FRANCISCO CANARO

Violinista | Compositor| Director de orquesta

Francisco Canaro y Raúl De Los Hoyos

Homenaje al maestro violinista, compositor, director de orquesta Francisco Canaro «Pirincho», en el  año del 136 aniversario de su natalicio y 60 aniversario de su fallecimiento (14 de diciembre  de 1964).

 

El pianista y compositor Raúl De Los Hoyos  «El hijo de la música» junto al violinista y director de orquesta Francisco Canaro «Pirincho» confluyeron artísticamente en la compañía fonográfica Disco Nacional-Odeón de Max Glücksmann.

Francisco Canaro fue quien más obras le registró fonográficamente a «El hijo de la música». 

Con su orquesta llevó al disco un total de 26 creaciones de Raúl De Los Hoyos, produjo más de 30 grabaciones de las mismas, la mayoría grabaciones eléctricas a partir de  noviembre de 1926, a saber:  versiones instrumentales de «Viejo rincón» (1925), la zamba «Tus ojos me lo decían» (1925), «El alma de la calle» (1926), «Aquel cuartito de la pensión» (1926), «Entra sin miedo hermana» (1926),«Noches de Colón»(1926), «Anoche a las dos» (8 y 15/11/1926), , «Del barrio de las latas» (19/1/1927), «Un tropezón» (27/4/1927),  con el cantor Charlo, como estribillista,  los tangos  «Quemá esas cartas» (7/3/ , 4/4/ y 30/4/1928), «El carrerito (Chiche, moro, zaino)» (25/4  y 19/5/1928),  «Atorrante» (12/5/1928 y 10/4/1929), «Deja que la gente diga» (7/5/1928), «Con alma y vida» (10/10/1928), «Bajo el beso de la luna» (21/11/1928), «Dos ojos negros» (24/3/1930), el vals «Felisa Tolosa» (2/5/1930),  el tango «Maldonado» (10/12/1929 y 2/5/1930), «Fondín de Pedro Mendoza» (5/11 y 8/12/1930), el vals «Cartas de amor» (29/10/1930), el foxtrot «Entre un Cubano y un San Martín» (29/10/1930), «Levanté (Levantá -original-) los ojos para mirar al cielo» (14/4/1931), con los cantores  Agustín Irusta el tango «Purrete de mi amor» (27/7/1927), Francisco Fiorentino el tango «Mueble viejo» (22/2/1928), Luis Díaz el tango «Tira las las llaves» (1/9/1930), con las cancionistas Ada Falcón «Deja que la gente diga» (21/5/1930),  Azucena Maizani «Aquel Cuartito de la pensión» (1926), «Anoche a las dos» (21/12/1926), el tango «Viejo rincón» con Carlos Gardel (5/12/1930) y con la voz de Alberto Arenas «Noches de Colón» (31/3/1955).

Sesión de grabación 8 de noviembre de 1926:

 

 

 

En esta sesión de grabación del lunes 8 de noviembre de 1926, según consta en los archivos del investigador y bandoneonista  Fabio Daniel Cernuda, se llevaron a cabo 8 grabaciones eléctricas, de las cuales, tres fueron con creaciones de Raúl De los Hoyos: E3- Carlos Gardel, «Del barrio de las latas», E4 – Roberto Firpo «Anoche a las dos», E7 – Francisco Canaro, «Anoche a las dos».

 

A la izquierda etiqueta del disco de Disco Nacional-Odeón para la orquesta Típica Francisco Canaro con el tema «Anoche a las dos» de Raúl De Los Hoyos. Número de serie 4252, lado B, grabación eléctrica, aunque no se menciona. A la derecha foto de Francisco Canaro.

 

En 1928,  se graba esta creación de del poeta veinticinqueño José Eneas Riú y Raúl de Los Hoyos, para Discos Nacional-Odeón. Este registro fonográfico es la única interpretación realizada de la obra. La versión corresponde a Francisco Canaro y su orquesta con el cantante Charlo, como estribillista. Es una grabación eléctrica realizada el miércoles 21 de Noviembre de 1928. Originalmente tiene el título de «Media noche”  (imagen de la izquierda) así consta en el disco de muestra cuya matriz lleva el Nº 3513.

 

En 1926, Francisco Canaro con su orquesta y se edita por Disco Nacional- Odeon con el número de serie 4159 lado «A». “Aquel cuartito de la pensión”, letra de Máximo Viale Paz, -Primer premio- en el concurso del Círculo de la Prensa de Buenos Aires.

 

Aviso publicado en la popular revista «Caras y Caretas, de Argentina, Nº 1459, del 8 de setiembre de 1926, con el título «Los autores del Disco «Nacional» citando 18 autores y compositores, a saber: de izquierda a derecha, Enrique Delfino, Juan Canaro, Manuel Jovés, Augusto Gentile, Edgardo Donato, Juan De Dios Filiberto, Mario Canaro, Anselmo Aieta, Cátulo Castillo, Luis Teisseire, Cristino Tapia, José María Rizzuti, Emilio Fresedo, Francisco Pracánico, Juan Caruso, Raúl De Los Hoyos, Rafael Rossi, y Cayetano Puglisi

 

El tango «Atorrante» con letra de Alberto Vacarezza fue estrenado por Libertad Lamarque en el papel de Doce Pesos, en la función inaugural del sainete «El conventillo de la Paloma», de Alberto Vacarezza, presentado por la compañía de Pascual Carcavallo, en el teatro Nacional, el 5 de abril de 1929. El Conventillo de la Paloma, de Alberto Vacarezza, un texto fundamental de la escena argentina que, en 1929, significó el debut en las tablas de la que luego sería la estrella Libertad Lamarque. Más de mil representaciones de este este sainete con Libertad Lamarque, quien, después de ese gran éxito, decidió dejar la obra y solicitar ser reemplazada por la actriz y cantante Tita Merello..

 

El 14 de abril de 1929, Francisco Canaro con su orquesta graba la versión cantada con Charlo, como estribillista, de la creación de Raúl De Los Hoyos, para Disco Nacional Odeon de Argentina (etiqueta de la izquierda), se publica también en Francia (etiqueta del centro) y en España por Odeón (Barcelona). Grabación eléctrica (Veroton) número de serie 4524, en Argentina.

 

 

Su vida

Francisco Canaro, uruguayo-argentino, es el nombre artístico de Francisco Canarozzo. Nació en San José de Mayo, República Oriental del Uruguay, el miércoles 26 de noviembre de 1888. Falleció en la ciudad de Buenos Aires, el lunes 14 de diciembre de 1964, a las 15:00 hs. de manera sorpresiva, en su casa, a los 76 años de edad. Fue un destacado compositor de tangos, violinista, director de orquesta y férreo luchador por los derechos de autor. Desde fines del Siglo XIX vivió con su familia en la Argentina. Siendo un niño 9 0 10 años voceaba diarios por la calle, junto sus hermanos, también oficio lustrabotas. Más tarde fue pintor de brocha gorda, y se empleó incluso en las obras del Congreso de la Nación Argentina. Su afición por la música lo llevó hasta un zapatero del vecindario quien le enseñó a tocar la guitarra. Además, fue actor aficionado y productor cinematográfico.

