiplicaron. En la década de 1930, Carlos Gardel, Osvaldo Fresedo,José Bohr y otros actuaban asiduamente en las emisoras nacionales norteamericanas, pero, además, se incluían sets de tangos grabados. Gardel fue de los pocos artistas que tuvieron cierta relevancia en el cine latino en los Estados Unidos, aprovechando el impulso del cine sonoro. Sus películas fueron comentadas en los principales medios norteamericanos.
«Atorrante» fue interpretado en radio WABC, en Estados unidos, en vivo, es el caso de la versión del músico ruso-norteamericano André Kostelanetz en 1936, en un programa auspiciado por firma tabacalera Chesterfield.
En Saladillo
El grupo de actores del Teatro «La Comedia» ha realizado desde su creación, fines de los años ´70, en diferentes oportunidades, este sainete de Alberto Vaccarezza. En el 2019 comenzó a ensayarlo con el propósito de incorporarlo a la programación del 2020, lo que no se pudo concretar por la pandemia de covid-19.
La última representación bonaerense, en esta localidad, fue la del grupo teatral de Tandil Valor-Arte con el auspicio de La Sociedad Italiana y la Asociación Dante Alighieri, el 19 de Octubre de 2013, en el Teatro Marconi (Saladillo. Buenos Aires)
¡Gracias don Alberto Vaccarezza por tanto arte legado para el enriquecimiento de cultura Argentina y nuestra identidad!
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Es fundamental que los archivos sonoros, gráficos y audiovisuales sean considerados un bien cultural.
La UNESCO ha elaborado recomendaciones para la salvaguardia de estos materiales como parte de la memoria
del mundo. Algunas políticas culturales han permitido tomar cierta conciencia de las pérdidas y cómo poder frenar el deterioro de los archivos sonoros, gráficos y audiovisuales, sobre todo de aquellos que se encuentran en una irreversible obsolescencia como lo son los soportes analógicos, o los que tienen como soporte el papel. (Ver Textos fundamentales de la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Inmaterial 2003: https://ich.unesco.org/doc/src/2003_Convention_Basic_Texts-_2018_version-SP.pdf) La era digital que nos atraviesa permite disponer de novedosas herramientas que podemos aplicar para atesorar y resguardar todo, con la participación de la comunidad y decisiones políticas en la misma dirección.
Cada tango es una historia
En cada tango un pedazo de historia, un renglón de vida que los músicos, poetas y letristas componen bellamente para trenzar los renglones de tinta virtual y quedar mirándonos en este espejo musical del amor y los actos humanos. Y que no falte nunca el abrazo tanguero.
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Luis Perrière