Compuso la música de quince comedias porteñas, estrenadas en otras tantas temporadas teatrales en Buenos Aires con sus propias compañías. Fue productor cinematográfico de doce películas y actuó con su orquesta en numerosas películas argentinas.

 

De izquierda a derecha: Fernando Ochoa, Carlos Di Sarli, Celedonio Flores, Francisco Canaro, Ignacio Corsini, Marta Gessaume (esposa de Canaro), Agustín Irusta y Juan de Dios Filiberto. 6 de diciembre de 1941.

 

Dice Lucía Gálvez en su libro «Romances del tango»: Pirincho fue muy discreto siempre respecto a sus amores. Sin embargo, cuenta que en Trenque Lauquen tuvo dos novias al mismo tiempo: la hija del dueño del local y otra chica del pueblo. Todo parecía ir bien cuando, al escribirles a las dos desde otro pueblo, puso las cartas en los sobres equivocados: en el de Carlota, la carta dirigida a Angelita, y viceversa. Al volver, las dos indignadas muchachas, haciendo causa común, estaban esperándolo en la estación. Ninguno de los tres amigos músicos olvidaría tampoco lo ocurrido en Santa Rosa (La Pampa), donde la recaudación había sido tan magra que no les alcanzaba ni para pagar el hotel. Decidieron entonces saltar por la ventana, con tanta mala suerte que cayeron sobre un gallinero. Tan asustados ellos como las gallinas, pudieron escapar raspando de los tiros del dueño de casa, que los confundió con ladrones.
A los 18 años, y después de haber pasado por todas estas experiencias, Pirincho se fue a vivir solo, pero iba casi todos los días a visitar a sus padres y los hacía partícipes de sus ganancias».

 

Se casó con Marta Gessaume, conocida como la “francesa” por su origen. Pero, Canaro tuvo varios amoríos. Tuvo un sonado romance con la actriz y vedette argentina Morenita Galé (su nombre real Iris Chaya). Cuando tenía 56 años deja a Galé, porque entabla una firme relación con una muchacha del coro llamada Irma Erna Gay, de 17 años, hermana de la cancionista Isabel de Grana, con quien tuvo a sus hijas Rafaela Emma y Argentina Irma Canaro (Lucía Gálvez «Romances del tango»). En 1964, a la muerte de Canaro, Marta su legítima esposa, llegó a un acuerdo respecto a la sucesión con las hijas del compositor. Una de ellas, Argentina Irma, murió trágicamente en un accidente automovilístico  junto a la artista plástica Silvia Young, en Buenos Aires, el 15 de julio de 1998.

Pero el más resonante de sus enamoramientos, es el que mantuvo con la cancionista Ada Falcón «La emperatriz del tango», a quien el director de orquesta llamaba Aída, pues su nombre real era Aída Elsa Ada Falcone.  Se conocieron en 1929, cuando ella tenía 22 años y el 40. Fue una historia de amor que hizo que “Pirincho” le creara el vals “Yo no sé que me han hecho tus ojos”.  Era la menor de tres hermanas cantantes. Amanda, y Adhelma (María Adela) Falcone (Falcón) ya habían trabajado con el director de orquesta. Adhelma también tuvo un encuentro amoroso con Francisco. Ada sobresalía, era una bellísima mujer, dulce encantadora, de atrapantes ojos verdes, a quien Carlos Gardel le dijo “¡Piba, piba enseñame a cantar!”, porque además era buena cantante. El romance duro duro hasta 1938, el se negaba a divorciarse pues no quería la división de bienes. Lo cierto es que él le había prometido hacerlo, pero incumplió. El final se produjo un día que  Marta, la esposa, llegó a la sala de ensayo y pistola en mano amenazó a la cantante que se encontraba, sentada en las rodillas del director. Reflexión: «La vida es un tango».

Ada Falcón (1905-2002), decidió alejarse, grabó su último disco en 1942 con dos temas, el tango «Corazón encadenado» y el vals «Viviré con tu recuerdo» (ambos de Francisco Canaro e Ivo Pelay). Se despojó de sus bienes y desolada se refugió, con su madre, en un convento de Salsipuedes, en la provincia de Córdoba (Argentina). A los 37 años, la diva, la elogiada, alabada por todo el mundo, con brillo propio, que jamás nadie discutió, se llamó a silencio. Falleció el 4 de enero de 2002, a los 96 años en el pueblo de Molinari (Córdoba).

 

Francisco Canaro junto a sus hijas Argentina Irma a su derecha y Rafaela Irma a su izquierda. Cuenta Lucía Gálvez en su libro «Romances del tango» que Irma Erna Gay logró que Canaro le pusiera una vivienda en la calle Anchorena (hoy Luis Agote), casi frente a la Plaza Francia, cerca del refugio que tenía con Ada Falcón, y cerca de la casa donde vivía con Marta Gessaume, su esposa. Irma Erna fue la madre de Rafaela y Argentina Canaro, las dos únicas hijas que tuvo el maestro Francisco en su agitada vida amorosa.

 

Francisco fue el mayor, de una dinastía de cinco músicos dedicados al tango. Sus hermanos Juan, Rafael , Humberto y Mario siguieron sus pasos.

 

En Uruguay fue popularmente conocido como «Pirincho». Era apodado «Pirincho», porque al nacer , la partera exclamó al ver la forma de su pelo: «¡Parece un pirincho!», aludiendo a un pájaro encrestado común del Río de la Plata.  En Argentina era «Pancho», apodo común en gran parte de Hispanoamérica para quienes se llaman Francisco.

La familia de Canaro (de origen italiana) se instaló en Buenos Aires, donde vivieron en casas de inquilinato (llamadas conventillos), en condiciones de extrema pobreza. Antes de cumplir los diez años trabajaba en las calles.

Se destaca, el hecho de que construyó su primer violín empleando envases de aceite de la fábrica donde trabajaba. Dicho violín, de lata, le serviría para iniciar su carrera y ganar dinero suficiente para comprar uno de madera. Su hazaña, pudo haber inspirado al grupo musical argentino Les Luthiers, quienes emplean violines de lata con frecuencia.

Les Luthiers

Recuerda Canaro: «El primer tango que saqué de oído fue «El llorón», de autor anónimo. El estuche me lo fabricó mi vieja; en realidad una funda de género, y ya salí a ganar algo de plata en bailes de la vecindad».

En su libro «Mis memorias» en la página 31 , está el capítulo «Prólogo de mi vida – Mi llegada al mundo», en los primeros renglones recuerda a su familia:

«Yo nací el día 26 de noviembre de 1888, a las 14 horas, en San José de Mayo, pueblo de la Banda Oriental del Uruguay. En el momento de dar a luz mi madre, encontrábase ayudando a la partera un señora amiga de nombre Sara, que más tarde fué mi madrina de bautismo; y en cuanto me vió nacer lanzó una exclamación: «Parece un Pirincho!»; y de ahí viene mi popular apodo. Pirincho es un pájaro con un copete, y como yo al nacer aparecí por lo visto con los cabellos parados semejando un copete, ese fué el motivo de que se me bautizara como al pájaro, antes que con el nombre de Francisco. Y, a partir de ese instante, quedó sellado para siempre mi sobrenombre. Y familiares, después amigos y admiradores, y los que no lo son, me llamaron «Pirincho» hasta el día de hoy.
Mi padre, don Francisco Canaro, y mi madre, doña Rafaela Gatto, eran de origen italianos, pero mi madre había llegado a la edad de ocho años al Uruguay, de cuyo matrimonio nacieron diez hijos. El primero fué varón, y falleció siendo muy niño; la segunda, fué Juana, la tercera se llamó Rosa; yo fuí el cuarto; después vinieron Rafael, Juan, Humberto, Luís, María Esther, y por último Mario.
Mi padre, en San José, era empleado municipal, teniendo a su cargo el cementerio del pueblo al que le daban el nombre de «Campo Santo», y a raíz de esa ocupación lo llamaban «Don Francisco el Camposantero»; también tenía a su cargo el alumbrado de la población».

Francisco Canaro y su orquesta

Autodidacta del violín, se inició, en 1906, en un baile del pueblo de Ranchos (Partido de Gral. Paz) en la provincia de Buenos Aires, a 120 km. de la ciudad de Buenos Aires, juntamente con Martín Arrevillaga (mandolín) y Rodolfo Duclós (guitarra). Se recuerda una anécdota de aquel momento importante de su carrera «…el palquito que sustentaba a los artistas tuvo que ser reforzado con chapas de hierro para guarecerlos de los balazos que solía intercambiar la clientela. La otra, que Canaro gustaba de las señoritas del local, atracción de la cual quiso disuadirlo el dueño del establecimiento, refiriéndose que el encargado de las muchachas tenía varias muertes en su haber». Debido a esto no volvieron nunca más a ese poblado.

Entre 1906 y 107 conoce a un vecino prestigioso creador de la denominación «Orquesta Típica» a los conjuntos tangueros, el músico, bandoneonista, Vicente Greco. Canaro reconocería, tiempo después, lo que influyeron en él los conocimientos de Greco.

En 1908, empezó a actuar de forma continua en varios lugares de La Boca,  para ello integró  un terceto con Samuel Castriota (piano) y Vicente Loduca (bandoneón).

En 1910, se presentó con la orquesta del bandoneonista, compositor y director Vicente Greco  (1886-1924) en diversas giras, que lo llevaron a actuar en el café El Estribo, el salón de bailes San Martín y la Casa de Laura, también en las veladas danzantes del Teatro
Olimpo, en el salón de la Sociedad Patria e Lavoro.

 

De izquierda a derecha: Francisco Canaro (violín), Vicente Greco (bandoneón), Vicente Pecci (flauta), Domingo Greco (pianista) Juan Lorenzo Labissier «El francés» (bandoneón) y Juan Abatte (violín).

 

«… con los hermanos Greco hicimos las primeras grabaciones de discos para el sello Columbia allá por 1911 o 1912 (Libro “Mis bodas de oro con el tango”, de Francisco Canaro en cuya página 417) ”. Cabe acotar que las 21 grabaciones de la Orquesta Típica Criolla Greco tuvieron gran éxito de ventas.

«Al independizarme de Vicente Greco, formé un terceto con José Martínez como pianista y Pedro Polito en el bandoneón. Con este flamante conjunto debuté en el teatro Olimpo… Durante nuestra estada en el teatro Olimpo ya había compuesto «Charamusca», que estrené con mucho éxito; y el amigo José Martínez hizo el tango «Canaro», que me dedicó como testimonio de gran amistad y tuvo mucho suceso a fines del año 1915;…(Mis memorias» de Francisco Canaro)».

 

De izquierda a derecha, sentados Francisco Canaro (Violín), Pedro Polito (Bandoneón), Rafael Rinaldi (Violín); parados Leopoldo Thompson (Contrabajo) y José Martínez (Piano)- Fotografía de 1916. Francisco Canaro debutó como director de orquesta en el primer «Baile de los internados», en 1914.

 

En 1912, comenzó Canaro su trascendental labor de compositor con los tangos «Pinta brava» y «Matasano». “Matasano” lo escribió a pedido de los estudiantes de medicina a punto de recibirse, que en el día de la primavera organizaban los llamados «Bailes del Internado». Fue en uno de ellos cuando, contratado para presentarse con su conjunto, formado al efecto, por primera vez empuñó la batuta. Su orquesta fue la primera en ingresar en residencias aristocráticas, donde el tango era resistido.

Fue, además, pionero del jazz junto con René Cóspito y Eleuterio Yribarren a mediados de los años 1920.

Quinteto Francisco Canaro

Con este quinteto se efectuaron las grabaciones en Porto Alegre, Brasil, para el sello Atlanta entre 1915 y 1917.

De pie de izquierda a derecha: N.N. (violín), N.N. (flauta), Francisco Canaro (violín), Leopoldo Thompson (guitarra); sentado a la izquierda: Pedro Polito (bandoneón). Los demás de izquierda a derecha: Francisco Schultz (técnico), Alfredo Améndola (Sello Atlanta, de Argentina), Savério Leonetti, propietario de los estudios y fábrica de Porto Alegre (Brasil).

 

«Más tarde, don Alfredo Améndola, principal accionista de los discos «Atlanta», me contrató para ir a Porto Alegre (Brasil) a grabar una remesa de discos, pues en Buenos Aires no había equipo para grabar, ni fábrica. La única casa que a la sazón tenía equipo y fábrica era la de Max Glücksmann, propietario del «Disco Nacional Odeón» para cuyo sello grababa únicamente Roberto Firpo, que usufructuaba ese privilegio en razón de tener contrato de exclusividad.

En virtud de tal contrato con el señor Améndola, nos embarcamos para Porto Alegre en un pequeño vapor de carga, «El Toro», que más tarde fue echado a pique por los alemanes. En ese viaje me acompañaron Pedro Polito, bandoneón, y Leopoldo Thompson, contrabajo; los demás músicos por razones de economía en los gastos, fueron contratados en Porto Alegre; la empresa tenía, al efecto, ajustado un presupuesto limitado.

La fábrica de Porto Alegre era de propiedad de un señor llamado Saverio Leonetti, y se grababa por sistema mecánico y por medio de unas bocinas largas y muy incómodas.»

 

Grabaciones de la Orquesta Típica Canaro para discos Atlanta, de Améndola y Cía., a la izquierda etiqueta del registro de 1915, tango «Canaro» Atlanta Nº 3016, a la izquierda grabación del tango «Cara sucia» Atlanta Nº 3043, de 1916.

 

Consolidación de la orquesta típica

Tenía, como algunos artistas, la virtud de llevar adelante una idea , un proyecto y la capacidad de organizar. Así lo define escritor, poeta e historiador del tango Horacio Ferrer (1933-2014):

«Contribuyó en plano inmediato al de Roberto Firpo, a la consolidación estructural de la Orquesta Típica de la que fue, en temperamento, muy semejante al de José J. Podestá, éste en la escena nacional, el primer director-empresario. Su gran instinto para la captación de las inclinaciones populares y su intuición del espectáculo, le permitieron convertir aquel fervor tanguero de la época de su advenimiento en el cimiento de temporadas musicales orgánicas, perfectamente planeadas, sobre la base de las cuales se articuló paulatinamente toda la fisonomía empresarial del tango. De su iniciativa nació en 1914 la actuación de los conjuntos del género en los bailes estudiantiles; en 1917, por la fusión transitoria de la agrupación que conducía con la de Firpo, la primera orquesta de integración espectacular para veladas danzantes de carnaval, idea corregida y aumentada en su proyección durante 1921, cuando presentó a su elenco orquestal de treinta y dos ejecutantes, con inclusión de violoncellos y de instrumentinos en los «veglioni» del Teatro de la Ópera; y en 1925 la primera gira rigurosamente planificada que lo llevó a Europa y a Norteamérica; luego en 1932, sus exitosas realizaciones de comedia musical; y desde 1937 la formación de un pequeño conjunto de arcaico estilo para la grabación de discos, en tarea paralela a la de su orquesta, pero diversa en su permanente y sagaz consideración por las preferencias del público». (veglione:  velada de gala / con cena ).

 

Volante publicitario (flyer) de la actuación de Roberto Firpo y Francisco Canaro, con Eduardo Arolas (foto en el centro, entre los dos), para los bailes de carnaval de 1917, en el Teatro Colón de Rosario. Se anuncia selecto y novedoso repertorio, 200 tangos, concurso de tango y disfraz con valiosos premios.

 

Junto a la leyenda del tango que es Eduardo Arolas «El tigre del bandoneón», que destaca en su libro «Mis bodas de oro con el tango – Mis Memorias», también está en el mismo capítulo 3, donde hace mención de músico, su amistad con  Roberto Firpo, el pianista que hizo los arreglos  de «La cumparsita», a quien también conoció en su paso por el barrio de La Boca (Buenos Aires), más precisamente en la intersección de las calles Suárez y Necochea «La calle del pecado». Esto sucedió antes de la presentación de los tres en el teatro Colón de Rosario. Dice Francisco Canaro de Firpo: «Roberto Firpo, de esbelta estatura, no era ni gordo ni flaco en ese entonces. Tenía cabellos… bueno, cabellos no tenía!… pero cuando los tuvo, debían haber sido castaño oscuro; ojos pardos grandes y vivarachos, usaba un tupido bigote de acuerdo à la época; era buen mozo, a pesar de su calvicie que disimulaba muy bien con su «bisoñé». Era un compositor muy celebrado y tenía éxito también con su orquesta; pero, sin embargo, no era del todo feliz; tenía un mortificante complejo; ¿cuál?: su prematura calvicie… Firpo, que hasta ese entonces había actuado en el famoso «Tambito» de Palermo con su orquesta compuesta por Tito Roccatagliatta, violín; Juan Carlos Bazán, clarinete, y él al piano, cuando se presentó en la Boca cambió el clarinete por el bandoneón, instrumento que siempre había sido acompañado por guitarras y que ahora pasaba a ser acompañado por el piano».

 

 Foto de la izquierda Roberto Firpo, David «Tito» Roccatagliatta, violín y Juan Carlos Bazán, clarinete, en el Café de Teodoro, por la calle Suárez al 270 de la Boca,  a la derecha foto de Roberto Firpo, tal como lo describe Francisco Canaro.

 

 

El capítulo 3, del libro de Canaro, lleva el título de «Mi debut en La Boca», página 63. Este barrio está ubicado en la Comuna 4 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en el sudeste de la misma. La Boca, tiene una de las mayores riquezas culturales de Buenos Aires. A comienzos del Siglo XX fue la zona más pujante de la capital. Tuvo un movimiento anual de miles de barcos mercantes y de pasajeros, poblado de astilleros, carpinterías y almacenes navales y de gente de mar,de todo el mundo, y río que allí se afincaron. Mezcla de razas y de culturas que vieron nacer el tango. La calle Necochea tenía en todo su recorrido cantinas, hoteles, cafés, diferentes lugares de diversión, y vida disipada, al igual que las calles Suárez y Pedro Mendoza. Por Necochea, en el 1221, estaba el «Café del Griego o Café de Vardaka o Bardaka» (frente al Café Concert de Benito Priano donde se presentaba Ángel Villoldo), con un pequeño palco y un trío de pianista, violinista y bandoneonista.  Ese café, también llamado  Café Royal  que se ubicaba en la esquina del sudeste, fue en el que debutó Francisco Canaro junto a Samuel Castriota en piano (autor del tango canción «Mi noche triste») y Vicente Loduca en bandoneón., allá por el año 1908.

 

El café Royal, frente al Café Concert de Priano, lugar caracterizado por sus grescas entre guapos de las orillas y patotas bravas, fue también en el año 1909, el lugar donde Eduardo Arolas se encontró con el ya mencionado Francisco Canaro y a pedido de la concurrencia el “tigre del bandoneón» ejecutó su primer tango, que fue por supuesto el primer éxito de su corta pero extraordinaria carrera de músico. El tango en cuestión fue “Una noche de garufa” al que “Pirincho “llevó al pentagrama, ya que Arolas todavía no sabía escribir las notaciones musicales, lo que da idea de la magnitud de su genio de compositor. Ahí, en el 1221 de la calle Necochea, debutó «Pirincho» Canaro en 1908. La Boca fue el epicentro del Tango, la naciente de marea de la primera revolución musical del Siglo XX.

 

En el capítulo 3,  también cuenta sobre el repertorio de esa época. Esto son algunos de los títulos: «…de Ángel G. Villoldo, «El Choclo», «El Torito», «El porteñito» y otros; de Roncallo, «Ché sacámele el molde», «Paradas», «La payada», etc.; de Bonelli, «¡Qué rico tipol»; de Posadas, «El Toto», «La llorona», «Quiero papita»; de Ponzio, «Don Juan»; de Vicente Greco, «El Pibe» y «El Morochito»; de Arturo De Bassi, «La Catrera», que había sido presentado en un concurso organizado por el diario «Última Hora» y en su carátula rezaba esta inscripción: «Tango no premiado en el concurso de «Ultima Hora»; de Roberto Firpo, «El compinche»: de Enrique Saborido, «La Morocha» y «Felicia»; de Logatti, «El irresistible», que había sido estrenado recientemente por Pascual Cardaropoli en el café «La Sonámbula», de Avenida de Mayo v Tacuarí; de Cardaropoli, «La Sonámbula»; de Pedro Bur, «El mangrullo»; de Casalin, «Atalaya»; de Bevilacqua, «Apolo», «Venus» y «Recuerdos de la Pampa»; de Prudencio Aragón, «El talar» y «El Pardo Cejas»; de autores desconocidos: «El llorón» y «Siete palabras». Yo, por mi parte, recién había compuesto mi primer tango: «La barra fuerte», que no fue muy favorecido por el éxito, lo que me desanimó bastante y pasé un tiempo sin componer música (Francisco Canaro)».

En este capítulo, también tiene una mención especial para Eduardo Arolas (1892-1924), en la página 69, titulada «Como conocí a Eduardo Arolas», cuenta en detalle lo vivido: «Una noche cayó al café donde tocábamos, un jovencito con varios amigos, provisto de un bandoneón. Tenía pinta de compadrito ‘high life’, pues llevaba sombrero gris claro con cinta y ribetes negros, requintado sobre la frente, vestía traje de cuadritos blancos y negros trencillados de negro, y el pantalón, con ancha faja del mismo color, tenía en la bocamanga tres botoncitos de nácar; chaleco de fantasía fileteado y corbata plastrón decorada con un vistoso alfiler. Era buen mozo y atrayente, tenía pestañas largas y cejas tupidas, una hermosa dentadura, cutis color trigueño y ojos grandes y negros. Uno de sus amigos dijo que Arolas había compuesto un tango muy bonito y todos le pedimos que lo ejecutara, a lo que el hombre no se negó. Colocó sobre sus piernas una mantita de terciopelo negro con sus iniciales coquetamente bordadas. Acomodó el bandoneón y ejecutó con muchísimo gusto el mencionado tango que había compuesto y que había bautizado como «Una noche de garufa». En realidad era muy bueno y nos entusiasmó. Lo invité a que me visitase, y como Arolas no sabía música en aquel entonces, yo escribí la partitura de violín y lo incluí en mi repertorio. Más tarde Hernani Machi escribió la parte de piano. El enorme éxito que alcanzó «Una noche de garufa» es público y notorio».

 

 

Su nombre de nacimiento era Lorenzo Arolas, fue un bandoneonista, director y compositor de tango argentino conocido con el apodo de El tigre del bandoneón. Comenzó en la música tocando la guitarra, pero su paso al bandoneón fue la piedra fundamental de su nacimiento como leyenda del tango. Falleció en un hospital de París, debido a su alcoholismo. Nunca pudo superar la infidelidad de su esposa, Delia López, que lo abandonó yéndose con su hermano a quien «El tigre del bandoneón» había sacado de la cárcel. A la izquierda foto de la etiqueta  de la grabación  de «Una noche de garufa» por la Rondalla Criolla (Agrupación de al menos 11 miembros que cantan y ejecutan instrumentos) para el sello  alemán Homokord, de 1913; en el centro Eduardo Arolas tal como lo describe Canaro; a la derecha  portada de la partitura publicada por  Ediciones Balerío ,de 1911, destacando en la parte inferior  izquierda que es la vigésima edición de la misma y en la parte superior la dedicatoria a su amigo Prudencio Aragón.

 

La palabra garufa es un vocablo del lunfardo que significa, diversión, jarana, así como persona alegre, divertida.

 

Foto de la revista Caras y Caretas Nº 1336, Orquesta de Francisco Canaro, del 10 de mayo de 1924.

 

Fue en los primeros meses de 1925, cuando el director de una agencia de contratación de artistas, Amadeo Garesio, que años después fue el titular del afamado cabaré (cabaret) Chantecler, impulsó a Francisco Canaro a presentarse en París, ciudad donde el tango tenía amplia difusión y en la que actuaban, con éxito, la orquesta de Manuel Pizarro y el conjunto encabezado por Genaro Espósito y Eduardo Blanco.

Francisco Canaro decidió viajar a Francia con sus hermanos, el bandoneonista Juan y el contrabajista Rafael, el pianista  uruguayo Fioravanti Di Cicco, y los argentinos Carlos Marcucci destacado compositor y bandoneonista, el violinista Agesilao Ferrazzano y el baterista Romualdo Lo Moro.

 

Del libro «Mis memorias»: «Mi Orquesta tal cual la presenté en París (23-IV-925) en el Dancing «Florida», Rue Clichy, Montmartre (Francisco Canaro)».

 

Conquistó París

Canaro salió con su esposa, el 10 de marzo de 1925, en el vapor Alsina en tanto los músicos viajaron después en el Lutetia. La orquesta, debutó debutó en París el 23 de abril de 1925, en el dancing Florida, de la empresa Lombart, que se encontraba en el vestíbulo del teatro Apollo, con sus integrantes con vestimenta gauchesca –blusa y chiripá floreados, pañolón, botas y hasta puñal en el cinto- porque la actuación de orquestas, íntegramente formada por músicos extranjeros, sólo estaba permitido si constituía un “número de atracción”, justificando una característica especial; a mayor abundamiento Canaro había sumado en París a la cancionista Teresa Asprella, ya residente en Francia, que se dedicaba al género de la música nativa y había viajado con uno de los músicos, e incorporó al espectáculo la percusión del serrucho a cargo de Rafael Canaro, los canturreos y silbos del conjunto y los recitados del Martín Fierro por el propio Canaro para beneficio de los inspectores que fueron a controlar el carácter de “número de atracción” del conjunto. El éxito fue total, las reservas de mesa debían hacerse con gran anticipación y fue invitada a tocar en calificadas reuniones. Las noticias del éxito fueron llegando a la Argentina principalmente por las crónicas del periodista Fernando Ortiz Echagüe, que era el representante del diario La Nación.

Visito otras ciudades de europeas, llegando a España, luego viajó a Estados Unidos, para esa presentación convocó a la cancionista Linda Telma.

 

 

En Estados Unidos, se presentó en el local «El Mirador» de Nueva York. En su libro «Mis memorias», en el capitulo 8 «En el país de los rascacielos»,en la página 140 publica un volante (flyer y afiche) destacando su presentación , poniendo énfasis en el la danza, haciendo notar que Canaro era portador del «tango simplificado».

 

Afiche de propaganda de el debut de Francisco Canaro en Nueva York, en 1926.

 

El texto que se incluye en el volante dice lo siguiente:

«La Orquesta Canaro de tango argentino ha sido traída a este país por el Sr. E. Ray Goetz con el expreso propósito de que Canaro popularice el tango.

Es una falacia de que el tango es un baile difícil. La Orquesta Canaro logró fascinar con su tango a la gente que los escuchó en el Dancing Florida de París, que se levantó y bailó sin parar. Este entusiasmo por Canaro hizo que se creara el tango simplificado que se convirtió en furor en París y Londres, cuyo éxito se espera que se dé en Nueva York.

El tango simplificado que llegó a ser el furor de París y de Londres, cuyo éxito se espera será duplicado en Nueva York. El tango simplificado ha evolucionado y puede ser realizado meramente adaptando los pasos del fox-trot corriente al tango. Es decir, el tango puede ser bailado simplemente caminando al ritmo de un fox-trot lento haciendo una pausa en el cuarto paso. Si únicamente uno se acuerda de hacer tres pasos y detenerse en el cuarto, el secreto del tango es suyo. «Hay tres pasos iguales en el tango simplificado o parisién, los cuales desearía demostrar todas las tardes dando una lección pública del tango en el salón del «Club Mirador».
Lo siguiente es una descripción del tango parisién, paso a paso:
1º-El caballero empieza con el pie derecho y la dama con el pie izquierdo. Haga tres pasos caminando y deténgase en el cuarto compás con ambos pies juntos, inclinándose un poco.                                                                                                                                            2º-Haga cuatro pasos, el caballero empezando con el pie izquierdo, cruzado enfrente del derecho, dando vuelta con el pie izquierdo enfrente, y deteniéndose en el cuarto compás de música.
3º -El paso de costado el caballero empieza con su pie izquierdo, la dama con su derecho, cruza el derecho sobre el izquierdo, luego juntos, y se detiene en el cuarto compás.
«Vueltas: tantas veces como guste. Guardando el ritmo de la música se puede dar vuelta a la derecha o a la izquierda con movimiento de vals lento que es parte del ritmo del tango.
«No hay una rutina fija en el tango, como tampoco la hay el vals. Todo lo que se necesita recordar es que el tango para significa simplemente hacer tres pasos y detenerse en el cuarto. El ritmo de la música puntualizará el baile para usted.»

Puede observarse en el aviso en la parte superior se destaca Tango Tips (Claves del tango) por Maurice y es que en el Club Mirador, había otro número de atracción que era una pareja de baile integrada por Maurice su partenaire Eleonora Ambrose.

Francisco Canaro «Pirincho», fue uno de los que más contribuyó a la extensión y popularidad del tango, no solo en Francia y Estados Unidos, sino también en España, Italia  la patria de sus progenitores donde actuó en Turín, Génova, Florencia, Milán, Venecia, Roma, Nápoles, Pisa, Bologna, Inglaterra,  Paraguay, Chile, Uruguay, Brasil.

 

En Firenze. «Diploma di Premio e Medaglia D’Oro, conferito al gran maestro Francisco Canaro. Buenos Aires. Per pottima com- posizione popolare argentina. Año 1933» – En Florencia. «Diploma de Premio y Midaglia D’Aro, otorgado al gran maestro Francisco Canaro. Buenos Aires. Por excelente composición popular argentina. Año 1933».

 

Su estilo

Su estilo orquestal procedió, en lo capital, de la modalidad creada por Vicente Greco.

«Impuso a ésta el cambio de la base rítmica que se operó en todos los conjuntos entre 1915 y 1920 por la estabilización del compás tanguista en un movimiento uniforme de corcheas. La marcación igualmente acentuada de los cuatro tiempos de cada compás, un muy sencillo tratamiento armónico generalmente expresado en unísonos —a pesar de lo cual su orquesta conservó a través de todas sus instancias, una sonoridad inconfundible—así como la frecuente inclusión de pasajes tocados en tiempo canyengue, definieron sustancialmente su modalidad. Destinada a la danza, su labor —por evidente cotejo con la revolucionaria avanzada de la escuela de Julio De Caro —quedó desde 1925, junto con la de Aieta, la de Lomuto, la de Donato-Zerrillo a la cabeza de la corriente interpretativa apegada a los cánones tradicionales» (Horacio Ferrer).

Superación y refinamiento

Integraron su orquesta notables solistas como Luis Ricardi, Cayetano Puglisi, Minotto Di Cico y Federico Scorticati. En años posteriores esa calidad se diluyó en la ampulosa inquietud de lo que él denominó, para los discos fonográficos, «serie sinfónica» y derivó luego a la intercalación de pistón y guitarra hawaiana para la ejecución de solos y a un tiempo de interpretación excesivamente rápido, que fue el de casi todas las orquestas del treinta, pero que él conservó ya para siempre.

 

 

Estuvo nominado al Latin Grammy

 

Yolanda Rayo interpreta la milonga «Se dice de mi» de Francisco Canaro con letra de Ivo Pelay, en tiempo de salsa para la telenovela Colombia «Betty la fea» protagonizada por Ana María Orozco, convertida en récord Guinness como la «Telenovela más exitosa de la televisión» en toda las américas, de 1999 a 2001.

 

En 2001, la adaptación de su composición musical «Se dice de mí», milonga de Canaro y letra de Ivo Pelay, para la telenovela mexicana «Yo soy Betty, la fea», estuvo nominada al Latin Grammy (Grammy Latino) por «Mejor canción escrita para un medio audiovisual», interpretado por la colombiana Yolanda Rayo.

 

«Se dice de mi», milonga, versión original por la actriz y cantante Tita Merello con la orquesta de Francisco Canaro, grabada para Disco Odeon el 23 de julio de 1954. Fotos: a la izquierda Tita Merello «La reina re del tango», en el centro etiqueta de la edición Odeón (R.O. del Uruguay) por Tita Merello con el acompañamiento de Francisco Canaro y su orquesta, a la derecha portada de la partitura de la milonga «Se dice de mi».

 

 

SADAIC, COMAR y ODA

Desde 1918 luchó por los derechos autorales, no reconocidos en esos tiempos, hasta culminar en la creación de la actual SADAIC (Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música), fundada en 1936 junto a los socios fundadores Raúl De Los Hoyos, Osvaldo Fresedo y cuyo edificio fue construido sobre terrenos adquiridos por la gestión Canaro como presidente de la sociedad.

, el Círculo Argentino de Autores y Compositores de Música y la Asociación de Autores y Compositores de Música, creándose el 9 de junio de 1936 la Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música (actual SADAIC).

Su nacimiento se produjo como producto de la fusión de dos sociedades de autores y compositores: 1) el Círculo Argentino de Autores y Compositores de Música (C.A.A.C.M.), que nacía como una nueva entidad, un 10 de agosto de 1930 cuya sede estaría ubicada en callao 184 y del cual sería presidente Francisco Canaro, junto a los nombres de Raúl De Los Hoyos,  Augusto P. Berto, Luis Teisseire, José di Clemente, Francisco Lomuto, Juan Maglio, Daniel Cauvilla Prim, Francisco Pracánico, Ricardo Luis Brignolo, Juan De Dios Filiberto, Roberto Firpo, entre otros.; 2) el Círculo con la Asociación de Autores y Compositores que presidia Osvaldo Fresedo, nace entonces el 9 de junio de 1936 la Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música (actual SADAIC), y pasa a ser Raúl De Los Hoyos  socio fundador de la entidad.

Francisco Canaro se nacionalizó argentino, en 1940.

Otra reivindicación surgirá de la mano de Francisco Canaro y es la Corporación Musical de Argentina (COMAR). Pero el manejo discrecional de los dineros correspondientes a los músicos no fue bien visto por los interesados. Tanto es así que uno de sus músicos  el violinista Armando Enrique Angeletti, con conocimiento del artículo 56 de la ley de Propiedad Intelectual 11.723, su significado y aplicación, crea junto a un grupo numeroso de músicos entre los estaban figuras reconocidas y músicos de Canaro como José Cacopardo, José Raúl Iglesias, Cayetano Puglisi, Antonio D’Alessandro, Julián Ortiz, el Sindicato Argentino de Intérpretes, que con con el tiempo derivaría en la Asociación Argentina de Intérpretes (AADI), en 1956.

También  fundó la Asociación de Directores de Orquesta, conocida por la sigla ADO.

 

 

Su obra

Horacio Ferrer también realizó un análisis de su proyección compositiva, que alcanzó un número aproximado  de 700 obras, que es de gran valor considerar:

 «Lo más valioso de su personalidad de compositor corresponde al período 1908-1920. Espiritualmente identificado con la tendencia que animaron Bardi, Posadas, De Leone, Petillo, Martínez, Arolas y otros, produjo un conjunto de tangos, de corte milonga, destinados a la perduración por la gran calidad de sus temas y de su desarrollo, con alcance de verdaderos clásicos: «La Tablada», «Pinta brava», «Nueve puntos», «El pollito», «Milonga con variación», «El chamuyo», «Charamusca», «La llamada», «Nobleza de arrabal», «Mano brava». Contribuyó paralelamente al primer apogeo del tango cantable con «Se acabaron los otarios», «La garconníére», en una línea de valiosa inspiración a la que agregó luego «Puentecito de plata», «Tiempos viejos», «Destellos» y «Las vueltas de la vida», perdiendo interés, aunque no suceso, su obra posterior a 1928, en la que tiene particular ubicación la inquietud de sus tangos fantasía como «Pájaro azul», «Halcón negro», «El rey del bosque «y «Mirlo blanco», estilización de líneas melódicas y de dibujos rítmicos de concepción tradicional.

 

 

Grabaciones

Francisco Canaro es el músico que más grabaciones realizó a lo largo de  una carrera dentro de la industria fonográfica de Argentina. Se calculan 3799 registros realizados para la compañías  argentinas Atlanta (1915-1917), Tele-phone (1918), ambas etiquetas de Alfredo Améndola, Artigas  (1918), la norteamericana Columbia  (1920), la alemana-argentina Disco Nacional-Odeon (1922-1935), la alemana Odeon (1935-1950), la norteamericana Columbia (1950 – Fabricado y distribuido por Odeon), la uruguaya Sondor (1950), la alemana Odeon (1950-1967), la inglesa EMI-Odeon (1967-1973).

Este es el sitio de consulta online de la discografía del maestro Francisco Canaro: https://sites.google.com/site/franciscocanarodiscografia/

 

Aviso de 1917, último año de la fonográfica argentina Atlanta, de Alfredo Améndola, anunciando las publicaciones de la serie Canaro de grabaciones de la Orquesta Típica Canaro , quinteto de guitarra reemplazada posteriormente por piano), contrabajo, violines y bandoneón. Abajo a la izquierda la oferta de discos anunciando los tangos “Cara Sucia”, “La Huella”, “Marianito”, “El Pangaré”, “El Moro”, “El Internado”, “La Provincianita”, “Noches de Amor” (vals), “Rawson”, “De mi tierra”, “El Termómetro”, Discos ATLANTA doble faz $ 2.50, a la derecha aviso institucional «Novedades – ejecución de la celebrada Orquesta Típica Canaro – Gran éxito, exclusividad de Discos Atlanta los mejores del mundo»

 

La obra discográfica de Canaro se puede encontrar en varias compilaciones, entre las que se destacan el «Estudio de la discografía de Francisco Canaro» por S. Nicolás Lefcovich (2ª edición, pero no antes de 1993), la «Discografía de Francisco Canaro» por un autor desconocido  y una discografía publicada en la revista «Los Grandes del Tango» № 3 (noviembre de 1990). Otras fuentes importantes son las discografías de varios cantores de Canaro por Roberto Gutiérrez Miglio, en su mayor parte publicadas en su obra «El tango y sus intérpretes» (Ed. Corregidor, tomo I [1992], tomo II [1994], tomo III [1997], tomo IV [1999]), y la discografía de Azucena Maizani por Fabio Daniel Cernuda. Para compilar esta discografía también se usaron imágenes de discos originales, registros, catálogos y publicidades de las empresas discográficas, partituras, listas de discos o grabaciones de Canaro publicadas en Internet, las bases de datos de varias sociedades de gestión colectiva de derechos de autor (SADAIC, AGADU, ASCAP, SACEM, SGAE) o accesibles por la ISWC Network y el Catalog of Copyright Entries.

Según el trabajo realizado por Christoph Lanner (Viena-Austria, en febrero de 2010), certifica que existen un total de 3799  obras grabadas por Francisco Canaro.

En diciembre de 1932 graba el «Himno al Club Atlético River Plate», junto a su Orquesta Típica. El Himno, compuesto en 1918, lleva la melodía de “It’s a Long Way to Tipperary” («Hay un largo camino hasta Tipperary» que es una creación de music-hall compuesta porack Judge y Harry Williams, el 30 de enero de 1912 en la ciudad inglesa de Stalybridge, como homenaje a la ciudad irlandesa de Tipperary, de donde Jack Judge era originario), mientras que la letra fue creada por Arturo Antelo.

En su libro «Mis Bodas de oro con el tango – Mis Memorias», publicado en 1956, dice haber grabado más de 7.000 títulos en discos fonográficos y lanzado por los cinco continentes.

 

Francisco Canaro compuso en 1931 “Canto tradicional del Club Atlético River Plate”, con Domingo Conte y Coro. En homenaje a Amadeo Carrizo,. Esa música rítmica y pegadiza la cantarían los fanáticos británicos que residían en Buenos Aires y eran hinchas de River Plate (Revista El Gráfico). Algunos citan esta versión como cantada por Ernesto Famá, lo que es un error, que se debería a que este canto participó de la grabación de un tango, “Bernabé, la Fiera”, que grabó la orquesta de Francisco Canaro con el cantor el 13 de octubre de 1932 (cuatro días antes con un gol de Ferreira River le había ganado 1 a 0 a Racing y cuatro días después le hizo dos a Huracán para el empate 2 a 2 de visitante), y cuyos autores son Francisco Laino, Adolfo Dispagna y el bandoneonista Miguel Padula. 

 

 

Video – «ANOCHE A LAS DOS» – FRANCISCO CANARO y su Orquesta Típica – Grabación eléctrica, realizada para Disco Nacional-Odeon, en 1926.

 

                           

 

 

 

Libro

La primera edición, es una publicación con treinta y siete  capítulos y  531 páginas, de tapa blanda con solapa, Francisco Canaro,  «Mis Bodas de Oro con el Tango y Mis Memorias», editorial Francisco Canaro, sobre unas dimensiones de 20 x 15 cm, editado el 30 de Mayo de 1957, confeccionado por «CESA Talleres Gráficos», en Bs. As. Prólogos: Ariel Ramírez, Ivo Pelay. Reeditado por editorial Corregidor, en 1999, con 430 páginas.

«Hacía mucho tiempo que abrigaba el propósito de escribir mis memorias, pero no me decidía a intentarlo por temor a fracasar en tan noble anhelo. Consideraba poco menos que imposible rememorar los innúmeros sucesos que encadenan mi vida en los 50 años que compendian mi trayectoria con el tango (Francisco Canaro)».

 

 

 

Contenido, capítulos:

1 – Prólogo de mi vida / 2 – Nace mi trayectoria con el tango / 3- Mi debut en la Boca / 4 – El tango gana el centro / 5- Mis padres / 6 – Escalando posiciones / 7 – En el viejo mundo / 8 – En el país de los rascacielos / 9 – De París a España / 10 – Mi extensa labor en discos / 11 – Mis cantores / 12 – Anécdotas y episodios / 13 – Empuño la batuta / 14 – Mis temporadas teatrales / 15 – Cuarenta y tres carnavales amenizando bailes / 16 – De Medellín a Buenos Aires: Carlos Gardel: Repatriación de sus restos, sepelio y mausoleo. Gardel debió ser socio mío / 17 – Como productor cinematográfico no tuve suerte / 18 – Cambio de onda / 19 – El tango en Chile / 20 – El tango en Brasil / 21 – Sigue mi trayectoria / 22 – Historia de «SADAIC», sociedad argentina de autores y compositores de música / 23 – Historia sintética de «COMAR» / 24 – Propulsores del tango / 25 – orquestas contemporáneas / 26 – El tango en el Japón / 27 – Orquestas típicas en París / 28 – Orquesta típica / 29 – Vocalistas de tango / 30 – Grandes cultores de tango / 31 – Bailarines de tangos / 32 – Los muchachos de mi orquesta / 33 – Mi orquesta en el año 1956 / 34 – Mi viaje por Italia / 35 – El tango moderno y de vanguardia / 36 – Al tango le debo todo / 37 – Capítulo final

 

Reedición de «Mis Bodas de Oro con el Tango – Mis Memorias» de Francisco Canaro, realizada por la Editorial Corregidor en 1999. Sinopsis: «Canaro, director de una de las orquestas de tango más conocidas mundialmente, compositor de innumerables tangos, evoca en estas memorias su trayectoria artística, el mundo del tango, las orquestas típicas, vocalistas y letristas de tango que conoció, así como su importantísima labor por la fundación de SADAIC (Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música). Prólogos: Ariel Ramírez, Ivo Pelay, Francisco, Argentina Irma y Rafaela Emma Canaro. 1a. ed.: 1956″.

 

 

 

Argentina Irma y Rafaela Emma, en el programa de  la televisión pública  ATC ,»La Noche con amigos» conducido por Lionel Godoy, invitadas al programa homenaje a su padre Francisco Canaro, en 1996.

 

 

 

Fuentes: «Mis memorias», «Mis 50 años con el tango»de Francisco Canaro / Horacio Ferrer ! García Blaya – Todo Tango / Wikipedia / Enrique Binda / Fabio Daniel Cernuda, investigador, coleccionista, músico / Diego Ruíz / Norma Rosa Torello / Pablo Darío Taboada Coleccionista / Tango Dj Laura Petroni / Lucía Gálvez en su libro “Romances del tango

 

RAULDELOSHOYOS.COM-SITIO CULTURAL – SIN  FINES DE LUCRO

Es fundamental  que los archivos sonoros, gráficos y audiovisuales sean considerados un bien cultural.

La UNESCO ha elaborado recomendaciones para la salvaguardia de estos materiales como parte de la memoria
del mundo. Algunas políticas culturales han permitido tomar cierta conciencia de las pérdidas y cómo poder frenar el deterioro de los archivos sonoros, gráficos y audiovisuales, sobre todo de aquellos que se encuentran en una irreversible obsolescencia como lo son los soportes analógicos, o los que tienen como soporte el papel. (Ver Textos fundamentales de la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Inmaterial 2003: https://ich.unesco.org/doc/src/2003_Convention_Basic_Texts-_2018_version-SP.pdf) La era digital que nos atraviesa permite disponer de novedosas herramientas que podemos aplicar para atesorar y resguardar todo, con la participación de la comunidad y decisiones políticas en la misma dirección.

Cada tango es una historia

En cada tango un pedazo de historia, un renglón de vida que los músicos, poetas y letristas componen bellamente para trenzar los renglones de tinta virtual y quedar mirándonos en este espejo musical del amor y los actos humanos. Y que no falte nunca  el abrazo tanguero.

rauldeloshoyos.com es un sitio web NO comercial, por lo que los materiales publicados tienen como único cometido informar sobre la obra de Raúl Joaquín de los Hoyos, conocido artísticamente como Raúl De Los Hoyos, el tango, sus letristas e intérpretes, difundir el Patrimonio Cultural de Saladillo y entretener a toda persona que lee la página.

Raúl Joaquín de los Hoyos es Patrimonio Cultural de Saladillo (2018) y Ciudadano Distinguido Post Mortem (2019).

LuisPerrière

 

 

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